Direkte Boqueria: una pequeña gran barra de mercado

Ocho comensales, producto fresco a pie de mercado y una mezcla de cocina asiática y mediterránea. Así es la barra más sabrosa de La Boquería.

Bacalao con salsa de cap i pota, festival melosoJORDI LUQUE

¿Pero La Boquería no es un mercado atrapaguiris producto de la gentrificación?

Sí.

¿Y qué haces escribiendo de este lugar? ¡Liberal! ¡Neoliberal!

Soy de esos barceloneses que cree, con cierta melancolía, que La Boquería aún puede salvarse. Reductos como Direkte Boqueria me hacen mantener la esperanza.

¡Qué melancolía ni qué leches! ¡Poeta de pacotilla!

Te parecerá ridículo, pero añoro una Boquería a la que iba a comprar, que era un mercado de verdad, y lo bueno de Direkte Boqueria es que actualiza la tradición del bar, barra o restaurante de mercado y que se nutre de algunos de los puestos dignos que aún se mantienen ajenos a la oferta fácil para turistas.

Uy, qué serio te estás poniendo. Va, dispara, ¿el restaurante bien, no?

Muy bien, diría yo. El cocinero Arnau Muñío y la cocinera Shu Zhang mezclan lo mediterráneo y lo asiático y ofrecen una cocina despatarrante. No es para menos, se han formado en restaurantes como Comerç 24 y la Barra de Abellán –él– y Hoja Santa y Noma (ella).

Bueno, eso suena a máximo nivel…

Y para mí, lo es. Además, el espacio es pequeñísimo –la barra da para ocho comensales– y todo se prepara delante de la clientela. Lo que viene siendo un show cooking sin querer serlo o una experiencia gastronómica cómo todas deberían ser.

Jopeta, ¿y qué comiste?

Hay dos alternativas: menú degustación largo y menú degustación corto. Elegí el largo, con diez platos salados y dos postres como soles.

Un pulpo de mercadoJORDI LUQUE

Foca.

Lo parece, pero la cosa resulta sorprendentemente ligera. No voy a enumerar todos los platos porque Arnau y Shu cambian la carta con cierta frecuencia, pero a algunos les habría puesto un piso. Es el caso de la ensalada de pepino y pulpo encurtido –con una textura curiosísima, crujiente y tierna– en homenaje al mercado del pescado de Tsukiji, en Tokio, que mira que es bonito homenajear a un mercado desde otro mercado.

¡Ostras! ¡Un mar y montaña!JORDI LUQUE

Cursi.

Estuvo magna la papada picante rellena de ostra, un mar y montaña de texturas resbaladizas que me recuerda a aquella frase de Bourdain: mi cuerpo no es un templo, sino un parque de atracciones: es un plato muy disfrutón. La coca de cebolla, papada –otra vez– y sardina fue espectacular, de contraste potente, como el kakigori de foie con vino rancio y piñones o el morro de bacalao con salsa de cap-i-pota, un plato de esos que te dejan los labios pegados.

Debajo de esa papada, hay cebolla y sardinaJORDI LUQUE

Qué de pitiminí, ¿no?

Al contrario, se trata de platos de pocos ingredientes, pero bien combinados, con salsas majestuosas y presentaciones sobrias. Mira, por ejemplo, de postre, comí unos fresones y fresitas del Maresme con escabeche de vinagre de shiso y sake, ácido y refrescante…

Hombre, eso es pitiminí…

…y lo mejor…

¿Qué?

La madre de todas las tartas de quesoJORDI LUQUE

…una tarta de queso ahumada con té matcha, muy pero que muy loca y golosa. Arnau asegura que esa no la puede quitar de la carta, y estoy de acuerdo. No puede, es Patrimonio de la Humanidad.

Qué exagerado eres… A ver, qué bebiste y qué te costó la cosa.

Bebí vinos naturales, tienen una carta cambiante pero muy curiosona, chispeante diría yo, en la que alternan vinos convencionales y naturales. Y sobre lo que me costó, no puedo decir nada porque me invitaron.

Ya está, el plumilla gorrón… ¡JA, JA, JA!

Me invitó un amigo con el que fui a comer, pero te diré que el menú corto de siete platos y dos postres sale por 38 euros.

¡Eso es un dineral!

Bueno, es por si un día decides estirarte, agarrao.

Oye, nos ha ido cambiando un poco el tono de este texto… al principio eras como más poético o algo.

Es un texto evolutivo, analfabeto.

Direkte Boqueria: Cabres, 13. Barcelona. Tel. 931 146 939. Mapa.

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