Los increíbles paisajes reales que jurarías haber visto en las películas de Wes Anderson
Faros rosas, hoteles rojos en entornos extremos... Un libro recopila las imágenes más icónicas de la cuenta colaborativa de Instagram ‘Accidentally Wes Anderson’, que recrea su universo fantástico a base de pura realidad
Desde que la pantalla se iluminara con sus primeras películas, las creaciones cinematográficas de Wes Anderson no han dejado de ganar adeptos. Sus observadores, desde los más críticos a los fans más irreductibles, las han examinado desde todos los puntos de vista. Ya fuera por el estilo de sus protagonistas, la gorra roja de Bill Muray, el explorador submarino de La vida acuática o la Gwyneth Paltrow de la familia Tennabaum, con esa mezcl...
Desde que la pantalla se iluminara con sus primeras películas, las creaciones cinematográficas de Wes Anderson no han dejado de ganar adeptos. Sus observadores, desde los más críticos a los fans más irreductibles, las han examinado desde todos los puntos de vista. Ya fuera por el estilo de sus protagonistas, la gorra roja de Bill Muray, el explorador submarino de La vida acuática o la Gwyneth Paltrow de la familia Tennabaum, con esa mezcla aparentemente imposible de abrigo Fendi y ropa deportiva Lacoste. O también por sus cuidadas bandas sonoras, secuencias musicales que han merecido toda clase de homenajes en forma de listas musicales en las plataformas digitales. O por la tipografía de sus títulos de crédito.
Anderson puede presumir como pocos de una filmografía diseccionada tanto por las revistas cinematográficas especializadas como por los magazines de moda y tendencias más sofisticados. Su imaginario cinematográfico ha dejado su acento en la moda, el interiorismo y el diseño, señalado por esa distintiva paleta de colores, esa obsesión cromática presidida por el rojo y el amarillo. Por eso, no es extraño que las redes hayan puesto también sus ojos sobre ese estilo Wes Anderson, a veces de gusto vintage, siempre difícilmente repetible y de una gran plasticidad. Entre las decenas de tributos y homenajes online, hay que destacar la iniciativa que puso en marcha en el año 2017 Wally Koval, creador de la exitosa cuenta de Instagram Accidentally Wes Anderson, que acaba de convertirse en un libro homónimo. “Todo comenzó como un proyecto particular, un capricho, sin voluntad de convertirse en algo extraordinario”, declaraba Koval en la web It’s Nice That.
Aquel “capricho” acabaría transformándose en una cuenta con más de un millón de seguidores. La propuesta: reconstruir los decorados y paisajes de las películas de Anderson a partir de escenarios reales de cualquier parte del mundo. El álbum de Instagram fue creciendo poco a poco y de forma colaborativa, gracias a la contribución de amantes de Wes Anderson en todos los rincones del planeta, con fotografías que parecían extraídas de La vida acuática, Viaje a Darjeeling, El Gran Hotel Budapest o Moonrise Kingdom. La imaginería que el director proyecta en su cine podía hacerse realidad accidentalmente.
Arquitecturas inverosímiles, pero reales
Aquella aventura visual queda ahora condensada en el libro Accidentally Wes Anderson (Trapeze/ Orion Books), una gran guía de viajes para los fanáticos de Wes Anderson, pero también para viajeros curiosos por descubrir paisajes con encanto o arquitecturas que no acostumbran a salir en los manuales. El libro cuenta, además, con prólogo del propio cineasta: “Las fotografía de este libro han sido hechas por personas que no conozco, en lugares que no conocía, que no sabía de su existencia, pero que gracias a ellas, me animan a conocerlos, cosa que espero hacer”, escribe.
“Las fotografías de este libro han sido hechas por personas que no conozco en lugares que no sabía de su existencia, pero que ahora espero conocer”Wes Anderson
Wally Koval reconoce la evolución de la cuenta en todos estos años: “Si bien en un principio las imágenes estaban muy influenciadas por las características más generales de la estética de Anderson –colorido, simetría, nostalgia–, con el paso del tiempo el enfoque ha ido ganando complejidad, aunque sin abandonar esos elementos característicos que han definido su imaginario, esos faros o fachadas rosas que se han convertido en imágenes icónicas”.
Construida de una manera minuciosa, detallista, casi se diría que demasiado meticulosa para ser real, la colección de imágenes de Accidentally Wes Anderson es un viaje a la fantasía del director estadounidense, paradójicamente, de la mano de la más palpable realidad. Quizás, en estos momentos, en algún lugar del mundo una persona con su cámara fotográfica o con su móvil se encuentre, accidentalmente, delante de un edificio, un faro o el interior de una casa que creyó con toda seguridad haber visto en una película de Wes Anderson, y que añadirá a este álbum de escenarios imaginados.