Dani de la Orden, 32 años y 8 películas dirigidas: “La comedia romántica intenta poner levadura a lo cotidiano”
El director barcelonés, uno de los creadores más jóvenes y prolíficos del cine español vuelve este año a las pantallas grandes con ‘Mamá o papá’ y a todas las demás con ‘Élite: historias breves’
“¿Ocho ya?”, se pregunta Dani de la Orden (Barcelona, 32 años). Sí, son ocho ya las películas que ha dirigido. Todas, comedias; la mayoría, románticas. Loco por ella, en Netflix, ha sido su último estreno y éxito rotundo. “La inmadurez emocional está ahí siempre. A veces pienso: ‘Hostia, hay temas más grandes’. Pero cuando me dan rienda suelta, me voy siempre a lo mismo. Le he cogido el gusto a la comedia, pero me sigue fasc...
“¿Ocho ya?”, se pregunta Dani de la Orden (Barcelona, 32 años). Sí, son ocho ya las películas que ha dirigido. Todas, comedias; la mayoría, románticas. Loco por ella, en Netflix, ha sido su último estreno y éxito rotundo. “La inmadurez emocional está ahí siempre. A veces pienso: ‘Hostia, hay temas más grandes’. Pero cuando me dan rienda suelta, me voy siempre a lo mismo. Le he cogido el gusto a la comedia, pero me sigue fascinando la acción [el cine con el que se crio]. Mi sueño sería hacer una comedia romántica de acción”, explica. Aun sabiendo que el de la comedia es un género algo ingrato. “Me encanta leer críticas de mis películas y no tengo reacciones negativas, incluso aprendo, es casi didáctico. Pero hay un patrón en las que pueden ser un poco negativas: ‘comedia liviana’, ‘sin ánimo de profundizar’… Todas las comedias románticas tienen un punto superficial porque hay temas que están muy por encima, como el ritmo, el tono, la estructura e incluso la empatía. Sigue habiendo una especie de condescendencia al mirarlas. Y ha pasado siempre”.
Entonces, pone el género en valor. “De todo el espectro de cine que existe, el que nos genera más empatía es la comedia romántica, que intenta dar un poco de épica, de poner levadura a la cotidianeidad y mediocridad de nuestra vida. Mola saber que los protagonistas van a terminar juntos, lo importante son los engranajes”.
El director catalán tuvo un gran éxito en taquilla en 2018 con el remake de la película italiana El mejor verano de mi vida. “Creo que con el look la cagué un poco, estoy más contento por lo que representó y por las risas que causó”. También le funcionó en 2020 Hasta que la boda nos separe, otro remake al que ha sumado un tercero: Mamá o papá, con Mirem Ibarguren y Paco León en los papeles de los progenitores protagonistas, cuyo estreno se ha encargado de ir retrasando la pandemia hasta diciembre de 2021.
“Todo es lícito en esta profesión. El cine tiene una parte que es dialogar entre sus proyectos una y otra vez, y después están las grandes historias que salen de la nada. Claro que mola más crear desde cero algo que se te ocurre andando bajo la lluvia, pero al final los remakes vienen de un sitio que son unas cadenas que tienen diferentes focos. Y uno de ellos es la seguridad comercial. Mi proceso creativo es exactamente el mismo, lo único que me salto es un paso: el de la idea original”.
Antes de todo esto e incluso de “las Barcelonas” –como llama a Barcelona, noche de verano (2013), su debut entre colegas a los 22 años, y a Barcelona, noche de invierno (2015)–, Dani de la Orden ya hacía sus pinitos. “Empecé a hacer cortos de niño con mi abuela. Siempre la mataba, le ponía pelucas y grababa películas con la cámara para pillar los sonidos de cuchillos. Incluso hice una peli con amigos que se llamaba Atraco al súper, en plan Reservoir Dogs. Se acabó el chollo cuando la gente empezó a salir de fiesta”, recuerda el director, cuyos proyectos le han llegado rodados.
“Me siento demasiado agradecido todavía como para empezar a elegir, pero ya lo estoy haciendo, ¿eh?”. Dice esto porque buena parte de su trayectoria han sido encargos. “Yo lo que soy es un punki, un chaval al que le gusta rodar como en sus dos primeras películas, solo que todo se ha ido haciendo más grande. Al final, he sabido cogerle el rollo al encargo. La libertad absoluta que me da Antena 3 y la confianza extrema que tiene en mí es un lujo. Me permite poder impulsar proyectos más personales, que paso de escribir, eso sí. Para ello contrato a guionistas en cuyo talento confío”.
Dani de la Orden ha sido uno de los directores de las tres primeras temporadas del fenómeno Élite de Netflix. “Solo ha tenido cosas buenas, y ruedas con alguien por encima, los showrunners, sabiendo que todo va a un sitio común”, celebra. Por si fuera poco, se ha llevado la comedia romántica al terreno de la novela y se ha estrenado con Darse un tiempo (y otras mentiras) –Crossbooks–. “Siempre me había gustado la idea de un tío con el último videoclub de Barcelona que lo deja con una chica y tiene que intentar aprender cuál es su tara emocional, eso que hace que no pueda mantener nada cuando se autoproclama un romántico. No es un Dolor y Gloria sino un libro que está escrito para intertar divertir, en el que todas las emociones transitan desde mí”, revela. “Es que hay algo que me fascina: en las películas, los tíos son muy seguros. ¡Yo soy todo lo contrario! Se me ven los nervios en cualquier situación, más aún en el terreno amoroso o de una noche de fiesta. Hay muchos tíos que, cuando van a follar con una chica por primera vez, se preguntan si van a poder por los nervios, por el simple hecho de querer hacerlo bien o porque no la conocen y no hay confianza. Me apetecía hablar del patetismo y las inseguridades masculinas, y también desrromantizar las toxicidades del darse un tiempo”.
Puedes seguir ICON en Facebook, Twitter, Instagram,o suscribirte aquí a la Newsletter.