Trabajadores, honestos y gordos... Así se ven los mexicanos
Una serie de encuestas realizadas por la UNAM describe el concepto que los mexicanos tienen de sí mismos, de su país y sus principales problemas
En México hay corrupción pero los corruptos son los de arriba, yo no. Soy tolerante pero no viviría con un homosexual. Hay discriminación, pero yo no discrimino. O depende. O en parte. La respuesta de los mexicanos a la pregunta ¿cómo se ven a sí mismos? es tan heterogénea y aparentemente contradictoria como la diversidad de sus pueblos y su cultura, y la Universidad Nacional se dio a la tarea de recopilar estas visiones para comprenderlos: les dio un espejo y un proyector.
Así es como describe Pablo Salazar, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM a las 25 encuestas realizadas por la universidad y condensadas por ese instituto en el proyecto 'Los mexicanos vistos por sí mismos': un perfil lleno de sorpresas en el que predomina una respuesta: todo depende. Sí, pero no. No, pero en parte. Sí, pero yo no.
Las encuestas, aplicadas a 1.200 hombres y mujeres mayores de 15 años -cada una- durante noviembre de 2014, perseguían un objetivo: un diagnóstico de los mexicanos pero hecho por sí mismos, uno que no saliera de las oficinas de los expertos ni los libros de los extranjeros, sino de las casas de cada mexicano. "¿Quiénes son los que dicen cuáles son los grandes problemas del país? Los intelectuales, los académicos. Aquí la idea es que la gente dijera qué les interesa, qué les da miedo, alegría, qué esperan. Lo que recogimos fue la voz de las personas, que ellos hicieran su propio diagnóstico", explicó la coordinadora del proyecto, Julia Flores.
El diagnóstico es: el mexicano es trabajador (es la primera palabra que asocian con su gentilicio, según las encuestas), honesto, alegre, corrupto, valiente (“entrón”); ignorante, conformista, flojo, noble, humilde, generoso, borracho, macho, grosero, ingenioso; chaparro, moreno, gordo, bigotón.
La edad en la que la mayoría de los encuestados cree que deja de ser joven es los 50 años, y creen que empiezan a ser viejos a los 67
A muchas de las preguntas que les hicieron, los mexicanos optaron por las respuestas "en parte" o "depende" que alcanzaron con frecuencia un 30% en las gráficas. “Hay que considerar que los encuestados son reticentes a decir la verdad sobre temas sensibles ligados al estigma social y jurídico”, explica María Marván -coordinadora del área de Derecho en la UNAM- en uno de los libros, "los más corruptos son menos propensos a admitir su existencia".
Corrupción: el gran problema
Uno de esos temas sensibles son las prácticas corruptas y los mexicanos no lo niegan: 92% de los encuestados por la Universidad afirma que en México hay corrupción y la considera el segundo problema más importante después de la inseguridad y antes que el narcotráfico. Pero no se la adjudican: a la pregunta "¿qué tan honesto se considera usted mismo en escala del 0 al 10?", un mayoritario 34% se puso 8 como calificación, seguido de 7, 9 y 10; además que 7 de cada 10 consideran que en el sector público hay más corrupción que en el privado o social.
“Encontramos que los mexicanos, no obstante que reconocemos que la corrupción es un problema mayúsculo, cuando hablamos de nosotros mismos no nos consideramos como parte del grupo de corruptos, deshonestos o tramposos”, es la interpretación de los investigadores universitarios.
Justicia a la mexicana
En los últimos 12 años se redujo el número de mexicanos que cree que la sociedad tiene derecho a hacerse justicia por mano propia, pasando de 34 a 18% de 2003 a 2015. Pero el porcentaje que también se redujo es el de los que creen que no existe ese derecho, de manera que el único número que creció fue el de los que creen que tienen el derecho "en parte". "Su aprobación pareciera depender entonces de la gravedad del caso", refiere el reporte. Este dato se vuelve importante en un país donde impera la sensación de que no hay justicia y los linchamientos -como el recientemente perpetrado en Ajalpan, Puebla- ocurren con relativa frecuencia.
¿Todos somos iguales?
El norte es la región del país con menor tolerancia a las diferencias sociales y con mayor tendencia a los valores autoritarios; en contraste, la capital del país y el Estado de México son las entidades más tolerantes. La edad en la que la mayoría de los encuestados cree que deja de ser joven es los 50 años, y creen que empiezan a ser viejos a los 67. Espiritualmente se dividen entre la mayoría católica y los ateos, pues el 74% de los encuestados pertenecen a esa religión, mientras que 10% no profesa ninguna y el 16% restante se compone de otros credos minoritarios. Exactamente la mitad de los mexicanos cree en el infierno y casi la mitad cree en la suerte, pero 73% podría pedirle un favor a la Virgen de Guadalupe.
La cuarta parte de la población estaría de acuerdo en que se penalizaran las muestras públicas de homosexualidad, y son estas personas con quienes estarían menos dispuestos a compartir su casa: lesbianas (38%), homosexuales (37.6%) y personas enfermas de Sida (29.6%). Antes estarían dispuestos a vivir con un extranjero.
La palabra que con mayor frecuencia asociaron con "mujer" fue "maternidad", y la que más relacionaron con "hombre" fue "trabajo". A la pregunta de "¿cuál es la mayor ventaja de ser mujer?", la mayoría de los encuestados respondió "dar vida, cuidar de los otros"; pero cuando se les preguntó ¿cuál es la mayor desventaja de ser hombre?, la respuesta más frecuente fue "no sé".
La colección de 25 tomos aborda también otras temáticas como Cultura, Derechos Humanos, Salud, Pobreza, Vivienda, Movilidad, Ciencia, Educación, Medio Ambiente, entre otros, y pueden ser consultados en el sitio www.losmexicanos.unam.mx.
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