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La actriz Alyssa Milano revela que se ha quitado los implantes mamarios: “Estoy dejando atrás el cuerpo que fue sexualizado y abusado”

La intérprete, que comenzó el movimiento #MeToo en 2017 gracias a un tuit, ha compartido una imagen en el hospital para concienciar y liberar a su hija de “sentir esas exigencias poco saludables” en lo que respecta al cuerpo de las mujeres

Alyssa Milano (Nueva York, 52 años) es mucho más que actriz. La intérprete, que conquistó la televisión internacional en la década de los noventa gracias a la serie Embrujadas, también ha hecho del activismo su forma de vida. Era 2017 cuando con un mensaje en sus redes sociales consiguió prender la mecha para que el movimiento #MeToo comenzara, tanto dentro como fuera de la industria de Hollywood. El resto es historia —sobre todo para el productor Harvey Weinstein, hoy en la cárcel—. Hace seis años, llegó a afirmar en una entrevista con la revista People que prefería no tener trabajo por mantenerse fiel a sus creencias y poder irse a la cama cada noche sabiendo que había luchado la batalla correcta. Después de un tiempo en el que ha mantenido un discreto perfil mediático, la actriz ha vuelto a ocupar titulares al anunciar a sus 3,8 millones de seguidores en Instagram que se ha sometido a una operación para quitarse los implantes mamarios.

“Hoy voy a liberarme de esas narrativas falsas, de aquellas partes de mí que nunca fueron realmente partes de mí. Estoy dejando atrás el cuerpo que fue sexualizado, que fue abusado, que creía que era necesario para ser atractiva, para ser amada, para tener éxito, para ser feliz. Y al hacerlo, espero liberar a mi hija de sentir alguna vez esas mismas exigencias poco saludables”, escribe Milano en una publicación que ya acumula más de 85.000 Me gusta en la red social. Un extenso texto que va acompañado de una imagen en la que aparece la intérprete vestida con una bata y un gorro de hospital antes de entrar en quirófano.

Y continúa: “Quiero dejar claro que muchas mujeres encontrarán libertad y belleza al elegir sus implantes. Lo que para mí es una narrativa falsa, puede ser exactamente lo adecuado para ellas, y me alegra mucho que todas podamos encontrar nuestra feminidad y nuestra paz según nuestros propios términos”.

En la publicación, compartida este miércoles 24 de septiembre, señala a la cantante Michelle Visage como una fuente de inspiración: “Ha hablado abiertamente y en público sobre su relación con sus implantes mamarios, lo que nos ha facilitado a mí y a otras muchas encontrar nuestro propio camino”. La también presentadora, apreciando la mención, ha querido enviar un mensaje a la actriz en los comentarios de su publicación: “Estoy emocionada por ti. ¡La curación es real! Nos vemos en el lado más alegre”, le dice Visage.

Pese a que en los últimos años Milano no ha sido un personaje habitual en la prensa internacional, sigue cosechando éxitos. En septiembre de 2024 debutó en Broadway interpretando el papel de Roxie Hart en el musical Chicago, formando parte del cartel durante ocho semanas. “Soy querida, soy femenina, soy atractiva y tengo éxito. Nada de eso se debe a mis implantes. Seguiré siendo todas esas cosas cuando me despierte y ya no estén. Hay mucha alegría en saber eso y mucha libertad en dejar atrás lo que nunca fui en primer lugar. Hoy soy mi yo auténtica y soy libre”, añade en su publicación. Concluye el mensaje, en el que ha etiquetado a su cirujano, agradeciendo el apoyo de sus seguidores y afirmando que se encuentra en reposo en cama después de la intervención.

Milano se convirtió en una estrella de la televisión internacional después de que aceptase interpretar el papel de la extrovertida Phoebe en Embrujadas. En 2009, la actriz se casó con su actual marido, Dave Bugliare, con quien tuvo dos hijos: Milo y Elizabeth. Era el segundo matrimonio de la actriz, que en 1999 pasó por el altar con el cantante de rock Cinjun Tate, aunque su unión no duro ni un año.

Desde que se hizo conocida en la industria de Hollywood, ha utilizado su fama como un altavoz en favor de la solidaridad y para concienciar a sus seguidores de los problemas que ocurren en el mundo. Actualmente, sigue colaborando con Unicef como embajadora —“Todas las ganancias de mis cameos van a Unicef USA”, escribió en una publicación el pasado junio—. Además de ser quien comenzó el movimiento #MeToo, convirtiéndose durante años en una de las enemigas públicas del hoy presidente estadounidense Donald Trump, también ha querido romper una lanza a favor de normalizar los problemas de salud mental. En 2021, confesó a través de sus redes sociales que le habían diagnosticado un trastorno generalizado de ansiedad con ataques de pánico y trastorno de estrés postraumático complejo: “Esta es quien soy. Tomo medicación y lo llevo bien”.

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