Una victoria en el Congreso reflota a los Kirchner
Aprobada la ley que mantiene los impuestos sobre las exportaciones
Quizás pocos hubiesen imaginado que, casi dos meses después de la derrota de los Kirchner en las elecciones legislativas de medio mandato, el Gobierno argentino se fortalecería y la oposición se debilitaría. Pero así ha sido. Tras el varapalo que sufrió el ex presidente Néstor Kirchner al quedar segundo en los comicios a diputados de la provincia de Buenos Aires, el peronismo fiel a su esposa y sucesora, Cristina Fernández, consiguió la noche del jueves una victoria en una votación en el Congreso que le permitirá mantener los impuestos a las exportaciones, incluidas las que afectan al campo, p...
Quizás pocos hubiesen imaginado que, casi dos meses después de la derrota de los Kirchner en las elecciones legislativas de medio mandato, el Gobierno argentino se fortalecería y la oposición se debilitaría. Pero así ha sido. Tras el varapalo que sufrió el ex presidente Néstor Kirchner al quedar segundo en los comicios a diputados de la provincia de Buenos Aires, el peronismo fiel a su esposa y sucesora, Cristina Fernández, consiguió la noche del jueves una victoria en una votación en el Congreso que le permitirá mantener los impuestos a las exportaciones, incluidas las que afectan al campo, por un año más. Los derrotados fueron esta vez los que se habían proclamado vencedores de las elecciones del 28 de junio: los peronistas disidentes, los radicales y sus aliados y los agricultores.
La ley por la que el Congreso delega desde hace 14 años facultades al Ejecutivo, incluida la de determinar los derechos de exportación (que gravan todos los bienes, no sólo los agrícolas), fue aprobada por un cuerpo legislativo que aún no se ha renovado tras los comicios. Los nuevos diputados y senadores asumirán sus escaños el 10 de diciembre y sólo entonces el kirchnerismo perderá el control de ambas cámaras.
Pese a los pronósticos que vaticinaban que legisladores peronistas se pasarían a la disidencia por la derrota electoral, el proyecto de facultades delegadas recibió el respaldo de 136 diputados (100 votaron en contra) y de 38 senadores (30 la rechazaron). La oposición y el campo perdieron esta vez en el Congreso, en contraste con lo sucedido el año pasado, cuando derribaron la subida de impuestos a la exportación agraria que había dispuesto la presidenta Fernández y que había generado un conflicto de cuatro meses.
A partir del 10 de diciembre, el kirchnerismo y sus aliados sumarán sólo 112 diputados y 38 senadores. Pero de momento, Fernández, cuyo mandato finaliza en 2011, mantiene el poder y hasta la prensa especula con que su esposo procurará regresar a la presidencia ese año.
La oposición exhibe peleas intestinas. En el peronismo disidente, la figura de Francisco de Narváez, el vencedor de Kirchner, ha quedado en segundo plano, mientras que el ex presidente argentino Eduardo Duhalde (2002-2003) y el senador Carlos Reutemann discuten por quitarse de encima el mote de presidenciable. Reutemann se diferenció de los demás peronistas disidentes al negarse a participar en el diálogo político que inició el Gobierno de Fernández después de la derrota electoral.
En el radicalismo y sus aliados, que en los comicios conformaron el Acuerdo Cívico y Social (ACYS), también se enfrentan por el diálogo. La líder de la Coalición Cívica (CC), Elisa Carrió, se negó a asistir y lo tachó de "farsa". En cambio, la otra referente de la CC, Margarita Stolbizer, decidió participar, al igual que la Unión Cívica Radical (UCR) y el Partido Socialista. La UCR terminó calificando de "fracaso" el diálogo, pero no lo abandonará. La CC está al borde de la ruptura porque Carrió quiere convertirla en un partido político. Stolbizer quiere mantenerla como alianza de partidos, se niega a sumarse a la nueva formación de Carrió, pero aclara que seguirá en el ACYS. Para completar el cuadro, Carrió ha dicho que jamás votaría como presidente al actual vicepresidente argentino, Julio Cobos, que aparece como la esperanza radical para 2011.
El campo también muestra sus fisuras. Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria Argentina, que representa a pequeños y medianos agricultores, ha participado esta semana en una jornada por una justa distribución de la tierra, tema en el que se enfrenta a sus aliados latifundistas, y ayer criticó a su correligionario Alfredo de Angeli, que lideró una violenta protesta frente al edificio del Congreso la noche en que el Senado aprobó la ley que mantiene los impuestos a las exportaciones.