El catalán Lluc Crusellas, mejor chocolatero del mundo gracias a un elefante de 170 kilos de cacao
El pastelero de Vic conquista al jurado del premio, organizado por Cacao Barry, en el Salon du Chocolat de París, y se convierte en el primer español en conseguir este preciado título
El pastelero catalán Lluc Crusellas se convirtió el lunes 31 de octubre en el mejor chocolatero del mundo al conquistar el jurado del World Chocolate Masters, el prestigioso concurso organizado por Cacao Barry que se ha celebrado en el Salon du Chocolat de París. Se trata del primer espa...
El pastelero catalán Lluc Crusellas se convirtió el lunes 31 de octubre en el mejor chocolatero del mundo al conquistar el jurado del World Chocolate Masters, el prestigioso concurso organizado por Cacao Barry que se ha celebrado en el Salon du Chocolat de París. Se trata del primer español en conseguir este reto bianual, que llega a la octava edición, y que anteriormente han ganado primeras espadas de la profesión como Pol Deschepper, Naomi Mizuno, David Comaschi, Vincent Vallée o Elias Laderach. Crusellas ha elaborado un elefante con 170 kilos de chocolate para una de las pruebas, la más espectacular, a las que se ha enfrentado a 17 chocolateros de todo el mundo. En segundo y tercer puesto han quedado el francés Antoine Carréric y el griego Nicolas Nikolakopoulos.
Con un discurso en catalán, el maestro de 26 años agradecía ayer por la tarde en París el apoyo de todos sus allegados durante la preparación del campeonato, para el que ha estado trabajando sin descanso desde que se proclamó el mejor chocolatero de España, hace un año, y para el cual ha entrenado intensamente los últimos meses. “Ha sido una recompensa al trabajo y un viaje increíble”, decía después de ser coronado el mejor chocolatero del mundo en el salón del chocolate parisino.
Durante un año, Crusellas, que es de Santa Eulàlia de Riuprimer (Osona, Barcelona), se ha preparado para esta coronación. No es un reto ni fácil ni barato. Sino toda una apuesta de la empresa donde trabaja, Pavic, para conseguir ser los mejores del mundo moldeando chocolate. Con un equipo de ocho personas y dos autocaravanas llenas de instrumentos y materias primas, partió el día 28 Crusellas hacia París, para enfrentarse a tres días en qué ha superado seis pruebas de elevada exigencia.
La primera jornada tuvo que elaborar un pastel de chocolate para compartir entre un mínimo de seis personas. Él propuso uno que, aparentando unidad, ya estaba dividido en seis porciones. La segunda prueba consistía en montar un aparador, para lo que planteó el elefante de tres metros de estructura y 170 kilos de chocolate, con una atención a los detalles espectacular. El segundo día las pruebas exigían crear un bombón de chocolate, que el pastelero catalán resolvió con una pieza con aceite de oliva, para darle el toque mediterráneo, y un individual, donde debía reinar el sabor del cacao.
Finalmente, el tercer día, cuando solo quedaban 10 competidores, el concurso les retaba a hacer una estructura de chocolate artística, además de una pieza versátil que pudiera gustar tanto a un deportista como a un chocolatero o a un fan de la innovación. Crusellas convenció con una pieza de chocolate sin azúcar que llevaba brioche reaprovechado y piel de plátano comestible gracias a un trabajo con enzimas.
Crusellas no ha obviado en sus agradecimientos el gran esfuerzo que ha supuesto este concurso, para el cual ha contado con un apoyo psicológico. Amante de la naturaleza y del ciclismo, regresa este martes a casa, con un título en las manos que consigue por primera vez un español. Tanto los jueces como sus compañeros de profesión destacan sus grandes habilidades para manejar el chocolate. Jefe de pastelería de El Carme de Vic, este pastelero lleva trabajando el dulce desde los 18 años, cuando empezó a trabajar en el restaurante Can Jubany de Calldetenes, que tiene una estrella Michelin. Formado en escuelas como la Hofmann y Espai Sucre, su logro es un indicativo del nivel de los chocolateros españoles.