Ayuso, sobre la petición de Sánchez de que haya más decencia en política: “Es el mundo al revés”
La presidenta de Madrid acusa al presidente del Gobierno de utilizar todas las herramientas del Estado para “atacar” a periodistas, rivales políticos y jueces
Isabel Díaz Ayuso no espera a Alberto Núñez Feijóo. Antes de que el presidente nacional del PP reaccione al anuncio de que Pedro Sánchez continuará al frente del Gobierno, y fije así la posición oficial del partido, la presidenta de la Comunidad de Madrid ...
Isabel Díaz Ayuso no espera a Alberto Núñez Feijóo. Antes de que el presidente nacional del PP reaccione al anuncio de que Pedro Sánchez continuará al frente del Gobierno, y fije así la posición oficial del partido, la presidenta de la Comunidad de Madrid se arremanga para descalificar al también secretario general del PSOE. “Lo único que pretende es el poder sin control, sin contrapesos”, dice en la mañana del lunes a preguntas de los periodistas. “Es la desvergüenza absoluta”, añade sobre la arenga del presidente en favor de que haya una mayor decencia en la política. “Una persona que está utilizando todas las herramientas a su alcance para atacar a periodistas, adversarios políticos, jueces... es el mundo al revés”, sigue la baronesa, cuyo jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, ha amenazado a los informadores que investigan el caso de presunto fraude fiscal que afecta al novio de la presidenta, sobre los que también ha distribuido bulos. “Sus declaraciones son una broma”.
Ayuso no se da por aludida por esa petición de Sánchez a favor de una mayor decencia en política. Tampoco, explica a los periodistas, se siente señalada por la de que es necesario combatir la “política de la vergüenza” o la confusión entre “libertad de información y libertad de difamación”.
Tras cinco años de enfrentamientos continuos entre los dos políticos, que han chocado por la política económica, fiscal, sanitaria o internacional, el nuevo capítulo de sus discrepancias los encuentra inmersos en la polémica que rodea a la pareja de la baronesa, acusada de la presunta comisión de dos delitos de fraude fiscal y uno de falsedad en documento mercantil. En las últimas semanas, Ayuso ha acusado al Gobierno central de estar detrás de las revelaciones periodísticas sobre el caso. Y por eso este lunes insiste en acusar a Sánchez de emplear todos los instrumentos a su alcance para lograr sus objetivos personales.
“Ahora empezamos una etapa mucho más dura si cabe para todo aquello que sea un contrapeso para este gobierno que no conoce los límites”, argumenta Ayuso. “Para mí no ha sido ninguna sorpresa, así lo señalé el sábado, que el presidente estaba aprovechando cinco días para ver cómo atacar a los jueces, a los rivales políticos y a la prensa independiente”, continúa la baronesa. “Funciona con la máxima de conmigo o contra mí. Debería dar menos discursos sin periodistas y más ruedas de prensa con preguntas para dar explicaciones”, añade en referencia a que un juez haya decidido la apertura de diligencias para investigar a Begoña Gómez, la pareja de Sánchez, por “recomendar o avalar con su firma a empresarios que se presentaban a licitaciones públicas”, “prevaliéndose de su estatus personal de esposa del presidente del Gobierno”.
El supuesto asalto a los contrapesos al poder del presidente ocupa gran parte de las intervenciones de la presidente desde hace semanas. Mientras Ayuso hace esa denuncia, su partido ha patrocinado en Madrid la reforma del Consejo de Transparencia, la Cámara de Cuentas y Telemadrid, que han quedado así reformulados a la medida de la presidenta. Esa estrategia, que ha provocado un recurso del PSOE ante el Tribunal Constitucional, se obvia cuando Ayuso recibe la noticia de que Sánchez continuará al frente del Gobierno.
La novedad llega ante una tuneladora bautizada como Lady Madrid y en Pozuelo de Alarcón. Guarecida bajo un casco de obra, y distinguida del resto de asistentes por un chaleco en el que se lee “presidenta”, la baronesa vive el momento sin alterar el gesto. Ni Ayuso ni su entorno creyeron nunca en la dimisión de Sánchez. Por ello, emplearon los cinco últimos días en percutir contra el presidente del Gobierno, como vienen haciendo desde 2019, en el sobreentendido de que nada iba a cambiar.
“No se puede tener puño de hierro con Ayuso y mandíbula de cristal con su mujer”, dijo el viernes Alfonso Serrano, el número dos del PP de Madrid. “Busca pretextos para controlar a jueces, medios de comunicación y adversarios políticos”, amplió el sábado la propia Ayuso.
“¿De qué va la izquierdona? ¿Qué es eso de que vale no dar explicaciones de nada solo para que no gobierne la derecha? ¿A qué dictadura nos llevan?”, remató el domingo Miguel Ángel Rodríguez, el poderoso jefe de gabinete de la presidenta regional, a través de un mensaje en la red social X (antes conocida como Twitter). “Menos manifestaciones y más explicaciones, como dijo la presidenta Díaz Ayuso”.
Antes de que intervenga Núñez Feijóo, Ayuso anuncia el tono duro con el que el PP recibe la noticia. Ni un paso atrás. Ni un centímetro cedido. Tras cinco días con el país pendiente de Sánchez, Ayuso retoma su discurso donde lo dejó el sábado: siempre contra el presidente del gobierno.
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