Pollo con almendras, un clásico de restaurante chino
Los primeros locales de cocina china que llegaron a España occidentalizaron algunas recetas para adaptarlas a paladares no acostumbrados a sabores intensos. Uno de los platos más típicos es precisamente el que te traemos hoy, con sus almendras y su salsa agridulce y umami
No es un secreto para nadie que la comida que se sirve en muchos los restaurantes chinos de España no tiene demasiado de china (aunque otros siguen las recetas originales a rajatabla). Lo podemos dejar, si queréis, en comida chino-española: suelen ser platos que sí existían en su versión primigenia en China, pero cuando se importaron a España en los 90 para los primeros restaurantes asiáticos se occidentalizaron para adaptarlos a paladares no acostumbrados a sabores fuertes (estoy seguro de que a mi abuela, en aquellos tiempos, la pimienta sichuanesa no le habría hecho mucha gracia).
Que no sean platos chinos auténticos no quiere decir que no estén muy buenos: hay restaurantes y restaurantes, como en todas las gastronomías. Unos son un poco así-asá, pero en otros se sirven auténticas maravillas. Hoy, en El Comidista, os traemos el favorito de muchos amantes del táper blanco cilíndrico: el pollo con almendras, con su salsa agridulce y umami que se pega a los labios, verduras al dente y pollo imposiblemente jugoso y tierno.
En la receta le doy un marinado previo con clara de huevo, bicarbonato y maicena, un proceso que se lleva a cabo en la mayoría de carnes que se sirven en restaurantes chinos que se llama aterciopelado. Si puedes recordar la textura que tienen esas carnes, tan característica, entenderás el por qué de ese nombre: el marinado se encarga de hacer que quede mucho más tierna por dentro, y además suave por fuera. Puedes omitir este paso previo y cocinar el pollo directamente, pero vale mucho la pena y solamente te va a llevar media hora.
Tiempo: 35 minutos
Dificultad: Cero, negativa, inexistente
Ingredientes
Para 4 personas
Para la salsa
- 3 cucharadas de salsa de ostras
- 1 cucharada de salsa de soja
- 2 cucharadas de vino de arroz (sustituible por vino de Jerez)
- 1 cucharada de azúcar
- 3 cucharadas de vinagre de arroz o blanco
- 100 ml de agua
- 2 cucharaditas de maicena
Además
- 5 contramuslos de pollo deshuesados
- 2 pimientos
- 1/2 cebolla grande
- 3 dientes de ajo
- 3 cm de jengibre fresco
- 100 g de almendras peladas crudas
- Sal
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 1 huevo (L)
- 2 cucharillas de maicena
- Aceite de girasol
Instrucciones
Cortar los contramuslos en trozos de bocado y ponerlos en un bol junto a la clara del huevo, el bicarbonato, una pizca de sal y la maicena. Mezclar y dejar marinar al menos 30 minutos.
Mientras, cortar los pimientos y la cebolla en trozos de bocado, y picar el ajo y el jengibre finitos.
Mezclar todos los ingredientes de la salsa y reservarla.
En una sartén sobre fuego medio-alto, añadir abundante aceite de girasol y cocinar el pollo marinado, sin moverlo demasiado para que se dore por fuera, unos cuatro minutos en total.
Sacar el pollo de la sartén, subir el fuego a alto, añadir los pimientos y la cebolla y saltearlos durante dos minutos.
Bajar el fuego a medio, añadir el ajo y el jengibre, mezclarlos y saltearlos durante 30 segundos, hasta que sean muy aromáticos pero con cuidado de no quemarlos.
Devolver el pollo a la sartén junto a las almendras y saltear todo durante un minuto.
Añadir la salsa, mezclar, y cocinar sobre fuego medio durante uno o dos minutos, hasta que la salsa se espese. Si se espesa demasiado, añadir agua para ajustar la consistencia.
Servir inmediatamente al lado de arroz blanco, o guardar en tuppers hasta tres días en la nevera.
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