Cristina Mitre, periodista: “Si eres capaz de correr, lo eres de pedir un aumento de sueldo o de dejar una relación tóxica”
La asturiana ganó el Ondas a mejor anfitriona por ‘El podcast de Cristina Mitre’. Este jueves publica el último capítulo de ‘Mujeres que corren’, en el que cuenta quiénes fueron las deportistas que hicieron historia en esta disciplina
Cristina Mitre (Gijón, 45 años) creció en el salón de belleza de su madre y su tía, Belleza Aranda, en el número 19 de la calle Covadonga de su ciudad natal. Arrullada por el hilo musical de Adagio Karajan y el olor de la cera caliente, veía sonreír a aquellas mujeres que se estaban dedicando un momento a sí mismas antes de que supiéramos el significado de la palabra conciliar. Allí se curtió la autora de ...
Cristina Mitre (Gijón, 45 años) creció en el salón de belleza de su madre y su tía, Belleza Aranda, en el número 19 de la calle Covadonga de su ciudad natal. Arrullada por el hilo musical de Adagio Karajan y el olor de la cera caliente, veía sonreír a aquellas mujeres que se estaban dedicando un momento a sí mismas antes de que supiéramos el significado de la palabra conciliar. Allí se curtió la autora de El podcast de Cristina Mitre, que ha entrevistado a 250 expertos en cosmética, nutrición, fitness y salud y por el que ha ganado el Ondas a Mejor Anfitriona. Tiene entre 400.000 y 500.000 descargas mensuales. Además, acaba de estrenar un segundo podcast, el primero narrativo, de seis capítulos (del que este jueves 25 de mayo estrena el último), con Podium Podcast, Mujeres que corren. En él recorre la historia de las primeras mujeres que se calzaron las zapatillas, como ella misma ha hecho, a pesar de que, cuando era una niña, correr le parecía algo incluso sucio.
Pregunta. Lleva corriendo y hablando de sus beneficios más de 10 años. ¿Por qué?
Respuesta. Porque cuando corres eres capaz de hacer muchísimas más cosas de las que imaginas. Y es tan difícil, cuesta tanto esfuerzo. Pero cuando ves que eres capaz de correr cinco kilómetros, seis, diez, de hacerlo 20 minutos seguidos, es un espaldarazo para la autoestima. Te crees capaz de cualquier cosa. Creo que esa es su magia. Si soy capaz de correr igual también lo soy de cortar esa relación tóxica que mantengo, igual me atrevo a pedir ese aumento de sueldo que me merezco.
P. ¿Cuánto cree que queda para la paridad, para que no haya más corredores que corredoras?
R. Las carreras de cinco y diez kilómetros son ya prácticamente igualitarias. En el maratón todavía nos queda mucho camino por hacer. En su momento esa fue la pregunta que me hice: “Si ya estamos aquí, si nos gusta tanto correr, ¿por qué hemos tardado tanto en incorporarnos?”. Y la razón no es otra que histórica.
P. ¿Cuándo empezamos a correr?
R. Hay una frase de Benjamín Prado que me gusta mucho, que es: “Todos conocemos la verdad hasta que la descubrimos”. Hay muchas cosas de la Segunda República, de la Guerra Civil y del franquismo que desconocemos por completo. En la Segunda República había unas atletas que eran libres y hacían de todo, como la catalana Margot Moles o la madrileña Aurora Villa. Corrían, saltaban, lanzaban disco, todo en shorts y con camisetas de tirantes. Margot Moles es probablemente la deportista española más completa de todos los tiempos. ¿Qué pasa? Que llega la Guerra Civil y para Margot Moles supuso la muerte civil. Hay gente que perdió la vida en la guerra y hay gente que murió civilmente.
P. ¿En qué consistió su muerte civil?
R. La condenaron al ostracismo, deja de competir, se borran todos sus récords, se borra su historia por lo que ella representaba.
P. ¿Se borran materialmente?
R. Así es. Todo lo que han hecho. Después de la Guerra Civil el atletismo se desaconseja por masculinizante, y no vuelve a haber campeonatos nacionales de atletismo hasta 1963. La primera atleta española en ir a unos Juegos Olímpicos es Carmen Valero en 1976, en Montreal. Su referente eran las corredoras de la Segunda República, porque durante los años cuarenta y cincuenta no hubo ejemplos de mujeres corredoras, simplemente porque no estaba permitido. La Falange cambió las normas.
P. ¿Qué explicación le daba la Falange a esta prohibición?
R. Lo primero, pensaban que las mujeres no estaban capacitadas para ese esfuerzo físico. Se creían cosas como se les podía desprender el útero, y afirmaban que era masculinazante y exhibicionista.
P. ¿Por qué temían tanto a una mujer que deseaba correr?
R. Bueno, porque tenía un significado político. Esas mujeres eran muy libres y hablaban sobre el divorcio, sobre multitud de temas. Y que cuando corres sientes que eres capaz de muchas cosas. En la Segunda República, cuando se aprueba la Constitución, a todas las mujeres se le otorgan una serie de derechos increíbles: a divorciarse, el mantener la custodia de sus hijos. En Cataluña, incluso pueden llegar a abortar. Llega la Guerra Civil, llega la dictadura y se impone el Código Civil de 1889. Las mujeres pasan a estar bajo la tutela de sus maridos. Entre los años cincuenta y sesenta, solo un 4% de las mujeres de entre 45 y 50 años hacía ejercicio.
P. Y ahora, un 32% de las participantes del último medio maratón de Madrid fueron mujeres.
R. Sí, pero hemos tardado en llegar ahí. Siempre se nos ha vendido el deporte como algo para perder peso. Romper con esos estereotipos es lento. La incorporación de la mujer al atletismo de élite es lenta, imagínate al deporte popular. La primera atleta española en conseguir una medalla olímpica en atletismo es María Vasco en el año 2000. Y luego la falta de tiempo a la que hacen frente las mujeres, que siguen ocupándose de muchas más labores y de todo ese trabajo invisible que no se ve. Y preparar un maratón requiere muchísimo tiempo.
Puedo estar grabándome la entradilla del podcast, mandando una factura, haciendo una tabla de Excel… Soy productora, directora, locutora, secretaria, guionista… La mujer orquesta.
P. Al recibir el Ondas dijo que, a veces, le invade la sensación de estar escalando un ochomil sola y a ciegas.
R. Mi podcast es autoproducido. No tengo a ningún gran grupo editorial detrás ni a ninguna plataforma. Y eso es tanto para lo bueno como para lo malo. Todas las decisiones las tomas tú. Cuando te equivocas, te equivocas tú. Y cuando aciertas, aciertas también tú. Puedo estar grabándome la entradilla, mandando una factura, haciendo una tabla de Excel… Soy productora, directora, locutora, secretaria, guionista… La mujer orquesta.
P. ¿Qué ha supuesto el Ondas para usted?
R. Es un reconocimiento para mí y para todas las personas que quieren contar historias y deciden hacerlo de manera independiente. Y eso en un medio que se está desarrollando mientras estamos teniendo esta conversación. Cuando empecé ni siquiera sabía dónde se subía el audio.