Lo que oculta el pazo de Meirás: la mudanza más blindada de la historia
Los valiosos enseres que reclaman los Franco son el exponente de un pasado burgués, cosmopolita, nobiliario y político en España
Ninguno de los edificios de estilo arquitectónico similar iguala al pazo de Meirás (Sada, A Coruña). Pero el capital que alberga en su interior, y que ha estado en la diana mediática de la familia del dictador Francisco Franco durante los últimos 40 años, es también incalculable y en su mayor parte todavía desconocido.
Los lujos y la leyenda de esta pétrea mansión que fue un apéndice del palacio de El Pardo durante los veraneos de Franco como jefe del Estado y, hasta hace apenas un año, el punto de encuentro de la...
Ninguno de los edificios de estilo arquitectónico similar iguala al pazo de Meirás (Sada, A Coruña). Pero el capital que alberga en su interior, y que ha estado en la diana mediática de la familia del dictador Francisco Franco durante los últimos 40 años, es también incalculable y en su mayor parte todavía desconocido.
Los lujos y la leyenda de esta pétrea mansión que fue un apéndice del palacio de El Pardo durante los veraneos de Franco como jefe del Estado y, hasta hace apenas un año, el punto de encuentro de la jet set familiar que conformaron sus nietos y herederos, quedarán en evidencia en un inventario de bienes aún inédito. La exposición más íntima de la familia está en manos de una juez de A Coruña, la misma que ha exigido a los hermanos Franco la entrega del pazo el 10 de diciembre, fallo que todavía no es firme. También le toca la decisión salomónica de qué hacer con todo lo que hay dentro.
El desembarco de la comitiva de hasta cinco administraciones públicas en la intimidad del pazo (el Estado, la Xunta, la Diputación y los Ayuntamientos de Sada y A Coruña) ha sorprendido a los herederos tanto o más que la sentencia de desalojo. El detonante se ha producido cuando trascendió que los hermanos iban a proceder a la mudanza en decenas de camiones. La familia no solo se enfrenta a la defensa de lo que consideran su patrimonio particular, sino que reclaman como propio todo su contenido.
El siguiente paso de los Franco se conoció el miércoles en sede judicial, en medio de una gran expectación por saber qué hay allí y de qué forma demandantes y demandados lo reclamarán como suyo, para evitar que esto pudiera terminar en un regateo de mercadillo. Pero los hermanos Franco han sorprendido con su propuesta al pedir “un precio razonable” o “simbólico”, por el contenido, dando como hecho que les pertenece, aunque sin concretar el valor de la oferta.
Se abre así un paréntesis para el futuro del exponente de “un pasado burgués, cosmopolita, nobiliario y político” en España, tal y como lo catalogaron los expertos de la Xunta para declararlo en 2008 bien de interés cultural (BIC), por encima de cualquier consideración arquitectónica. Un conjunto de elementos que “contienen en sí mismos la memoria de momentos importantísimos de la historia de Galicia y del Estado” y está “asociado con dos personalidades de gran notoriedad”, Emilia Pardo Bazán, que los mandó construir a finales del XIX, y Francisco Franco, según la Xunta.
Su valor radica en que son la “fantasía personal” de la escritora y, al mismo tiempo, “la residencia estival” del mandatario donde “tuvieron lugar numerosos consejos de ministros, visitas de Estado, recepciones oficiales y actos que fueron llenando una vida histórica que superó sobradamente el marco geográfico de la Galicia de Pardo Bazán”, señalan los expertos.
Pese a todo, la Xunta de Galicia no controló la entrada y salida de bienes de este emblema de la época dorada de la familia del dictador después de tantos años de reivindicaciones políticas y sociales. Ahora, los vaivenes sobre la propiedad y cómo esta llegó a manos de la familia Franco forman parte de una exposición gráfica promovida por la Comisión por la Recuperación da Memoria Histórica da Coruña (CRMH), en colaboración con el Ayuntamiento y la diputación provincial.
La muestra inaugurada este viernes explica los diferentes usos que tuvo el pazo hasta que los Franco lo sumaron a su patrimonio, así como el proceso democrático de recuperación. Desde la venta de la propiedad por los herederos de Pardo Bazán al Ayuntamiento de Sada, en 1938, hasta que fue donada al dictador, pasando por los actos públicos y privados, como las bodas de los nietísimos y demás descendientes que allí se celebraron. En su demanda, Sada alega que la escritura de compraventa incluía “todo cuanto dentro del edificio exista” para reclamar toda la propiedad.
Sigue a la venta por ocho millones
La mudanza de Meirás se ha convertido en un capítulo inesperado para los actores del proceso, ya que no estaba previsto en los fundamentos jurídicos de la demanda contra los Franco para que entreguen el pazo. De hecho, la propiedad se encuentra todavía a la venta en la web inmobiliaria Mikeli por importe de ocho millones de euros. Un dato que consta en las diligencias del caso como Documento nº 41, uno de entre las decenas que los demandantes aportan para dejar claras las intenciones de los herederos del Caudillo y como alegato de que el inmueble le corresponde al Estado.
Con un gran despliegue fotográfico, Mikeli Luxury Real Estate destaca que la inclusión del pazo de Meirás en su catálogo supone “un gran hito profesional para la empresa” al tratarse de “un lugar emblemático y muy conocido no solo en España sino también fuera de nuestro país”. “Fue residencia de la célebre escritora gallega Emilia Pardo Bazán y de Francisco Franco, jefe del Estado, y su familia”, refiere.
“Además, conserva intactos los detalles propios de la época: cuadros, recuerdos de todo tipo, una magnífica biblioteca… Constituye, en suma, un recinto extraordinario y lleno de historia”, incide la inmobiliaria. Y subraya que Meirás “es un referente de las viviendas de lujo y los inmuebles más especiales”. “De máxima calidad de vida”.