El regreso de Ana Obregón tras el año más negro de su vida
Cuando se cumplen seis meses de la muerte de Álex, su único hijo, la actriz ha anunciado que presentará las Campanadas para “agradecer el gran apoyo y cariño” que ha recibido
El mundo entero recordará el 2020 como aciago y cargado de dificultades. Pero quienes han perdido a alguien querido a lo largo de este año no lo olvidarán y están deseando cerrarlo. La actriz y presentadora Ana García Obregón es uno de ellos. El pasado mes de mayo perdió a su único hijo, Álex Lequio, con tan solo 27 años, después de dos años de tratamiento contra el cáncer. Ahora, Obregón va a cerrar el año a lo grande, pero también con un gesto que demuestra que ve ...
El mundo entero recordará el 2020 como aciago y cargado de dificultades. Pero quienes han perdido a alguien querido a lo largo de este año no lo olvidarán y están deseando cerrarlo. La actriz y presentadora Ana García Obregón es uno de ellos. El pasado mes de mayo perdió a su único hijo, Álex Lequio, con tan solo 27 años, después de dos años de tratamiento contra el cáncer. Ahora, Obregón va a cerrar el año a lo grande, pero también con un gesto que demuestra que ve la luz al final del túnel y que quiere volver a trabajar: presentará en La1 las Campanadas de fin de año desde la Puerta del Sol.
Obregón despedirá el tristemente inolvidable 2020 en Televisión Española y lo hará acompañada de Anne Igartiburu, uno de los principales rostros de la cadena pública y que ha sido la encargada de cambiar de año en 18 ocasiones (16 consecutivas en TVE y otras dos en ETB), ya sea junto a Ramón García, Roberto Leal, Imanol Arias.... Esto supondrá para Obregón una de sus primeras apariciones televisivas —ola primera, si es que en este mes y medio que queda no aparece en ningún programa, como ha hecho hasta ahora— tras la muerte de Álex. Un punto y aparte para ella, que es a la vez un trabajo, una ilusión y una forma de avanzar.
Esta es la primera vez que dos mujeres presentan las Campanadas, ya sea en cadenas públicas o privadas. Un hito que ha querido resaltar Igartiburu en el comunicado emitido por RTVE. En él ha afirmado que “vivirlo junto a Ana García Obregón es aún más emocionante por lo que ella supone en nuestra casa y porque además de estar dos mujeres, algo que siempre soñé, ella dará mucha fuerza a tantas y tantas familias que se identifican con su valentía. Estas Campanadas sonarán con fuerza y coraje para todos”.
Esta será la cuarta ocasión en la que Obregón, de 65 años, hará de anfitriona del evento. Ya lo hizo en 1994 junto a Joaquín Prat y acompañada por Ramón García en 1995 y 2004. Pero este año será muy distinto para ella, porque supondrá su regreso a la cadena después de seis años, cuando presentó durante un corto espacio de tiempo el programa de variedades Sábado sensacional, no exento de críticas. Eso con la excepción del programa Masterchef Celebrity, en el que fue concursante durante unos meses a finales de 2019.
Este año Obregón ha sido mucho más que una intérprete, un rostro televisivo o la protagonista de muchas portadas en las revistas del corazón. Se ha convertido en una mujer luchadora, madre coraje que ha sufrido el peor de los padecimientos con la pérdida de su hijo. Los mismos que la etiquetaron como divertida y ligera, y la asociaron con sus posados en bikini, sus amoríos y fantasías, la han visto convertirse en uno de los suyos, una mujer triste, cansada, doliente, que ha tenido que superar no solo la muerte de su hijo, sino tener que despedirle en plena pandemia del coronavirus, sin apenas apoyos, acompañada solo de los más íntimos. Y por eso un país entero le ha trasladado todo su cariño, que ahora se ha visto recompensado con el regalo de volver a ponerse ante las cámaras para ser vista por cinco o seis millones de personas que quieren no solo superar su mal año, sino ayudarla a ella a pasar página.
El romance de la actriz y presentadora con TVE empezó en los años ochenta, cuando interpretó diversos papeles en algunas series como Anillos de oro. En los noventa y ya asentada como un personaje popular volvió a la cadena en tono de comedia con series como Juntas, pero no revueltas, Hostal Royal Manzanares o A las once en casa, y sobre todo como exitosa presentadora junto a Ramón García de ¿Qué apostamos? Su último gran idilio con el ente público tuvo lugar a mediados de los 2000, cuando emitió la serie que creó y protagonizó, Ana y los siete, entre 2002 y 2005. Después llegaron un par de programas, pero Obregón tiró por otros derroteros y la cadena prefirió buscar rostros diferentes. Hasta ahora.
“Retransmitir las campanadas de fin de año un año más en mi casa, Televisión Española, es un privilegio que no podía rechazar", ha asegurado Obregón en un comunicado hecho público por Televisión Española y que deja entrever que la toma de contacto ha llegado por parte de la cadena, que no de ella, aunque después ha matizado a través de su perfil de Instagram que la idea también ha sido de su amiga y representante, Susana Uribarri. "Me emociona despedir este año tan difícil para España y para mí; de esa forma espero poder agradecer el gran apoyo y cariño que he recibido por todos. Empezar este 2021 con todos los españoles será un verdadero honor”, ha afirmado.
Algo que remacha, con delicadeza, Igartiburu en sus palabras, asegurando que empezar juntos el 2021 y hacerlo junto a la presentadora “toma un sentido muy especial”. "No somos los mismos ni damos las cosas tan por sentado. Brindaremos por lo aprendido y recordaremos a los que se nos fueron. Aunaremos la emoción para tomar fuerzas sabiendo que juntos todo es más llevadero. Y que ayudar, nos ayuda también a nosotros. En ese balcón estaremos todos, toda la familia de TVE con los espectadores”.
En él también estará Ana Obregón tras haber pasado el desierto que han marcado los meses de ausencia de su hijo Álex, por quien ella dejó todos sus compromisos mientras duró la enfermedad y cuya temprana muerte la ha sumido en una tristeza de la que ha dado cuenta en cada una de las publicaciones en sus redes sociales. Porque desde que Álex murió el 13 de mayo su madre solo ha tenido palabras para recordarle. Ahora se atisba una ventana de esperanza para que su vida continúe a pesar del dolor eterno de su ausencia.