Cochinillo perfecto en tres pasos

¿Sabías que el cochinillo es uno de los asados más fáciles de hacer? Con seguir tres normas básicas es suficiente: el resto del trabajo lo hace tu horno.

Sabor intenso, piel crujiente y carne tierna como la mantequilla: éstas podrían ser las claves que han convertido al cochinillo asado en una exquisitez mítica dentro de la gastronomía cerduna. Como es una carne excepcional, que tomamos más en ocasiones que como plato de diario, tendemos a pensar que es difícil de hacer, y que necesitamos años de experiencia y hornos gigantescos para que nos salga bien. Nada más lejos de la realidad.

Quizá no alcancemos la perfección absoluta de los grandes asadores castellanos, pero preparar un cochinillo más que digno en casa no tiene demasiados misterios. Basta con seguir ciertas normas en los tres pasos fundamentales de su elaboración: el aderezo, el horneado y el dorado. El que más currará preparando un cochinillo será tu horno, y por si fuera poca ventaja, casi todo lo podrás hacer con antelación hasta el toque final, lo que convierte a este cerdito en un gran candidato a plato navideño sin estreses ni mogollones de última hora. ¿Quieres saber cómo se hace? Pues mira el vídeo, que sólo perderás un minuto de tu agitada vida.

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