La herencia de O. J. Simpson: cuatro hijos, un proceso legal y una larga deuda de 114 millones con los familiares de los asesinados

El exdeportista fue condenado a pagar 36 millones a los parientes de su exesposa y de Ron Goldman en 1997, pero estas aseguran que apenas han visto nada de ese dinero. Ahora uno o varios juicios determinarán cuáles son sus bienes y a quiénes irán

O. J. Simpson durante un descanso en el segundo día de la audiencia probatoria en el Tribunal de Distrito del Condado de Clark en Las Vegas, Nevada, Estados Unidos, en 2013.Foto: STEVE MARCUS / POOL (EFE) | Vídeo: EPV

O. J. Simpson fue uno de los personajes más controvertidos de Estados Unidos. El deportista y actor, que falleció el 10 de abril a los 76 años a causa de un cáncer, ya era un rostro muy popular en los setenta y ochenta cuando, en junio de 1994, se convirtió en el más famoso del país, tras su huida de la policía en una autopista de Los Ángeles. Era el principal sospechoso de los asesinatos de su exesposa, Nicole Brown, y el amante de esta, un ...

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O. J. Simpson fue uno de los personajes más controvertidos de Estados Unidos. El deportista y actor, que falleció el 10 de abril a los 76 años a causa de un cáncer, ya era un rostro muy popular en los setenta y ochenta cuando, en junio de 1994, se convirtió en el más famoso del país, tras su huida de la policía en una autopista de Los Ángeles. Era el principal sospechoso de los asesinatos de su exesposa, Nicole Brown, y el amante de esta, un joven camarero llamado Ron Goldman. Tras un mediático juicio que duró casi un año, Simpson no fue a la cárcel, pero su vida se dio la vuelta. Se marchó primero a Florida y luego a Nevada, donde pasó nueve años en la cárcel por un robo, y finalmente se asentó en Las Vegas, donde vivió de manera discreta hasta el fin de sus días. Ni siquiera está clara su relación con sus cuatro hijos (una quinta niña murió ahogada, siendo un bebé), por lo que ahora tampoco se sabe qué va a pasar con su herencia. Para empezar, si es que le queda algo.

El juicio del siglo, como se llamó al proceso penal por el que pasó Simpson, le declaró inocente, librándose de la cárcel. Sin embargo, otro civil en 1997 le condenó a pagar 33,5 millones de dólares en daños y perjuicios a las familias de las víctimas; en 2006, después de otra demanda por no cumplir con ese fallo, la pena subió hasta los 36 millones. Nunca pagó. Durante sus 11 temporadas en la Liga de Fútbol Profesional (NFL) en EE UU, el deportista (que nunca llegó a jugar una gran final) amasó una gran cantidad de dinero por su contrato y sus espónsores, que también gastaba en un lujoso tren de vida. Cuando se separó de Nicole Brown en 1992, un juzgado estimó que poseía unas ganancias y propiedades por valor de 10,8 millones de dólares y que ingresaba alrededor de 55.000 al mes (unos 122.000 con la inflación actual). También le quedaron una pensión y ciertos pagos de la NFL. Pero los abogados de la familia Goldman aseguran que nunca llegó a pagar el monto, que ahora debería cubrir su herencia y que, además, ha escalado hasta los 114 millones de dólares.

“Murió sin penitencia”, ha afirmado el abogado de Fred Goldman, padre del fallecido Ron Goldman, sobre O. J. Simpson ante la revista People. “No quiso darle ni un centavo a Fred, nunca, nada, jamás”, ha explicado, asegurando que el nuevo monto total se estimó en una revisión del juicio en 2022, donde también, según contó entonces The New York Post, se supo que apenas había pagado 133.000 dólares del mismo. En 2006 Simpson lanzó un libro de memorias, If I did it (Si lo hice) y ese mismo año Fred Goldman afirmó que el futbolista no estaba pagando lo debido. Una año después se declaró en bancarrota y el juez decidió retirarle los derechos de su autobiografía y dárselos a Goldman, para que pudiera cobrar algo. Pero fue, de lejos, insuficiente.

Ahora falta por ver el testamento. Todo indica a que el legado de Brown —sea este el que sea— recaerá en los cuatro hijos Simpson, de entre 35 y 55 años, dos de su primer matrimonio con Marguerite Whitley y otros dos con Nicole Brown. Todos ellos viven vidas alejadas de la prensa. Pero más allá de lo que diga su última voluntad (o de que la haya o no), hay otro paso legal previo y obligatorio. Es el llamado probate process o proceso legal de sucesión, que en los días posteriores a la muerte de una persona reconoce su testamento y nombra al albacea o representante que administrará su herencia entre las personas previstas. Que se necesite o no depende de las leyes cada Estado de EE UU: por ejemplo, en Florida es obligatorio para quienes posean 75.000 dólares o más; en California, se abre a partir de 166.250 dólares; mientras que en Nevada, donde vivía y ha muerto Simpson, hay que comenzarlo en menos de 30 días y si la persona tiene 20.000 dólares o alguna propiedad. Si el fallecido tenía bienes en cada Estado, se pueden abrir procesos distintos. Su resolución suele tardar varios meses.

Una vez que el caso esté en los tribunales es cuando los abogados de la familia Goldman pueden lograr algo de dinero. De hecho, serían los primeros en cobrar. En California (que es donde vive Fred Goldman), su deuda, al estar generada por un homicidio, tiene prioridad a la hora de cobrarse frente a otras que pudiera llegar a tener O. J. Simpson. Por ello, según ha explicado el abogado familiar, han decidido contratar más letrados especializados en este proceso en los tres Estados donde vivió el jugador: California, Florida y Nevada.

O.J. Simspson con su primera esposa, Marguerite Whitley, y sus dos hijos mayores, Arnelle y Jason, en Los Ángeles, California, en 1973.Michael Ochs Archives (Getty Images)

El reparto dependerá también de cómo dejó O. J. Simpson dispuestos sus bienes, porque hay mecanismos (como algunos fideicomisos) que aseguran que lleguen a los herederos deseados y es más complejo que, pese a pasar por los juzgados, los cobren sus deudores. Pero si ese fuera el caso del fallecido deportista, los Goldman siempre podrían, de nuevo, poner otra demanda.

La cuestión es que hay que esperar para saber cuáles eran los bienes de la exestrella de la NFL, que llegó incluso a vender su preciada copa Heisman, un trofeo concedido a los mejores jugadores universitarios de cada temporada y que ganó en 1968. La subastó en 1999 y logró 255.000 dólares por ella (hoy serían unos 480.000 dólares, con el ajuste inflacionario). Según algunas páginas deportivas estadounidenses, si Simpson cobraba pensión desde que cumplió 55 años esta sería de unos 4.000 dólares al mes, pero si hubiera esperado a los 65 sería de hasta 10.000 dólares. Además, según Page Six, también cobraba ciertas cantidades por firmar autógrafos, grabar vídeos o incluso jugar al golf con quien se lo remunerara, y siempre pedía que fuera en efectivo.

En cualquier caso, para Fred Goldman, padre del fallecido Ron Goldman, el dinero no es lo más importante. “El dinero no es la cuestión, nunca lo ha sido”, recogía la agencia AP. “Es asegurarse de que un hombre, el que asesinó a mi hijo y a Nicole, sea considerado responsable por un tribunal”. De hecho, ya en 1997 Goldman afirmó que renunciaría a toda la indemnización (que, en cualquier caso, nunca cobró) a cambio de una confesión firmada de Simpson. En People, Goldman declaraba: “Para nosotros, esto solo es un recordatorio del tiempo que llevamos sin Ron, de cuánto le hemos echado de menos, nada más que eso. Eso es lo único importante hoy. Es el dolor que llevamos sintiendo desde entonces y hasta ahora. Hoy no hay nada más importante que la pérdida de mi hijo y de Nicole. Nada es más importante que eso”.



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