Manuel Falcó, el banquero estrella que se convertirá en marqués de Griñón

El hijo mayor de Carlos Falcó triunfa en Londres como economista pero mantiene una estrecha relación con su familia y los negocios de su padre

Manolo Falco en la Feria Arco, en Madrid el pasado 28 de febrero.Europa Press Entertainment (Europa Press via Getty Images)

Manuel Falcó, 55 años, es el primogénito de Carlos Falcó marqués de Griñón, marqués de Castel-Moncayo y Grande de España, pero su vida, desde hace más de 20 años está dedicada a la banca. Un terreno en el que ha sido calificado por Financial Times como uno de los 10 financieros más influyentes de Europa. Su padre, que falleció el 20 de marzo a causa del coronavirus se...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Manuel Falcó, 55 años, es el primogénito de Carlos Falcó marqués de Griñón, marqués de Castel-Moncayo y Grande de España, pero su vida, desde hace más de 20 años está dedicada a la banca. Un terreno en el que ha sido calificado por Financial Times como uno de los 10 financieros más influyentes de Europa. Su padre, que falleció el 20 de marzo a causa del coronavirus se henchía de orgullo cuando hablaba de él, como lo hacía cada vez que repasaba la personalidad de cada uno de sus cinco hijos. En 2015 durante una larga charla con este periódico se le pidió que describiera brevemente a cada uno de ellos, la frase que eligió para Manuel resume su carácter: “Es buen banquero y gran persona, que no es obvio”.

Manuel fue nombrado codirector global de banca de inversión del grupo Citi en septiembre de 2018, un puesto de un nivel en el que hay pocos españoles en el mundo, pero para su padre era sobre todo un buen compañero de caza, un asesor financiero e incluso un socio para los negocios. Esos que le llevaron a innovar, sin ver nunca el techo, en el mundo del vino y el aceite, los mismos que le han deparado prestigiosos premios pero también un continuo ir y venir de inversiones que no siempre han resultado fáciles para la familia. "A las mujeres les gusta la sensación de seguridad, y en cualquier proyecto empresarial de este tipo hay momentos difíciles, todas las travesías del desierto que quieras”, afirmó Carlos Falcó cuando se le preguntó si su pasión emprendedora podría haber influido en sus tres matrimonios fallidos.


Carlos Falcó y su hija Xandra en un evento en Madrid en septiembre de 2017. Europa Press (Europa Press via Getty Images)

Manuel será, cuando pase el tiempo de luto que la familia está viviendo desde la inesperada muerte de su progenitor, el heredero de esos títulos nobiliarios. Una herencia que probablemente nunca ha perseguido ni casa demasiado con su estilo de vida, pero que forma parte de una historia que se remonta a 1682, en el caso del marquesado de Castel-Moncayo, y a 1862 en el caso del de Griñón, títulos concedidos por Carlos II e Isabel II respectivamente. Es hijo del primer matrimonio de Carlos Falcó con Jeannine Girod. Nació en Woodland (California), donde sus padres se habían instalado temporalmente. Él y su hermana, Xandra, se quedaron con el padre cuando su madre se separó del marqués y vivieron la llegada a la familia de Isabel Preysler, el nacimiento de su hermana Tamara, y ya más en la distancia por la edad que tenían, el nuevo matrimonio de su padre con Fátima de la Cierva y la incorporación de dos nuevos hermanos, Duarte y Aldara. Menos una época de rechazo hacia Isabel Preysler, cuyo romance con el exministro de Hacienda Miguel Boyer dejó destrozado a su padre, esta familia ha conseguido mantenerse unida en la distancia y en el respeto. “Tengo muy buena relación con mis ex y creo que la base fundamental es que dedico mucho tiempo a mis hijos. También se trata de saber comunicarse", afirmó Carlos Falcó hace casi cinco años para explicar la estrecha relación que unía a esta familia diversa.

Lo que entonces nadie podía imaginar es que el padre volvería a casarse a los 80 años con Esther Doña, 42 años más joven que él y poco o nada aceptada, especialmente por los tres hijos mayores del marqués de Griñón. Quienes conocen el entorno familiar aseguran que nadie se casa a esa edad sin dejar organizado su patrimonio, y de hecho la misma Esther Doña declaró a la revista ¡Hola! que había firmado un acuerdo prematrimonial antes de su boda. Lo más probable es que reciba una pensión vitalicia y que el resto de los bienes vayan a parar a los cinco hijos de Carlos Falcó, a quienes una vez más asesorará el mayor en sus inversiones.

Manuel cambiará poco su vida, que se desarrolla mayoritariamente en Londres, donde reside en una casa en el barrio de Chelsea. Allí vive junto a su mujer, Amparo Corsini y sus tres hijos, Carlos, Manuela y Mariana. La pareja, que se casó en 1999 en la capilla familiar de la Quinta Casa de Vacas, en Toledo, son además parte de esa nueva alta sociedad, culta, discreta y nada proclive a hacer alardes de su holgada situación económica. Corsini era la jefa de Publicidad de la revista Vogue hasta que se mudaron a Londres y sigue viniendo mucho a España para visitar a su familia y a su grupo de amigas entre las que se encuentran las modelos Eugenia Silva y Blanca Suelves. Su esposo, a pesar de su ajetreado trabajo que le obliga a desplazarse mucho a Nueva York, tampoco ha perdido el contacto con España donde recala a pasar temporadas en Madrid, en la urbanización gaditana de Sotogrande y en la finca de Toledo favorita de su padre, donde él también tiene su propia casa.

Allí se encuentra la bodega familiar y la almazara de donde salen los vinos y aceites que tanto amaba su padre y en los que estaba implicada de forma muy directa su hermana Xandra. Si como decía Carlos Falcó sembró amor y concordia entre sus hijos, no habrá problemas con la herencia o se resolverán con la discreción de quien siempre ha preferido figurar en los periódicos económicos que en la prensa rosa. Manuel Falcó ya se había implicado en los últimos años en los negocios de su padre. De hecho la sociedad que agrupa gran parte de la actividad vinícola de sus bodegas, Marqués de Griñón Family Estates –y que consta como propietaria de la gran finca de la familia, la Quinta Casa de Vacas– ya estaba administrada al 50% por dos sociedades, The Haciendas-Company Limited y Cotos el Valle del Pusa S.L., esta última propiedad al 100% del mayor de los herederos de Carlos Falcó.

Existen otras propiedades valiosas: el Palacio del Rincón en Aldea del Fresno (Madrid), una finca de 123 hectáreas con la edificación en la que aún vive la reciente viuda de Carlos Falcó y que se dedica en parte a la celebración de eventos. El 33% de la propiedad del Palacio de Mirabel en Plasencia, una construcción renacentista que está abierta al público y la finca La Barquilla en Navalmoral de la Mata, de la que Falcó conservaba el 66%. Historia que hay que mantener y lugares que sus hijos recordarán porque hicieron feliz a su padre, el noble que no se resignó nunca a quedarse quieto.

Sobre la firma

Más información

Archivado En