Empieza la gran boda india de Anant Ambani y Radhika Merchant, el enlace más lujoso de la década
Él es hijo del hombre más rico de Asia y ella del propietario de un imperio médico, dos familias que no han escatimado en gastos para un enlace de tres días en Bombay. Los detalles se mantienen en secreto, pero las tres prebodas con actuaciones de Rihanna o Justin Bieber anticipan que será un evento de magnitudes épicas que evidencia la brecha económica del país
Anant Ambani (Bombay, India, 29 años) no tenía intención de casarse. Así lo contó en una entrevista con India Today el hijo del empresario Mukesh Ambani, dueño del conglomerado indio Reliance y uno de los 10 hombres más ricos del mundo ―con un patrimonio neto estimado en unos 116.000 millones de dólares que lo convierten en el más rico de Asia, según Forbes―. “Desde niño había pensado que nunca me casaría porque siempre dediqué mi tiempo a cuidar animales, pero cuando conocí a Radhika vi que compartíamos los mismos valores. Tiene ese mismo sentido de entrega y cariño hacia los animales”, explicó. Radhika Merchant (Bombay, India, 29 años), hija del industrial Viren Merchant, rico propietario de un imperio de servicios médicos, le hizo cambiar de opinión y, ya puestos a casarse ―y teniendo en cuenta las desmesuradísimas fortunas de ambas familias― han decidido hacerlo por todo lo alto no, lo siguiente.
La celebración del considerado como el enlace más lujoso de la década ―el de la década anterior fue, probablemente, el de su hermana, Isha Ambani, que en 2018 se casó con el magnate Ajay Piramal en una boda que costó unos 100 millones de dólares, con concierto de Beyoncé incluido― ha empezado este viernes 12 de julio y se prolongará hasta el domingo 14, según las fechas elegidas por ser especialmente propicias según las cartas astrales de la pareja. Va a tener lugar en dos de los lugares más emblemáticos de Bombay: la residencia Antilia ―de 27 pisos y propiedad de la familia Ambani, valorada en unos 1.000 millones de dólares― y el Jio World Convention Centre, un amplio recinto con capacidad para más de 16.000 personas. El resto de detalles, desde la lista de invitados hasta las actuaciones y los espectáculos previstos, por ahora se mantienen en secreto, pero vistas las tres prebodas que han celebrado no cabe duda de que darán buena muestra de lo que es preparar un bodorrio sin escatimar en gastos, sin preocuparse lo más mínimo por lo que pueda costar.
Solo hay que ver las invitaciones de boda, algunas entregadas en mano por los propios novios. Según se aprecia en los vídeos compartidos en Instagram por algunos de sus exclusivos receptores, estas llegaron en una gran caja roja lacada que al abrirse revela un detallado templo hindú plateado en miniatura junto a otra caja que con imágenes doradas de varias deidades hindúes. Al abrirse, la caja reproduce mantras. Y ya como detalle menos espiritual, la invitación incluía otra caja más con frutos secos, dulces, una nota escrita a mano por la pareja y un delicado bordado.
También es verdad que toda la parafernalia prevista para estos tres días de boda quizá no sorprenda tanto después de las multimillonarias fiestas previas al enlace que se han ido sucediendo como aperitivo al gran evento final. ¿Cuántas prebodas hacen falta para una boda como esta? Por lo menos tres. La primera se celebró a principios de marzo, también en Reliance Greens, en Jamnagar (India). Esta exhibición de dinero y poder duró tres días y contó con más de mil invitados, entre los que se encontraban Bill Gates, cofundador de Microsoft; Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Meta; Bob Iger, director ejecutivo de Disney; o Ivanka Trump, hija del expresidente estadounidense Donald Trump. Hubo concierto privado de Rihanna, lo que supuso su primera actuación de larga duración en ocho años ―más allá de los 15 minutos de su show de medio tiempo de la Super Bowl en 2023― y por la que se embolsó por lo menos seis millones de dólares ―algunos medios apuntan a un caché más alto, de unos nueve millones―. También hubo espectáculo de luces con cientos de drones alumbrando el cielo, decenas de chefs que prepararon 2.500 platos únicos ―solo el menú de desayuno disponía de más de 70 opciones― y personal contratado específicamente para ayudar a las invitadas a ponerse el sari que debían vestir la última noche, según las indicaciones estilísticas de 10 páginas que se les hizo llegar antes de la fiesta.
Para la segunda preboda, a finales de mayo, volaron hasta Barcelona. Esta fue más selectiva, con alrededor de 800 invitados que viajaron en una quincena de vuelos privados procedentes de Bombay para embarcarse en un lujoso crucero que surcó el Mediterráneo durante cuatro días. “Fue un retiro para aquellas personas que han contribuido a nuestra vida de diferentes maneras. Tuvimos a gente entre los seis meses y los 90 años”, comentó Radhika en una entrevista para Vogue, quitándole lujo al asunto. En esta ocasión, en vez de Bill Gates o Mark Zuckerberg, les acompañó, por ejemplo, el estilista Law Roach, que se encargó del estilismo de Isha Ambani, hermana de Anant, para la portada de junio de la edición india de Vogue. Y se movilizó a 600 empleados ―estos sin retiro― para atender a todos los invitados. Hubo concierto sorpresa de los Backstreet Boys y contaron con David Guetta como DJ oficial de la embarcación. Durante su escala en Cannes tuvieron otro concierto sorpresa, este de Katy Perry, y al volver a embarcar otra actuación, de Pitbull. Por si fuera poco, o por si entre las estrellas de Bollywood, deportistas y figuras de la alta sociedad que viajaban con ellos hubiera personas con gustos más refinados que Pitbull, en otra parada en Portofino Andrea Bocelli interpretó Love in Portofino y Can’t Help Falling in Love para ellos. “Fue la noche más mágica. Se me puso la piel de gallina”, confesó Radhika en Vogue, todavía capaz de sorprenderse.
Tanto la boda como estas fiestas previas han sido privadas, pero imposibles de ocultar al público. Las redes sociales de los invitados o las propias agencias de medios han mostrado algunos de los detalles de las celebraciones, incluido el concierto privado de Justin Bieber que tuvo lugar en Bombay el pasado 5 de julio como último gran festejo preliminar antes del enlace. Varios medios internacionales y locales, como el Hindustan Times, cifran en 10 millones de dólares el precio por contratar al cantante canadiense, el favorito de la novia, que después de su actuación de una hora invitó a la pareja a subir al escenario para felicitarlos por su compromiso. Luego inundó su perfil de Instagram con fotos y vídeos del evento en los que se le ve exultante, y no es para menos cobrando 10 millones por una hora.
De hecho, la descarada suntuosidad de los festejos de los recién casados también ha suscitado muchas críticas. A principios de julio, la CNN señalaba que la opulencia del acontecimiento contrasta con la pobreza que afecta a decenas de millones de personas en el país asiático y pone de manifiesto la creciente brecha entre ricos y pobres. “Reconozco que este es un privilegio que pocas personas experimentan y realmente me siento bendecida”, dijo la novia en Vogue sobre las celebraciones. Para aplacar las críticas, pero sin dejar de mostrar una vez más su inconmensurable superioridad económica, los Ambani han llevado a cabo actos caritativos antes de algunos de los festejos, incluida una boda multitudinaria “para 50 parejas desfavorecidas de la ciudad”, según la CNN, a las que regalaron joyas y 1.200 dólares en efectivo, así como artículos para el hogar y comestibles para un año. Bendecidas, pero no mucho.
A Radhika y Anant lo que les interesa son los animales. Fue lo que les unió y tienen dónde recrearse, ya que la familia del novio ha construido en la ciudad india de Jamnagar el zoo y refugio animal más grande del mundo. El recinto de 1.200 hectáreas acoge a más de un centenar de especies de cada rincón del planeta, incluidos rinocerontes, okapis, leopardos, linces o cocodrilos. “Espero que nuestra boda atraiga la atención del mundo entero hacia Vantara, el mayor centro de rehabilitación animal del mundo, un proyecto que mi marido y yo llevamos en nuestros corazones”, promocionaba ella en su entrevista. El hospital dentro del centro dispone de avanzadas instalaciones médicas, como máquinas de rayos X portátiles y cámaras de oxígeno hiperbárico que aseguran el bienestar de más de 200 elefantes a través de tratamientos innovadores, dicen las noticias sobre el centro. Mientras tanto en la India, un país con más de 1.400 millones de habitantes, la infraestructura de atención médica pública sigue tambaleándose, con un déficit de más de 600.000 médicos y dos millones de enfermeros, según un informe del Centro para la Economía y Política de Enfermedades con sede en Washington y Nueva Delhi.