RAFAEL SERRANO LÓPEZ
Nacionalidad: Española
Edad: 66
RAFAEL SERRANO MANJÓN
"Mi padre tenía 66 años. Pasó su juventud en Aguilar de la Frontera (Córdoba), trabajando en el campo. Allí conoció a Otilia, mi madre: rubia, guapa, elegante, excelente modista. Para verla tenía que recorrer 20 kilómetros en bicicleta. Tras hacer 19 meses de mili en el Sáhara, trabajó en Madrid para ahorrar y poder formar una familia. Al año se casaron. Vivieron en una chabola del barrio de Tetuán hasta que les realojaron en la zona de Hortaleza, donde pasó su vida y aún vivo yo. Tuvieron tres hijos: Otilia, Cristina y yo. Mis padres nos lo dieron todo.
A pesar de lo que le costó sacarse el carné, mi padre era un manitas del coche. Tuvo un Simca y un Lada que siempre andábamos arreglando. También le encantaban las bicicletas. Tenía una de carretera, dos de campo y todos los accesorios. Su otra gran afición era caminar por la playa cuando íbamos a Mazarrón en verano. Pese al machismo de la época, mi padre era un hombre de familia y no frecuentaba bares. Dedicaba su tiempo libre a cuidarnos y ayudar en casa. Siempre recordaré el sabor de las migas que nos hacía. Mi padre era tozudo, responsable, fuerte, muy fuerte, alegre, amigo de sus amigos, noble... En fin, era mi padre.
En 1996 mi madre contrajo una grave enfermedad. Tras un año muy duro, falleció, dejándonos un gran vacío. Tengo que destacar la entereza de mi padre para salir de esa situación y volver a ser feliz. Años después conoció a Encarna [Encarnación Mora Donoso, también fallecida en el atentado de El Pozo], con quien rehízo su vida. El resto ya se sabe.
El mundo no es el mismo sin ellos. Pero seguiremos adelante, ya que para nosotros no se han ido, están en el corazón y en la memoria. Lo que nos duele es no poder abrazarlos, verlos, llamarlos...