Ayuso apuesta por ascender al polémico José Antonio Sánchez como director general de Telemadrid
El directivo, votante confeso del PP, llegó en 2021 para sustituir una dirección destituida por falta de afinidad con la líder conservadora
El Gobierno de la Comunidad de Madrid, que preside Isabel Díaz Ayuso, apuesta por nombrar como nuevo director general de Telemadrid al polémico José Antonio Sánchez, actual administrador provisional de la televisión y la radio públicas. La decisión, que previsiblemente se adoptará antes de finales de junio a través de la junta de accionistas de la compañía, donde solo está representado el Gobierno regional, fotografía la sintonía que ha desarrollado el directivo con el equipo de la baronesa conservadora. Como dijo una fuente de la máxima confianza de Ayuso: “Lo que funciona no se toca”. Y así, Sánchez, de 70 años, se mantendrá cuatro años más al frente de Telemadrid, hasta donde llegó en 2021 avalado por una larga trayectoria profesional que incluye haberse reconocido votante del PP, haber dirigido RTVE durante el Gobierno de Mariano Rajoy y haber admitido aparecer en Los papeles de Bárcenas.
“En el consejo de administración de Telemadrid se ha votado la propuesta como candidato único de José Antonio Sánchez, que será la que se eleve a la Asamblea de Madrid, que tendrá que ver la idoneidad del candidato, aprobarlo y remitirlo a la junta de accionistas, que es quien hace el trámite”, ha explicado este miércoles el portavoz gubernamental, Miguel Ángel García Martín, sobre tres órganos que domina de una manera u otra el PP.
Conocido por dar titulares ―”me emociona más el Papa que mi mujer”, “no me considero anti nada, y muchísimo menos, antifranquista”...― Sánchez desembarcó en RTVM en 2021 como administrador provisional. Su misión era resolver un problema. Ayuso consideraba que la dirección anterior, elegida durante el gobierno en minoría de Cristina Cifuentes como fruto de una negociación entre partidos en la Asamblea, actuaba en contra de sus intereses. “Soy la única presidenta que tiene una televisión que le es crítica”, llegó a decir en una entrevista en El Mundo. Esas 12 palabras, según interpretación de la oposición, desvelaron lo que buscaba Ayuso con el cambio de directivos, que requirió de una reforma legal aprobada por el PP y Vox en la Asamblea: una televisión, como poco, acrítica. O peor, subrayaron: pasar de tele-Espe, como se denominaba a Telemadrid en la época de las mayorías absolutas de Esperanza Aguirre, a tele-Ayuso.
A raíz del nombramiento, en la nueva Telemadrid de Ayuso se reencontraron piezas clave de aquella vieja TVE de Rajoy, la de la etapa de los viernes negros, cuando la plantilla se vestía de luto para protestar contra el bloqueo en la renovación de la dirección del ente; o se lanzaba la campaña Así se manipula, en la que se relataban malas prácticas y presiones para dirigir las informaciones. Entonces, como ahora, Sánchez designó como responsables de los informativos a José Antonio Álvarez Gundín (exsubiderector de opinión de La Razón) y José Gilgado. Entonces, como ahora, contó con Ramón Camblor, al que fichó al llegar como director de contenidos en la autonómica. Y entonces, como ahora, hubo nombramientos y decisiones organizativas en la redacción que la oposición consideró difíciles de separar de las afinidades políticas.
Telemadrid cerró 2023 con un 5,9% de share y el mejor dato de audiencia de sus informativos en los últimos 13 años: 9,9% de media, con un 13,7% de cuota del telediario del mediodía, según su memoria de actividad, cuyo balance pone en duda un estudio de la consultora DOS30 con datos de Kantar Media (que reduce la media anual de las noticias a 8,1). Desde entonces, ha acumulado diversas polémicas.
Una, porque el Tribunal Constitucional, tras un recurso del PSOE de Juan Lobato, tendrá que pronunciarse sobre la reforma legal que permite ahora el nombramiento de Sánchez. Otra, por tener que rectificar en sus informativos por haber citado una información errónea de The Objective sobre Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Una tercera, por otra rectificación, en este caso por afirmar erróneamente en un tuit que Más Madrid no había condenado los atentados terroristas de Hamás contra Israel del 7 de octubre de 2023. Y una cuarta, porque la Junta electoral apercibió a Telemadrid por usar expresiones despectivas como “ese Sánchez [en referencia al presidente del Gobierno]”.
Eso sí, podría haber sido peor, según bromeó el propio administrador provisional durante la comparecencia parlamentaria que protagonizó el martes en la Asamblea. “Usted llama bulo a dos errores que pueden haber ocurrido, de hecho no ha podido poner más ejemplos, porque no los ha habido”, dijo en respuesta a una pregunta de un diputado de Más Madrid. “No hubo ninguna gana de maldad”, insistió.
“Tenemos tanta idea puesta en esto, que no necesitamos medidas especiales, no hay discurso de odio en RTVM”, argumentó. “Los profesionales saben que están en un servicio público, y cuando llega algún tipo de errores, bulos, procuramos no darlas, esas cosas se censuran”, añadió. “Voy a poner un ejemplo de una cosa que no dimos, de ustedes, de Más Madrid: ‘Voy a educar a mis hijos para que se coman a los tuyos vivos, puto pijo”, ejemplificó con una campaña de las juventudes de este partido. “Ordené que no se diera. Siempre estamos muy muy encima de las cosas para que no ocurran”.
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