Tu ciudad ya no existe: solo hay escombros en Gaza
La destrucción sistemática de viviendas e infraestructuras en la Franja es, en proporción, mayor que la de Hiroshima y Nagasaki
«Domicidio» es el término que designa la destrucción intencionada de viviendas, y existe otro para la destrucción deliberada de ciudades: urbicidio. Este término, que, a diferencia del genocidio, no está tipificado como delito en el derecho internacional, cobró relevancia tras los asedios de Mostar y Sarajevo. Pero donde ha encontrado todo su terrible signif...
«Domicidio» es el término que designa la destrucción intencionada de viviendas, y existe otro para la destrucción deliberada de ciudades: urbicidio. Este término, que, a diferencia del genocidio, no está tipificado como delito en el derecho internacional, cobró relevancia tras los asedios de Mostar y Sarajevo. Pero donde ha encontrado todo su terrible significado ha sido en la Franja de Gaza. Lo explica el profesor Martin Coward, de la Universidad de Londres: “Atacar las ciudades garantiza que la gente no tenga a donde regresar”. Coward trabaja junto con la asociación israelí Breaking The Silence (BTS, romper el silencio), que ha dado cuenta en un extraordinario reportaje de la revista Prospect, firmado por Alona Ferber, de la destrucción de edificios e infraestructuras llevada a cabo por el ejército israelí. “Los soldados —escribe Ferber—, testifican que se les ha ordenado incendiar las casas en las que se han alojado, vertiendo aceite sobre cortinas, libros y colchones”. “En la práctica, la proporción de estructuras arrasadas en Rafah, por ejemplo, es mayor que la de las destruidas en Hiroshima y Nagasaki”, estimó el pasado mes de junio el periódico israelí Haaretz. Jared Kushner, yerno de Donald Trump, visitó Gaza en octubre y dijo que parecía “casi como si se hubiera detonado una bomba nuclear”.
¿La sistemática destrucción de viviendas e infraestructuras ha sido consecuencia de los ataques militares o de la voluntad expresa de acabar con cualquier resto de las ciudades, pueblos o comunidades gazatíes? Uno de los principales problemas que existirá para analizar la voluntad de destruir y expulsar a la población palestina será la desaparición de cualquier tipo de documentación. Testimonios fiables explican que las autoridades israelíes están procediendo a la destrucción programada de todo tipo de documentación que acredite cómo eran las distintas barriadas o pueblos de la Franja de Gaza. Además, existen grupos de voluntarios que, al frente de potentes excavadoras procedieron (y proceden) a derribar los edificios a su alcance, sin que el ejército israelí oponga resistencia. Es famoso el rabino Avraham Zarbive, quien explicó que las excavadoras ya no son un mero apoyo: “Derribar edificios es la forma de combatir”.
El relato que ha presentado Alona Ferber es espeluznante. Con el apoyo de varios centros de documentación y análisis situados en Estados Unidos o Gran Bretaña, los expertos van marcando la destrucción progresiva del espacio de Gaza, la forma sistemática, controlada y feroz en la que se ha ido destruyendo toda la infraestructura escolar, sanitaria, abastecimiento y alcantarillado.
Forensic Architecture (FA), la agencia de investigación con sede en Goldsmiths, Universidad de Londres, ha elaborado un mapa de la guerra de Gaza en un proyecto titulado “Cartografía del genocidio”, en el que se asegura que: “Rafah no existe. Jan Yunis Oriental no existe. Gaza Oriental no existe”. La destrucción del suelo, escribe Ferber, implica el uso de maquinaria pesada que arrasa con todo lo que hay bajo la superficie, removiendo el terreno de tal manera que “ya no se distingue dónde estaba la carretera y dónde la acera”.
Expertos de la BBC aseguran que el desplazamiento que ha experimentado la población de Gaza “no tiene precedentes y es distinto al de cualquier otro desde la II Guerra Mundial”. La falta de lugares seguros a los que trasladarse y los repetidos desplazamientos dentro de una zona pequeña y densamente poblada son extremadamente inusuales, según historiadores y académicos especializados en conflictos, migración forzada y derecho internacional. Nueve de cada diez habitantes de Gaza han huido de sus hogares durante los dos años de guerra, según la ONU, mientras las fronteras permanecieron prácticamente cerradas.
Lo que ha ido ocurriendo en la Franja de Gaza, su desaparición física, ha quedado en parte aplastado por la brutalidad de la muerte de mas 68.000 civiles, de los cuales más de 20.000 niños y niñas, siempre según cifras palestinas que seguramente están poco ajustadas a la realidad, dada la cantidad de cadáveres que debe permanecer bajo esos escombros. Sin embargo, según pasan las semanas y el alto el fuego se mantiene precariamente, y según poco a poco se permite la entrada de periodistas internacionales, ha ido mostrándose al mundo el espanto de la destrucción y el espanto que rodea el futuro de los gazatíes. ¿Serán obligados a abandonar en algún momento dado la Franja? ¿Hacia dónde? “Puedes decir que echas de menos tu ciudad si todavía existe. Pero ya no existe, ¿sabes?”, termina Alona Ferber.