Trabajos automatizados para elevar la creatividad y la productividad
El futuro laboral acelera hacia entornos híbridos donde máquinas y humanos operan juntos en los puestos de trabajo
Algunas rodean nuestro día a día más cotidiano, como programar una cita para el dentista, rellenar un trámite administrativo, recibir la ayuda de un asistente de voz o personalizar los contenidos que consumimos en una plataforma de streaming de series y películas. Otras afectan a controles de calidad de los bienes que compramos, desde alimentos hasta automóviles, ropa o productos farmacéuticos.
Son relevantes las que protegen nuestra salud, como el monitoreo de pacientes a través de dispositivos portátiles o plataformas de telesalud que pueden detectar precozmente la aparición de enfermedades. Algunas desafían los límites de nuestra imaginación, como la vigilancia de la red eléctrica realizadas por drones de última generación para mantener a raya los incendios —sustituyendo a helicópteros tripulados—, y otras están forjando a las próximas generaciones, nutriendo de material a plataformas educativas de código abierto o a tutores virtuales.
Son tareas imprescindibles para el funcionamiento de la sociedad. Muchas de ellas tediosas, aburridas o repetitivas, expuestas con frecuencia al error humano. Casi todas, responsables de un importante consumo de tiempo y esfuerzo. Tareas realizadas antes por personas y actualmente en manos de la tecnología más avanzada.
La automatización del trabajo es una tendencia imparable que afecta a una gran variedad de sectores empresariales. Y aunque ha sido un proceso constante desde la primera revolución industrial, el avance tecnológico de los últimos años nos sitúa en un nuevo escenario. “Cuando empezamos a entrar en la combinación de la programación y la estadística, primero con el machine learning y ahora con la inteligencia artificial (IA) generativa, las cosas han cambiado; los grados de libertad han crecido muchísimo y la automatización convencional ha pasado a ser avanzada, en donde un algoritmo puede básicamente tomar las mismas decisiones, o mejores, que las que toma una persona, pero además hacerlo 24×7 sin problemas de fatiga o de irregularidad en sus acciones”, explica el profesor de Innovación y Tecnología en IE Business School, Enrique Dans.
Capacidades distintas
A juicio de los expertos es importante distinguir entre la capacidad física —cuando una máquina es capaz de realizar tareas físicas— y la cognitiva, que implica la resolución de tareas relacionadas con el conocimiento. “La primera está presente en todos los sectores, y la segunda también, en términos de capacidad de cálculo y comunicación, principalmente a través de tecnologías de la información”, considera Francesco Domenico Sandulli, catedrático de Organización de Empresas de la Universidad Complutense de Madrid.
“Empresas de tecnología como AWS (Amazon Web Services) utilizan el machine learning (ML), la IA y otras tecnologías cognitivas como el procesamiento del lenguaje natural, la visión artificial o el reconocimiento óptico de caracteres para recopilar, procesar y analizar datos de forma continua, dando lugar a una toma de decisiones estratégicas que con el tiempo agilizarán múltiples procesos empresariales, impulsando a largo plazo el crecimiento de la empresa en la era digital”, sostiene Merce Mariño, responsable de tecnología en AWS Iberia.
El papel de la IA en todos estos procesos es cada vez más determinante y su importancia aumentará en el futuro. Una disciplina clave, a juicio de los expertos, que se encuentra en el corazón de la cuarta revolución industrial en la que estamos inmersos y que va a marcar una profunda transformación del mercado laboral. “La mayoría de las predicciones anticipan una creación neta de trabajo como consecuencia de esta cuarta revolución industrial, pero es importante destacar que los nuevos trabajos serán de naturaleza diferente a los que puedan verse desplazados y afectados por la inteligencia artificial y, por tanto, es de vital importancia invertir en programas de formación”, advierte Nuria Oliver, especialista en inteligencia artificial, directora científica y cofundadora de la Fundación Ellis Alicante.
Los beneficios para las compañías tienen que ver con la optimización de todos los procesos de negocio basados en algoritmos, pero con participación humana. “Si todas esas decisiones y tareas de cada vez más tipos pueden ser llevadas a cabo de manera automatizada, se obtienen procesos mucho más fluidos y menos limitados por factores típicamente humanos como el horario, los errores, la fatiga, el fallo humano, etcétera”, asevera Dans.
Como se desprende de las conclusiones de un estudio de la consultora Strand Partners, las empresas que han adoptado la IA en sus procesos reportan múltiples ventajas, entre las que se incluyen la agilización de los procesos empresariales (79%), el ahorro de costes (79%) y una mayor eficiencia (88%). Además, el 72% de estas compañías afirman que esta adopción ha supuesto un aumento de sus ingresos.
¿De qué modo afectará este salto tecnológico al número y calidad de los empleos? “Es probable que el mayor impacto de esta tecnología no sea la destrucción de puestos de trabajo, sino más bien los posibles cambios en la calidad de los mismos, en particular, en la intensidad del trabajo y la autonomía”, afirma Mariño.
Buena aceptación social
En general, la percepción que tienen los españoles de la IA y la automatización del trabajo es positiva, como se refleja en el estudio Educación y empleo en tiempos de IA y automatización (2024), elaborado por la agencia de investigación 40dB. Un 60,6% de los encuestados considera que la IA es algo positivo, mientras que un 66,6% piensa lo mismo de la automatización. “Además, el 80% cree que estas tecnologías crearán nuevas profesiones, lo que indica que la ven más como una oportunidad que como una amenaza”, señala Belén Barreiro, directora general de 40dB.
Los empleados pueden beneficiarse de muchas maneras de los procesos. “La reducción de la cantidad de tiempo que dedicaban a tareas repetitivas se transforma en una oportunidad de dedicarse a otras significativas y estratégicas. El empleado tiene la oportunidad de centrar la atención en un trabajo creativo y productivo que la automatización no podría suplir”, añade Merce Mariño, de AWS Iberia.
Los expertos anticipan entornos de trabajo híbridos donde máquinas y humanos trabajen conjuntamente para mejorar la eficiencia y la seguridad. La formación de las nuevas generaciones para afrontar este desafío será tan importante como el reciclaje profesional de los que hoy ocupan el mercado laboral. “Será clave. Y la ciudadanía es plenamente consciente. La mayoría dice que necesitará nuevas competencias tecnológicas para adecuarse al medio laboral. En el caso de la automatización, 8 de cada 10 encuestados cree que se debería incorporar formación sobre la misma en los planes de estudio, por ejemplo”, apunta Barreiro.
“Toda compañía de hoy en día será una compañía de inteligencia artificial dentro de 10 años, o directamente no será”, concluye Enrique Dans, de IE Business School.