El caso Hugh Grant o la evolución del actor romántico convertido en villano

El intérprete británico triunfa con ‘Heretic’, una película de terror que confirma su reciente gusto por los personajes perversos y narcisistas. Pero no es el único: otros compañeros de profesión que paladearon el éxito con comedias familiares o románticas se ponen en la piel de malvados de toda índole

Hugh Grant, en la 'premiere' de su película 'Heretic' en Madrid, el 21 de noviembre de 2024.Óscar González (Sipa USA/Cordon Press)

Socarrón, sarcástico, gruñón… los adjetivos más recurrentes a la hora de describir a Hugh Grant (Hammersmith, Londres, 64 años) evidencian cómo es percibido el actor británico por el público. ¿Es Hugh Grant el personaje más convincente de Hugh Grant? titulaba recientemente The New York Times una entrevista con el intérprete. En ella, hablaba largo y tendido de su actual etapa laboral, su “freak-show era” (“la era del espectáculo de los bichos raros”, en español), como él mismo la define. La última parada de esta etapa es una película de terror, Heretic, con Grant convertido en el espeluznante Señor Reed, un rol con el que se confirma su actual predilección por los papeles de antagonista.

Lejos, muy lejos, queda el Hugh Grant de las comedias románticas, el actor que logró batir récords en la taquilla de su país natal con Cuatro bodas y un funeral (1994) y años más tarde pulverizar su propio récord con Notting Hill (1999). El guionista de ambos títulos fue Richard Curtis, quien dirigió y escribió Love Actually (2003), otra de las comedias románticas más recordadas del actor. Hasta hace más o menos una década, estaba encasillado en ese perfil a medio camino entre el galán romántico y el sinvergüenza encantador. Sin embargo, todo cambió con el estreno de ¿Qué fue de los Morgan? (2010). Aquella película, coprotagonizada junto a Sarah Jessica Parker, fue un fracaso estrepitoso de crítica y público y, hasta el momento, la última incursión de Grant en el género que hizo de él una estrella planetaria.

“Las comedias románticas terminaron con un bache allá por 2010. Hice una que fue un fracaso y el trabajo que empezó a aparecer estaba más en línea con las cosas que solía disfrutar bastante: los personajes”, relató Grant en Vogue este noviembre. Esos personajes parecen tener varios puntos en común: su maldad. Fuera de la pantalla, el mundo ya lo vio como un villano hace años. Corría verano de 1995 y Grant se encontraba en Sunset Boulevard (Los Ángeles) después de una noche de excesos cuando la policía le sorprendió en el coche con una prostituta llamada Divine Brown mientras esta le practicaba sexo oral. Fue detenido y la foto que le tomaron en comisaría dio la vuelta al mundo. El actor, por aquel entonces pareja de la también actriz Elizabeth Hurley, emitió un comunicado al día siguiente: “Anoche hice algo completamente loco. He lastimado a personas que amo y avergonzado a gente con la que trabajo. Por ambas cosas lo siento profundamente más allá de lo que jamás podría decir”. Hurley, por su parte, aseguró que cuando se enteró de aquello fue “como si me hubiesen disparado”. El incidente quizá influyó en su imagen pública, pero no afectó en absoluto a su trabajo. Al revés, los noventa y primeros dos mil fueron años de gloria. Tampoco cambió su actitud, siempre se ha mostrado hostil con la prensa, irónico y sincero hasta el extremo. Tanto es así que en 2023, cuando sorprendió a todos al convertirse en un oompa loompa en Wonka, la precuela de Charlie y la fábrica de chocolate, no se cortó al expresar lo poco que le había gustado la experiencia: “No podría haberlo odiado más”, espetó en un acto de promoción.

Andie MacDowell y Hugh Grant, en un fotograma de 'Cuatro bodas y un funeral' (1994), un clásico de las comedias románticas.©GramercyPictures/Courtesy Everett Colle / Everett Collection / Cordon Press

En 2024, parece sentirse cómodo en el papel de villano en la gran pantalla. En Heretic, un título de la prestigiosa productora de cine independiente y de terror A24, se ha puesto bajo las órdenes de Scott Beck y Bryan Woods. Ambos han contado que tenían muy claro que él debía ser el protagonista: “Fue una batalla planificada de manera meticulosa. Cuando decidimos que Hugh era la persona adecuada para el papel, básicamente llamamos a todo el mundo (…) Por favor, por favor, por favor. Solo hay una persona que pueda hacer este rol. Es Hugh Grant. Ayúdanos a conseguirlo. Por favor, convéncele de que es un buen proyecto para su carrera”, desvelaron a The Hollywood Reporter. Grant aceptó y, a juzgar por la acogida de la película, fue una decisión acertada. Si bien en Estados Unidos se estrenó en torno a Halloween (a España llegará en enero de 2025), el filme sigue recaudando en taquilla, incluso al convivir con títulos tan potentes como Gladiator 2 o Wicked. Además, la prensa especializada alaba su trabajo. Tras décadas de carrera, Grant tiene claro lo que no quiere hacer y lo que sí le apetece. Casualidad o no, ahora conecta con esos caracteres temibles y complejos: “No trabajo mucho, cuando lo hago tiene que ser algo que me guste porque me parezca fresco, raro o emocionante, o algo con lo que pueda divertirme”, reconoció a Vogue.

Hugh Grant, en un fotograma de la película 'Heretic'.Courtesy Everett Collection / Cordon Press

En Heretic, el actor es la diabólica pesadilla de dos hermanas mormonas que cometen el error de llamar a su puerta, pero el aterrizaje del británico en el mundo villano fue algo más amable. En 2017 se puso en la piel del malvado Phoenix Buchanan en Paddington 2, una comedia familiar que sigue las aventuras del famoso osito de peluche y con la que Grant logró su tercera nominación al Bafta, la segunda en la categoría de mejor actor de reparto. Dos años después, trabajó con Guy Ritchie en The Gentlemen, una cinta al más puro estilo Ritchie y con Grant dando vida a un detective privado aprovechado y de dudosa moral. Y la lista de malvados continúa: el año pasado fue el estafador Forge Fletcher en la película de aventuras Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones y el traficante de armas Greg Simmonds en Operación Fortune: el gran engaño, su tercera vez bajo las órdenes de Guy Ritchie. Mientras, en televisión convenció como el manipulador y narcisista Jonathan Fraser en The Undoing, miniserie de HBO junto a Nicole Kidman, donde muchos destacaron su interpretación como uno de los atractivos de la ficción, con buena audiencia pero críticas desiguales.

Pero esta evolución de Grant hacia personajes más oscuros, narcisistas y manipuladores no es exclusiva del actor. Otros compañeros de profesión han recorrido una trayectoria similar, pasando de protagonizar comedias, películas románticas o familiares a ser los más perversos de la pantalla.

En busca del villano perfecto

Dennis Quaid es el villano de película más asqueroso del año. Con este contundente titular ensalzaba la revista Collider el papel del estadounidense en La sustancia, una de las películas clave de este 2024. Quaid vive en Nashville desde hace años, dedicado a la música y la religión —según él, su tabla de salvación para salir de la adicción a la cocaína—, y su participación en el cine se limita a pequeños papeles. Sin embargo, este año su regreso ha dado que hablar gracias a su rol en la mencionada cinta protagonizada por Demi Moore y Margaret Qualley. Quaid encarna el prototipo del villano del mundo del espectáculo, un manager sin escrúpulos llamado Harvey (para muchos el nombre no es casualidad) que en un principio iba a protagonizar Ray Liotta, fallecido en mayo de 2022. Puede que en La sustancia no sea el malo, malísimo, pero de cara al próximo año, estrenará con Paramount+ la serie Happy Face, y que el título no lleve a engaños: es el sobrenombre del asesino en serie Keith Hunter Jesperson, a quien interpretará el actor.

El actor Dennis Quaid en su papel en 'La sustancia'.

Papeles muy distantes de las películas que situaron a Quaid en la cúspide de la industria hace décadas, como el clásico ochentero El chip prodigioso (1987), junto a Meg Ryan, o Cuando me enamoro (1989), con Jessica Lange. Y a años luz de los taquillazos familiares en los que ejercía de padre de los protagonistas: Tú a Londres y yo a California (1998) o Tuyos, míos y nuestros (2005) y que marcaron a toda una generación.

Y a toda una generación (o varias) impactó el Lord Voldemort de Ralph Fiennes. Es posible que al preguntar a cualquier persona menor de 30 años qué película conoce del actor, la mayoría responda una de la saga Harry Potter (aparece desde la cuarta entrega, Harry Potter y el cáliz de fuego). Sin embargo, el intérprete superaba los 40 años cuando se transformó en el mago más mortífero y ya tenía una dilatada y reconocida carrera a sus espaldas. En su filmografía se cuela una de las películas románticas más aclamadas de la historia del cine reciente: El paciente inglés (1997). El filme obtuvo nueve Oscar de las 12 estatuillas a las que optaba, entre ellas la nominación de Fiennes como mejor actor. En los últimos años, ha compaginado papeles variados, pero uno de sus éxitos recientes ha sido, una vez más, con un personaje antagonista, el del retorcido chef Julian Slowik en The Menu (2022).

Ralph Fiennes, en un fotograma de la película 'The Menu' (2022).©Searchlight Pictures/Courtesy Everett Collection / Cordon Press

Jude Law, otro british con pasado de rompecorazones —dentro y fuera de la pantalla—, también lleva un tiempo explorando nuevos registros a través de papeles de malvados (si tomamos la palabra de la manera más literal, porque en muchas de sus películas, por ejemplo Alfie, aunque no ha ejercido de antagonista, tampoco ha interpretado a hombres de reputación intachable). Law se ha atrevido con personajes tan emblemáticos como el Capitán Garfio, en Peter Pan y Wendy (2023). El actor relató en el programa de Jimmy Fallon que se mantuvo como Garfio durante todo el rodaje con el objetivo de que los niños de la película tuvieran miedo auténtico del personaje: “Fui Garfio todo el tiempo, una oportunidad para dar miedo y ser malvado. Suena bastante mal, pero no quería hablar con un niño de 6 años y de repente decirle: ‘Vale, ahora me odias. Soy Garfio’. En lugar de eso, me mantuve como Garfio”. Antes de ser un villano Disney, se convirtió en Yon-Rogg en Capitana Marvel (2019), un envidioso alienígena de la raza kree, o en el tirano rey Vortigern en Rey Arturo: la leyenda de Excalibur (2017), cuya debacle en taquilla fue tal que se cancelaron todas las secuelas en previsión. “Es divertido ser un villano”, dijo Law en una ocasión, así que parece que para él esta etapa no ha hecho más que comenzar.

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