Una deuda con las farmacias dejó a millones de jubilados argentinos sin medicinas
El conflicto entre el Estado y los establecimientos se destraba tras un pago parcial
Unos cinco millones de jubilados de Argentina ven amenazado el suministro de sus medicamentos, o bien, podrían tener que pagar altos costos por ellos, gracias un conflicto que mantienen laboratorios y farmacias con el organismo público responsable de las prestaciones médicas, que les adeuda unos 2.000 millones de pesos (unos 140 millones de dólares). Desde el Colegio de Farmacéuticos advirtieron que, además, miles de puestos de trabajo están en peligro porque las farmacias “están trabajando gratis”.
El conflicto entre el Estado y las farmacéuticas está en punto muerto. Tras doce horas de servicio interrumpido, la Confederación Farmacéutica Argentina decidió volver a abrir el grifo a los afiliados del Programa Asistencial Médico Integral (PAMI) tras recibir un pago de 500 millones de pesos (unos 35 millones de dólares), según informó en un comunicado. Fuentes consultadas del PAMI no confirmaron la cifra, pero sí la existencia de un pago, que se sumó a otro realizado por los laboratorios. Aún así, la suma adeudada es enorme y el titular del PAMI, Carlos Regazzoni, recibirá el próximo martes a representantes de la COFA para intentar alcanzar un acuerdo permanente.
La medida tomada por la Confederación Farmacéutica Argentina afectó durante 12 horas este jueves a las delegaciones del PAMI de varias provincias. Desde la COFA aclararon que no se trata de una medida gremial sino de una decisión que tiende a cerrar el grifo de una deuda que “se acrecienta cada día”. Así lo explicó un primer comunicado que difundió la Confederación, donde señalaba que las “farmacias se ven imposibilitadas de hacer frente a los compromisos con sus proveedores y ya no tienen capacidad de aprovisionamiento de medicamentos dada la magnitud de la deuda acumulada”. Según la COFA, el corte se realizó “en virtud de la ruptura de la cadena de pagos producto del atraso en los cobros de las prestaciones que se remontan en algunos casos al mes de febrero”.
Mascaró contó que habían "hablado con las autoridades, enviado avisos, y las farmacias siguen sin cobrar". "En este contexto inflacionario se hace realmente inviable, no podemos atender a otras obras sociales porque no podemos reponer los medicamentos”, y explicó que el “PAMI tiene menos plata de la que gasta. Es un grupo etario de alto consumo. El gasto es mayor simplemente por la edad”. “No podemos hacernos cargo de pagar los (medicamentos) nosotros”, advirtió.
Desde el PAMI señalan que la adhesión de las farmacias a la medida "fue desigual" y "ni mucho menos fue masiva", aunque reconocen que es difícil dar una cifra precisa de afiliados afectados. "La medida no duró más de 12 horas y se interrumpió el mismo día", agregan. En su opinión, la deuda "es un problema estructural que viene dado por la forma en cómo se administró el PAMI" durante la anterior administración y ponerse al día "es un proceso que va a llevar un tiempo". Además, destacan que los laboratorios han realizado un aumento "brutal" del precio de los medicamentos que complica aún más la situación financiera del organismo.
"El PAMI no puede hacerse cargo de los aumentos desmedidos que se están registrando en los medicamentos porque el presupuesto es uno solo y necesitamos cubrir las necesidades de todos los jubilados, en especial de los más vulnerables", dijo la entidad en un comunicado, en el que pidió un trabajo conjunto "no sólo con las farmacias sino con la industria, los hospitales, los médicos y todos los actores del sistema de salud".
Claudio Ucchino, presidente Colegio de Farmacéuticos de la Ciudad de Buenos Aires, aclaró que ellos no son formadores de precios. "Eso lo hace la Cámara de Comercio, si el PAMI no paga los aumentos que se dieron en estos meses nos están arruinando y nos están haciendo trabajar gratis. Eso pone en riesgo un montón de trabajos”, dijo. “Estamos viendo aumentos discriminados en el mostrador y es muy difícil explicarle a la gente que nosotros no tenemos nada que ver. En esa situación ofrecíamos las mismas drogas a precios más económicos pero nuestro proveedor nos cortó la cuenta y no podemos reponer, entonces, en el caso del PAMI, se nos acaban las opciones”.
Para Uccino, el problema se va a extender a otros sistemas de medicina prepaga y la solución requiere una modificación sustancial del sistema de descuentos. “Las farmacias somos los que ponemos la cara ante la gente pero no tenemos participación en ninguna discusión. Este convenio viene del año 2000, ya atravesó a 5 gobiernos y se volvió a firmar con los mismos actores en el mes de marzo”, explicó.
Por su parte, María Isabel Reinoso, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires confirmó que la deuda que tiene el PAMI con las farmacias asciende a “2.000 millones de pesos” y que si bien la deuda “no es nueva, comenzó en años anteriores y se incrementa cada día”. Si bien el organismo realizó el pago de “300.000.000 de pesos el martes pasado”, el próximo pago está previsto recién para “fin de mes”. “Se hace muy difícil poder cumplir con un pago a las droguerías a 15 días”, afirmó.
Giorgina Giralde, vicepresidenta del Colegio de Farmacéuticos de Córdoba, aseveró que “desde el martes las farmacias tienen las cuentas cortadas de las droguerías por falta de pago y, consecuentemente, no entregan medicamentos. No hay reposición de stock”. Giralde dijo a los medios locales que “desde hace 2 meses se vienen haciendo pagos parciales. La deuda fue creciendo y ahora el PAMI no puede pagar. Era predecible porque no hay una política de gestión que controle el consumo de medicamentos”.
“Los abuelos se han quedado sin medicamentos y sin farmacias, pero también se pone en riesgo la atención del resto de las obras sociales porque las farmacias no pueden reponer los medicamentos”, dijo Giralde.
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