David Sherborne, el más temido abogado por los tabloides británicos
El afán de protagonismo del letrado causa irritación entre sus colegas de profesión, pero tiene una larga cola de clientes famosos entre los que se encuentran Johnny Depp, Meghan Markle y Kate Moss
Si a alguien tienen que temer los tabloides británicos ese no es otro que el abogado David Sherborne. Este letrado de 52 años particularmente conocido en el sector y en la prensa por su amplia práctica en cuanto a gestión reputacional es al que recurren muchos rostros conocidos cuando se trata de casos de difamación, privacidad o confidencialidad contra medios de comunicación. Dicen que tiene a Harry Styles y Hugh Grant en la...
Si a alguien tienen que temer los tabloides británicos ese no es otro que el abogado David Sherborne. Este letrado de 52 años particularmente conocido en el sector y en la prensa por su amplia práctica en cuanto a gestión reputacional es al que recurren muchos rostros conocidos cuando se trata de casos de difamación, privacidad o confidencialidad contra medios de comunicación. Dicen que tiene a Harry Styles y Hugh Grant en la marcación rápida de su teléfono y en su larga lista de clientes se encuentran el matrimonio formado por Michael Douglas y Catherine Zeta Jones, los Beckham, los Trump, los Clinton, Diana de Gales, la escritora J. K. Rowling, Jude Law, Sienna Miller, Amy Winehouse, Kate Moss o Elton John, entre otros muchos.
Ahora, ha vuelto a ser el centro de atención de los medios de comunicación gracias a dos casos de alto perfil en los que está trabajando, representando no solo a la duquesa de Sussex en su caso contra The Mail on Sunday, sino también a Johnny Depp en su demanda por difamación contra The Sun. En ambos, espera que el juez encuentre a los periódicos culpables de invadir la privacidad de sus clientes y escribir falsedades sobre ellos. Estas tres últimas semanas las ha dedicado a defender al actor de Piratas del Caribe, quien interpuso una demanda contra The Sun por calificar a Depp de marido violento en un artículo de 2018 en el que se dio por cierto que el intérprete ejerció la violencia contra su exesposa, la actriz Amber Heard. El juicio, cuyo comienzo se demoró debido a la pandemia del coronavirus, ha quedado visto para sentencia.
Pero Sherborne sonríe tranquilo cuando a las puertas de la corte de Londres es preguntado por sus sensaciones de cara a la sentencia final. Y sus éxitos anteriores lo avalan. Entre algunos de los casos más conocidos de personajes contra medios en los que ha participado está el que enfrentó a Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones contra la revista británica Hello! en 2003 por publicar unas imágenes robadas de su boda cuando ellos habían vendido la exclusiva a OK, otra publicación especializada en famosos. La pareja de actores logró entonces una indemnización de siete millones de euros. También consiguió que News of the World pagara más de 76.000 euros al que fuera presidente de la Federación Internacional del Automóvil, Max Mosley, por un caso de difamación al publicar en 2008 que participó en una orgía de temática nazi. Pero su nombre se hizo especialmente conocido en 2013, cuando defendió a Hugh Grant en la llamada comisión Levenson, celebrada por el juez del mismo nombre tras el escándalo de las escuchas ilegales de, de nuevo, el ya desaparecido tabloide News of the World.
No solo sus victorias —ni sus clientes— hacen que este abogado británico acapare gran parte de la atención en cada uno de sus casos. Su cuidado y estudiado peinado, sus camisas ajustadas, sus trajes a medida y de diseño, su exagerada teatralidad frente al estrado e, incluso, su coqueteo con el juez, han convertido a “Sherbs” o “Orange Sherbet”, como se le conoce por su perpetuo bronceado de caoba, en una estrella más en los juzgados. Según recoge The Times, David Sherbone tiene la reputación de ser, en palabras de un excolega de profesión, “realmente bastante irritante”.
Procede de una familia de abogados, en 1990 se graduó con honores en la Universidad de Oxford y se especializó en el College of Law de Londres. Según gente de su entorno, Sherborne es de personalidad cálida y comprensiva aunque su estilo con los clientes es “jocoso” y, a diferencia de otros congestionados bufetes de abogados, el suyo, 5RB, dispone de “una gran mesa de cristal enorme, una máquina Nespresso y obras de arte colgadas en las paredes”. “Le gusta presentar una personalidad divertida y extrovertida y busca mucho llamar la atención. El resto de abogados eran hipercríticos porque él rompiera las reglas en los juzgados”, dice este mismo excolega al diario británico.
La vida privada de Sherborne es tan colorida como la de sus clientes famosos. Tiene dos hijos con su primera esposa y uno con su segunda, a quien conoció cuando ella era una abogada junior en la firma de abogados de medios Harbottle & Lewis. Su última pareja conocida es Carine Patry Hoskins. Su romance fue controvertido pues ella era una de las investigadoras del equipo de Levenson y su relación sentimental llegó a poner en duda el proceso del escándalo de las escuchas ilegales. Su idilio se hizo público cuando viajaron juntos a la isla griega de Santorini en agosto de 2012, momento en el que los dos pasaban por un proceso de divorcio. Ambos insistieron en que su relación comenzó después de que finalizara el proceso y, desde entonces, David Sherborne ha hecho de su lucha contra la prensa amarilla una auténtica batalla personal.