IV Edición de los Premios Retina ECO

Todos los proyectos que discurren aguas abajo de estos párrafos son la medida de los sueños. La medida de los sueños de quienes los crearon y de quienes trabajan todos los días en ellos. Los galardones Retina Eco’24, que valoran bajo cinco categorías las iniciativas más audaces que luchan contra la crisis climática y defienden la sostenibilidad a través de la tecnología, disfrutan su cuarta convocatoria.

El espacio escogido es la sala de Protocolo Nouvel, en el Museo Reina Sofía, a escasos metros del Guernica. ¿Qué mejor lugar que allí donde dialogan vanguardia y humanismo? Los apartados son cinco: Consumo Eficiente (ganador Cimico), Generación Verde (H2Sarea, Nortegas Energía Distribución), Movilidad Inteligente (ABB Dynafin, TM), Ecosistema Sostenible (Cesvimap, perteneciente a Mapfre) y Pyme a la Innovación en Sostenibilidad (Sepiia).

Pero esto es solo la contabilidad de las palabras. Habrá tiempo para que fluyan las voces de los premiados, y el agradecimiento al patrocinador, Capgemini. Respetando el protocolo, el primer saludo a la Reina, a su llegada a la zona Sabatini, corresponde a Óscar López, ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública; Ana Redondo, ministra de Igualdad; Joseph Oughourlian, presidente de PRISA (editora de EL PAÍS), junto a Luis Abad, consejero delegado de Capgemini España.

Antes, en la sala Nouvel, suena la rave flamenca de Yeli Yeli (del gaditano Álvaro Romero) y los estupendos versos Chavico: “Y vino el agua / Que apagó el fuego / Que quemó la vara/ Que mordió al cabrito/ Que compró mi papa / Por dos chavicos”. Sonidos de una ciudad mestiza. La canción recoge los ecos de Had Gadya (Un cabrito), que se entona en la Pascua judía y con la que el director Amos Gitai abre su excelente Free Zone (2005), con Natalie Portman. “Todas las noches solo pregunté cuatro preguntas, esta noche tengo otra: ¿hasta cuándo girará la rueda de la vida? ¿Perseguido y perseguidor, golpeado y golpeador? ¿Cuándo terminará este ciclo?”, cantan los niños en Had Gadya.

En la sala ya hay —tras un deambular de la seguridad— seis cámaras y una decena de fotógrafos. La entrega de los premios la preside, una edición más, doña Letizia. “Sin usted, esto sería muy distinto”, le agradecerá a su alteza más adelante en el estrado Jaime García Cantero, director de Retina. Llega puntual a las 19.39.

—Yo te conozco. Luego [en el cóctel] hablamos—, emplaza la Reina a Fede Sainz, el más joven (treinta y pocos años) de todos los premiados y consejero delegado de Sepiia —una empresa dirigida a la moda sostenible—, en la entrega del galardón. Diríase que esta experiodista resulta capaz de transformar las noticias en poemas.

Llega el presente: los premios. Todos comparten el concepto de tecnología como sinónimo de mejora social. En el estrado —tras una pantalla que proyecta un ecosistema verde y digital—, para entregar las esculturas de Cristina Almodóvar, la enhorabuena de la Reina; Óscar López; Ana Redondo; Pilar Gil, vicepresidenta de PRISA; Luis Abad; Francina Armengol, presidenta del Congreso de los Diputados, y Jaime García Cantero.

En la teoría especial de la relatividad, Einstein averiguó que el tiempo es relativo; en otras palabras, la velocidad a la que transcurre depende de nuestro lugar de referencia. ¿Por qué no también el periodismo? Antes de proseguir con los galardonados, un salto en las manecillas cuánticas. Pilar Gil sostiene que el objetivo es “asegurar las necesidades del presente sin comprometer las de las generaciones futuras”. Pero manteniendo la protección del medio ambiente, el crecimiento económico y el desarrollo social. “Este es un compromiso absoluto de PRISA”, sentencia.

¿Qué unen a cinco proyectos tan distintos? Cimico trata las aguas residuales de forma biológica cerca de San Sebastián. “Hacemos tecnologías sencillas, robustas y eficaces”, relata Inés Larrea, máxima responsable. En tierras de la generación sostenible, H2Sarea inyecta hidrógeno verde en el sistema de gas natural español. “Sería posible alcanzar un 20%”, aventura Javier Contreras, consejero delegado. Podría emplearse en casas, comercios, pequeñas industrias a la hora de calentar agua. ¿El ahorro? Unos 2,8 millones de toneladas de CO2, estima. “Hasta ahora se permite el 2%”, puntualiza.

De regreso al mar, ABB Dynafin TM propone un sistema de palas inspirado en los movimientos de las colas de las ballenas “para generar propulsión”, indica Alejandro Zorzo, Country Marine Market manager en ABB Marine & Sports. Y Cesvi (Mapfre) recupera, por ejemplo, las baterías de un vehículo eléctrico ya sin vida y sus componentes más valiosos. “Minerales raros, caros y esenciales para la transición energética”, sintetiza su director, José María Cancer. Es la reivindicación de la energía circular.

En último turno, Sepiia, la pyme destacada —conforman el 99% de las empresas de este país— reduce el cuidado que requiere una camisa, entre otras prendas: las elaboran más cómodas, transpirables (no dejan marcas de sudor ni de café), y provocan un impacto mínimo en el planeta, en una industria tan contaminante como la textil. Fede Sainz viste una para el encuentro. Es blanca, manga y puños largos, botón negro, y tiene un tacto que recuerda a una mezcla de seda y lana. Si esto fuera el póquer, las cinco firmas distinguidas llevarían una mano ganadora sobre un tapete verde sostenible.

Estas palabras y frases se cruzan y encuentran su lugar, al igual que en un crucigrama, en la conversación que mantiene Jaime Cantero con los premiados. Hay un concepto que atraviesa estas ideas: son “agentes descarbonizadores”. Y el responsable de Retina no puede resistir a sus clásicos símiles. Si un año fueron los libros y otros el cine, en el Reina Sofía la pintura encuentra una exhibición propia en cada sala. El mar (1908-1914), de Daniel Vázquez Díaz, fue pintado en Hondarribia, a solo 18 kilómetros de las oficinas de Cimico; la pintura mural de Fernand Leger (1923), con sus módulos rectangulares entretejidos, es una rima del proyecto de infraestructuras, tubos y conexiones de la gasista Nortegas; la litografía Hélices y sus formas circulares de Alexander Calder (1929) encajan en la idea de propulsión de ABB; el fantástico lienzo Un mundo (1929), de Ángeles Santos, arraiga en la concepción universal de la idea de reciclaje de Cesvi. Y finalmente, Picasso y su Mujer en azul (1901), uno de los pocos retratos creados por el genio en Madrid, aunque —esta vez— sin telas sostenibles.

Cuando se echa la vista atrás, resulta sencillo comprobar que durante estos cuatro años se han apoyado cientos de negocios y la mayoría están en marcha o con muy buenas expectativas. “Estamos aquí para premiar, pero también para recordar que la sostenibilidad no es solo una obligación legal, sino además una necesidad de supervivencia de nuestra Tierra en un tiempo cada vez más competitivo”, subraya Luis Abad. Como aquella frase: “En lo alto de un blanco palacio, la hija del Rey; la niña dorada”. Esa es una gran definición de la sostenibilidad en el siglo XXI: la niña dorada.

Casi antes de que llegue el final de los galardones queda una voz institucional. “Pienso en un futuro humanístico y tecnológico, características que comparten todos los proyectos que hemos visto”, reflexiona Óscar López. Y añade, con ese entusiasmo de quien forma parte de la res publica —la cosa pública—, “cuando trabajamos juntos somos un país imparable: líder mundial en trasplantes de órganos, la covid-19 o incluso mandamos tecnologías al espacio”, refrenda. “Sigamos avanzando para que nadie quede atrás”. Unas 460.000 pymes ya se han beneficiado del kit digital, con una dotación de 3.000 millones de euros, y cada semana reciben —asegura el ministro— mil peticiones.

Quizá no existe otro territorio mejor —junto con el Museo del Prado— para hablar en imágenes. Falta la foto institucional de una tarde única. La memoria resulta igual que mover baúles secretos del alma. La Reina, el ministro de Transformación Digital, la ministra de Igualdad, autoridades institucionales de PRISA, miembros de Capgemini, jurado y ganadores. Se amontonan los flases, que se reflejan, por su insistencia, de forma similar a luces estroboscópicas. Ajenas a los destellos, la pérdida —acorde con el Mitsubishi UFJ Financial Group— de la polinización silvestre, de la provisión de alimentos de la pesca marina y de la madera de los bosques autóctonos podría suponer una merma de la riqueza del planeta, durante 2030, de 2,4 billones de euros. ¿Quién dijo que fuera fácil?

Queda en el puzle de la sostenibilidad un pequeño secreto. ¿Qué le dijo doña Letizia a Fede Sainz, el joven emprendedor de moda tecnológica?

El rey Felipe VI no es tan apasionado por la moda como la Reina. “Es poco probable que haga algo así”. Pero entró en la tienda de Hortaleza de Madrid y compró algunas de las prendas de Sepiia para sorpresa de doña Letizia. Le gustó la ropa, pero “quizá necesitas tallas más pequeñas”, le aconsejó, con una sonrisa, la Reina al emprendedor, según su relato. No todos miden —como el Rey— 1,97 metros. Sin duda, para algunos, la medida de los sueños.