Madrid, triste farolillo rojo del gasto social

Las intervenciones del candidato a presidente de Gobierno, Núñez Feijóo, en la pasada sesión de investidura, fueron muy nebulosas en cuanto a su principio de hacer a los ciudadanos “libres e iguales” ante la ley. Ideas generales, cifras erradas e inconcreción práctica de su programa. No es la primera vez que se explicita ante la ciudadanía el agujero negro que tiene en su equipo económico. Después de escucharlo, no sabemos cuál es...

Las intervenciones del candidato a presidente de Gobierno, Núñez Feijóo, en la pasada sesión de investidura, fueron muy nebulosas en cuanto a su principio de hacer a los ciudadanos “libres e iguales” ante la ley. Ideas generales, cifras erradas e inconcreción práctica de su programa. No es la primera vez que se explicita ante la ciudadanía el agujero negro que tiene en su equipo económico. Después de escucharlo, no sabemos cuál es el meollo de la cuestión. Paralelamente a sus explicaciones durante día y medio en el Congreso de los Diputados se hacía público un sugerente estudio de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales sobre la situación de la sanidad, educación y demás servicios sociales en las comunidades autónomas después de la pandemia. Seguramente estos temas son los que hubieran interesado más a la gente. La principal idea fuerza es que las comunidades autónomas han recuperado en términos absolutos el gasto social previo a la covid, excepto Murcia, Cataluña y Madrid, que es el farolillo rojo en todos los ítems. Muy parecido es lo que ocurre si hablamos del gasto por habitante.

Esta asociación fue creada en el año 1994 y forman parte de ella alrededor de dos centenares de psicólogos, economistas, sociólogos, educadores y trabajadores sociales, abogados, etcétera. Su último estudio se titula La inversión social por comunidades, y a través de un centenar de cuadros muestra la situación de la sanidad, educación y servicios sociales, las piedras básicas de un Estado de bienestar que, en algunos casos, se desmorona por falta de inversión ante las nuevas necesidades y la pirámide demográfica de nuestro país. En resumen, en el gasto por habitante y año en políticas sociales, en 2022, las tres comunidades que están a la cabeza son Navarra (3.901,12 euros), el País Vasco (3.708,13) y Extremadura (3.629,21). Las tres que están a la cola son Andalucía (2.792,10), Cataluña (2.781,67) y Madrid (2.399,32). Estas cifras son las que han dado lugar a los titulares de los medios de comunicación que dicen que Madrid y Cataluña están en los últimos puestos en la inversión en el Estado de bienestar, y que la región madrileña es la que menos gasta en sanidad, educación y servicios sociales.

Desagreguemos un poco porque, aunque sea profuso, es orientativo. En el capítulo de sanidad, 13 comunidades han aumentado el gasto desde la pandemia. Madrid, Murcia y Cataluña destacan en sentido contrario: su gasto en 2021 fue casi un 9% inferior al de 2019. En lo que se refiere a gasto por habitante, destacan en sentido positivo Asturias, País Vasco y Navarra, y abajo están Andalucía, Cataluña y Madrid (la que menos invirtió en este apartado). En educación, todas las comunidades excepto Cantabria (-0,10%) habían incrementado el gasto. Baleares, Cataluña, Madrid y el País Vasco lo han hecho por debajo de la media nacional. La Rioja, Comunidad Valenciana y Navarra aumentaron un 15% su gasto en educación. En gasto por habitante, a la cabeza aparecen el País Vasco, Navarra y Extremadura, y en la parte de abajo están Asturias, Cataluña y de nuevo Madrid.

Por último, en servicios sociales todas las comunidades recuperaron en 2021 el nivel de gasto de antes de la pandemia. En gasto por habitante, los primeros lugares del ranking los ocupan Navarra, La Rioja y Asturias, y los candidatos a segunda división son Baleares, Canarias y Madrid. Los autores del informe avisan de que el País Vasco está fuera de esta medición por su sistema descentralizado foral, ya que buena parte del gasto en servicios sociales es gestionada por las diputaciones forales. En el caso de los territorios insulares, Baleares y Canarias, podrían explicar su menor cuantía al tener delegado en gran medida ese gasto en los cabildos y consejos insulares.

Los datos son tan polémicos que es de suponer que los responsables de algunas comunidades autónomas los discutirán después de estudiar el trabajo en cuestión. Sería un avance que formasen parte del debate de un nuevo pleno de investidura, si lo hay en esta ocasión. O en los próximos.

Apúntate aquí a la newsletter semanal de Ideas.