Al Bano: “Romina y yo fascinábamos porque lo nuestro era verdadero y la gente necesita verdad en sus vidas”
El cantante, que concursó dos veces en Eurovisión con su exmujer, está en España para presentar gira
Al Bano (Cellino San Marco, Italia, 1943) recuerda perfectamente el día que decidió dejar su vida de humilde agricultor en el campo, en la región italiana de Puglia, para probar suerte en la música. “Fue el 5 de mayo de 1961 y tenía 17 años. Me fui al norte, a Milán, con la idea de convertirme en cantante. No conocía a nadie, pero me conocía a mí mismo”, explica en conversación con EL PAÍS. “Fue un viaje rumbo a lo desconocido. Lo hice pensando en Cristóbal Colón y Marc...
Al Bano (Cellino San Marco, Italia, 1943) recuerda perfectamente el día que decidió dejar su vida de humilde agricultor en el campo, en la región italiana de Puglia, para probar suerte en la música. “Fue el 5 de mayo de 1961 y tenía 17 años. Me fui al norte, a Milán, con la idea de convertirme en cantante. No conocía a nadie, pero me conocía a mí mismo”, explica en conversación con EL PAÍS. “Fue un viaje rumbo a lo desconocido. Lo hice pensando en Cristóbal Colón y Marco Polo. Dentro de mí había una voz que me decía: ‘Insiste porque esta será tu vida”. Insistió, empezó a cantar y nunca más paró. Hoy, a sus 80 años, es una leyenda viva de la canzone italiana: casi seis décadas de carrera, más de 50 discos a sus espaldas y éxitos inmortales como Felicità, Sharazan o Ci sarà. Juvenil y ágil, Al Bano ha venido a Madrid para promocionar È la mia vita, la gira que el próximo mes de marzo lo llevará por toda España: el Teatro Real, el Coliseum de Barcelona, el Palacio de Congresos de Valencia, el Palacio de la Ópera de A Coruña…
Pregunta. Felicità es un himno a la felicidad. ¿Qué cosas le hacen feliz?
Respuesta. Cantar.
P. Además de cantar.
R. Vivir, amar, viajar, estar con mi familia.
P. ¿Y qué le entristece?
R. La inutilidad de la guerra. El cerebro humano debería cancelar la idea de la guerra. ¿Cuántas vidas se han perdido ya en nombre de unos ideales destructivos? Lo que estamos viendo en Israel y Gaza y en Rusia y Ucrania me da mucha lástima. No está ganando la fuerza de las ideas; está ganando la fuerza de la destrucción.
P. Han pasado 25 años desde que dejó de cantar con Romina Power, pero le seguimos preguntando por ella.
R. Ella dejó de cantar conmigo.
P. ¿Por qué nos sigue fascinando la pareja que formaban Al Bano y Romina?
R. Éramos un dúo humano y artístico excepcional y me sigue dando lástima que se haya acabado. Romina y yo fascinábamos al público porque lo nuestro era verdadero y la gente necesita verdad en sus vidas. Si alguien me pregunta por qué terminamos, no sabría responder. Lo decidió ella. En su familia la palabra “divorcio” era la normalidad. Su padre se había divorciado tres veces, su madre se había divorciado dos veces… Yo sabía que antes o después íbamos a acabar divorciados, pero para mí fue antes de lo esperado.
P. Romina y usted concursaron dos veces en Eurovisión. ¿Le han hablado sobre la polémica que hay con Zorra, la canción que presentará España en el festival?
R. ¿Zorra?
P. Sí, Zorra… stronza.
R. No la escuché. Pero en Italia ocurre lo mismo. Más palabras fuertes pones en una canción, mejor te va.
P. Usted empezó su carrera en una época gloriosa de la canción italiana: Celentano, Modugno, Nicola di Bari, Mina… ¿Qué opina de las nuevas generaciones?
R. Hay que aceptarlas. La música es el espejo del momento. Ahora todo es por ordenador, incluida la música. La música actual es hija de la computarización de la humanidad.
P. ¿Sabía que van a hacer una serie sobre la vida de Julio Iglesias? ¿Le han ofrecido algo parecido?
R. Sí, me lo han ofrecido. Pero vamos a ver qué quieren hacer con mi vida.
P. ¿Cuál sería el capítulo más duro?
R. Ya lo conocen todos [una de las hijas que tuvo con Romina, Ylenia, desapareció en circunstancias misteriosas en 1994]. Mi infancia también fue dura, aunque yo no me daba cuenta. Esa dureza fue el propulsor que me llevó a decidir: “No quiero vivir en esta tierra. No quiero llevar esta vida. Quiero escapar”. Y escapé. Compuse una canción dedicada a mi padre, agricultor y gran hombre, que se titula La zappa picca pane pappa. En ella cuento que con el trabajo de campesino no puedes ir a ningún lado: te quedas donde estás y te mueres donde estás.
P. Usted ha llegado lejos. Incluso tiene su propia marca de vinos.
R. Sí, en mayo voy a inaugurar mi nueva bodega. Está cerca de mi casa, cerca de Brescia. Va a producir cinco millones de botellas de vino al año. Es bellissima.
P. ¿Se gana más dinero cantando o vendiendo vino?
R. Con la música se gana más, gracias a Dios. Pero tengo 80 años y tengo que empezar a pensar en mi vejez.
P. ¿Ya está pensando en la jubilación?
R. No, pero más vale prevenir que curar. Hace 15 años instalé un ascensor en mi casa, pensando en la vejez. Siempre me ha gustado ser previsor.
P. ¿Y usa el ascensor?
R. No, no lo uso. Sigo usando las escaleras. Pero ahí está el ascensor, por las dudas...