Tres reinas, una princesa y dos primeras damas se reúnen en Buckingham contra la violencia de género

Por primera vez desde su proclamación como reina consorte en septiembre, Camila ha ejercido como anfitriona y ha acogido en el palacio de Buckingham una recepción oficial, a la que no han faltado mujeres de la realeza mundial como Matilde de Bélgica, ...

Por primera vez desde su proclamación como reina consorte en septiembre, Camila ha ejercido como anfitriona y ha acogido en el palacio de Buckingham una recepción oficial, a la que no han faltado mujeres de la realeza mundial como Matilde de Bélgica, Rania de Jordania, la princesa Mary de Dinamarca y la condesa Sofía de Wessex. Un evento que ayudará a crear conciencia sobre la violencia contra las mujeres y las niñas, todo como parte de los 16 días de activismo organizados por las Naciones Unidas, una campaña anual de la ONU para visibilizar la cuestión que arrancó el 25 de noviembre.

Todas ellas están involucradas en la erradicación de la lacra de la violencia contra las mujeres. La reina Matilde de Bélgica, esposa del rey Felipe, está muy concienciada con la posición de la mujer en la sociedad; Mary de Dinamarca, mujer de Federico, el heredero al trono, trabaja desde hace año para promover la igualdad y los derechos de niñas y mujeres en todo el mundo; Rania de Jordania (esposa desde hace tres décadas de Abdalá II de Jordania) es un referente que lucha para lograr el empoderamiento femenino en la religión y, en su caso, en el mundo árabe; y la condesa de Wessex, esposa del príncipe Eduardo (hijo menor de Isabel II) se centra en prevenir la violencia sexual en los países que están en una situación delicada por las guerras.

A la recepción en palacio han asistido alrededor de 300 personas, que en menor o mayor medida están involucradas en la lucha por acabar con la discriminación y las agresiones contras las mujeres que suceden por todo el mundo. Se han reunido rostros conocidos como la exintegrante de las Spices Girls Mel B, la actriz británica Hayley Atwell, la periodista Fiona Bruce y también y de forma destacada las primeras damas de Sierra Leona, Maada Bio, y la de Ucrania, Olena Zelenska, quien ha aportado su experiencia personal en el conflicto bélico de su país. No han faltado tampoco supervivientes y familias de la violencia de género, además de políticos, embajadores y representantes de ONG con las que colabora la reina como SafeLives, Women’s Aid y Refuge.

“Durante más de 10 años, la reina consorte ha puesto de relieve las organizaciones que apoyan a las víctimas de violación, agresión sexual y violencia doméstica, realizando numerosas visitas para aprender más sobre los temas, conocer a los supervivientes y destacar la valiosa contribución hecha por personas y organizaciones benéficas en esta área”, señala un comunicado emitido por casa real británica. Camila lleva colaborando por la defensa de los derechos de las mujeres desde hace años, ya sea visitando centros con víctimas, asistiendo a charlas... y ahora, como reina consorte, su implicación continúa al mismo nivel. La esposa del monarca visitó por primera vez un centro de crisis para víctimas de violación hace justo 13 años. Las historias que escuchó le causaron tanto impacto que desde entonces se ha centrado en crear conciencia de la violencia sexual y doméstica.

“Nos unimos hoy para enfrentar, con razón, lo que se ha denominado una pandemia mundial de violencia contra las mujeres. Frente a tales desafíos, puede ser difícil saber qué pasos prácticos podemos tomar para marcar la diferencia”, ha defendido Camila en su discurso. También quiso reivindicar la memoria de aquellas mujeres que ya no están y que fueron víctimas de la violencia: “Recordamos a Brenda Blainey, Miriam Kamara, Lucy Powell, Samantha Drummonds [...], Jillu Nash y su hija Louise, de 12 años. Estas mujeres, trágicamente, ya no pueden hablar por sí mismas. Pero escuchamos a las que todavía pueden“, ha señalado la reina, recordando los nombres de algunas de las mujeres fallecidas. “He aprendido de mis charlas con estas valientes supervivientes, que lo que quieren, es ser escuchadas y que se les crea para evitar que les pase lo mismo que a otras”.