Sara Carbonero habla por primera vez en público sobre su cáncer: “Hay salida”

En mayo de 2019, Sara Carbonero (Toledo, 40 años) fue diagnosticada de cáncer de ovarios. “Me quedé en shock. Era terrible, yo tenía 35 años, una vida sana, no entendía nada”. Así comenzó la periodista y empresaria su discurso en la gala benéfica ELLExHope la noche de este miércoles, cuando, por primera vez en seis años, habló por primera vez en público sobre su cáncer, con el que ha convivido el último lustro y que ha condicionado su vida, según contó. Carbonero comenzó el tratamiento para remitir la enfermedad nada más enterarse de que la padecía: quimioterapia, dos operaciones, en 2019 y 2022, y sesiones con un psicooncólogo. Sin embargo, en el primer momento, solo necesitaba una cosa para calmar la ansiedad y la incertidumbre que se habían apoderado de su realidad: hablar con mujeres que hubiesen pasado por lo mismo que ella y que, años después de la enfermedad, estuvieran vivas, fuertes y trabajando, para que le contaran su historia. Lo hizo. “Me dieron el impulso que yo necesitaba, que es lo que quiero hacer hoy con todas las mujeres que pueden estar viéndome ahora mismo, para decirles que hay salida”, relató Carbonero, muy emocionada, tras recoger un galardón en el Palacio de Santoña de Madrid, donde se celebraba la gala cuyo objetivo era recaudar dinero para la Asociación Española contra el Cáncer.

“Cáncer, una palabra de la que he huido durante años”, dijo entre lágrimas. “No me gusta hacer referencia porque creía que, si no la nombraba, no sería una realidad. Me ha costado tiempo aceptar que esto es una carrera de fondo, que yo voy a ser siempre una paciente oncológica y que conviviré con la incertidumbre, he aprendido a abrazarla”. Probablemente por su propia experiencia, la periodista pidió en sus palabras que el cáncer y la vulnerabilidad que esta enfermedad acarrea sean normalizados: “Estoy aquí para mandar un mensaje de aliento para todas las personas que estén conviviendo —porque no me gusta nada los términos bélicos (batallar y así)— con esta cruel enfermedad”.

Aunque es la primera vez que Carbonero ha hablado sobre su enfermedad en un acto público, no es la primera ocasión en la que hace referencia a su enfermedad, pues a lo largo de estos años ha dado algunas pinceladas en sus redes sociales. En noviembre de 2022, por ejemplo, tras recibir el alta hospitalaria de su segunda operación, colgó un vídeo en su Instagram en el que agradecía al equipo médico que la había intervenido, y a sus familiares y amigos el apoyo recibido. “Estoy bien. Muchísimas gracias a todas y todos los que os habéis preocupado, por las innumerables muestras de cariño recibidas estos días. Me abruman y a la vez me llenan de energía para seguir adelante”, escribía.

En 2019, formó también parte de una campaña de colaboración con la Fundación Juegaterapia, y fue una de las encargadas de crear un Baby Pelón Mágico, un muñeco para que los niños afectados con cáncer dispongan de juguetes mientras se someten a un proceso de quimioterapia.

Tras reivindicar la normalización del cáncer y dar un impulso a todas las mujeres que han sido diagnosticadas con esta enfermedad, Carbonero recordó en la gala a todas las personas que la han acompañado y le han dado fuerzas durante estos años. “Quiero destacar a mi familia, a mi madre y a mi hermana, que quizá han sido las personas que más han sufrido conmigo”, ha comenzado sus agradecimientos, en los que también lanzó un mensaje de amor a sus amigas. “Está Raquel [Perera], maestra y compañera de muchas cosas. Mi amiga Isabel [Jiménez, con quien fundó la firma de moda Slowlove en 2015] es la persona que más horas de hospital ha compartido conmigo. Vicky Marcos se encargaba de ponerme guapa cuando yo no me reconocía frente al espejo. Ana Rivera es la hermana mayor que nunca he tenido y Ana Carolina ha venido de Portugal, no solo hoy, cada vez que he tenido que ser operada o intervenida”. También se dirigió a sus médicos, a los que ella llama “sus ángeles de la guardia”. Y a sus hijos, Martín y Lucas —que nacieron de su relación con el exportero de la Selección Iker Casillas—, les dedicó una mención especial relatando además vivencias junto a ellos en estos años difíciles: “Son mi razón de ser, mi motor y mis ganas”.

Carbonero también quiso compartir qué lecciones le ha enseñado el cáncer: “He aprendido mucho sobre el valor del tiempo, que es el tesoro más preciado que tenemos. Sobre todo, he aprendido a vivir el presente y, además, como decía nuestro querido Pau Donés: ‘de manera urgente’. He aprendido que el poder del amor es tan potente que puede transformarlo todo”.

La periodista quiere que su experiencia y su discurso sirvan a todas las mujeres y, especialmente, a madres enfermas de cáncer con niños pequeños que no saben qué ocurre, a los que no se les puede explicar por qué su madre no puede hacer nada durante una semana después de una sesión de quimio y que, a los 21 días, va a ocurrir lo mismo. “A esos niños que no preguntan nada, pero lo saben todo”, en palabras de la también presentadora de televisión. “Mi cariño para esas madres coraje que vais a poder ver a vuestros hijos crecer como lo estoy haciendo yo”.

La Asociación Española contra el Cáncer y su labor formaron también parte de su discurso. “Estamos aquí para hablar de investigación y es importante que cada acto, cada entrega de premios, cada acción que se organiza en nombre del cáncer sea una oportunidad para reivindicar la importancia de la investigación”, reclamó, a lo que sumó la petición de que el proceso oncológico, de tratamiento y de recuperación, se aborde desde varios frentes: medicina, alimentación, deportes y psicología. “Sin salud mental no hay salud”.

Carbonero finalizó su discurso con más palabras de agradecimiento: “Estoy aquí gracias a la medicina y el amor”. Para concluir, recuperó unas palabras de Murakami que compartió en 2019 en sus redes sociales tras su primera operación. “Y una vez que la tormenta termine, no recordarás cómo lo lograste ni cómo sobreviviste, ni siquiera estarás seguro de si la tormenta ha terminado realmente. Pero una cosa es segura: cuando salgas de esa tormenta no serás la misma persona que entró en ella, y de eso trata la tormenta”. Unas palabras que, ahora, tienen más sentido que antes.