Té matcha con granizado de mango
El té japonés matcha es una especie de bomba antioxidante y diurética, por lo que si te preocupan estas cuestiones, ya estás tardando en probarlo. Se cultiva en la primavera y se muele una vez seco, sin fermentarlo. Su fuerte color verde es debido a que, varias semanas antes de la cosecha, se protege del sol con unas telas para retrasar su crecimiento, lo que aumenta también su contenido en aminoácidos y disminuye su amargor.
Este laborioso proceso hace que este té no sea precisamente barato. Aun así, sus múltiples aplicaciones en bebidas o pastelería –con él se elabora el mítico bizcocho matcha kasutera, y aquí mismo lo usamos hace tiempo para rellenar unos dorayaki– y la poca cantidad que se necesita para conseguir un montón de sabor hace que se amortice rápidamente.
Como ya no es tiempo de lácteos calientes -sí, la primavera volverá mañana o pasado-, hoy lo hemos mezclado con un granizado de mango y le hemos dado un punto ácido con zumo de limón. Estéticamente, es importante servirlo en dos fases y mezclarlo en el momento de beberlo. Para mantener tanto las propiedades del té como las del puré de mango, mejor no dejar pasar mucho tiempo entre la preparación y el consumo. Si no puedes encontrar matcha en la zona donde vives, aquí hay muchas tiendas online que venden a todo el país.
Dificultad: La de comprar el matcha.
Ingredientes
Para 4 vasos
- Una cucharadita de té matcha en polvo
- 2 cucharadas soperas de miel
- 2 vasos de agua fría
- 1 mango maduro
- 8 cubitos de hielo
- 1 limón