La Comunidad de Madrid está desembalsando agua en cuatro de sus 13 pantanos

Los embalses de la región empiezan el mes de abril al 88,5% de su capacidad, casi 20 puntos por encima de hace un año

El embalse de Santillana, en Manzanares el Real (Madrid), este lunes, una de las cuatro presas que están desembolsando agua en la comunidad.J.C. Fraile Esteve (EFE)

Mientras regiones como Cataluña y Andalucía están sufriendo importantes restricciones de agua a causa de la sequía, la Comunidad de Madrid nada en la abundancia. Los 13 embalses con los que cuenta el Canal de I...

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Mientras regiones como Cataluña y Andalucía están sufriendo importantes restricciones de agua a causa de la sequía, la Comunidad de Madrid nada en la abundancia. Los 13 embalses con los que cuenta el Canal de Isabel II para el abastecimiento de más de 6,5 millones de madrileños han comenzado este mes de abril muy llenos, al 88,5% de su capacidad, con todo un lujo de 835,2 hectómetros cúbicos (hm³) almacenados. Son casi 20 puntos porcentuales más que hace justo un año, cuando sumaban 648,5 hm³ y estaban al 68,7% de su tope, los mejores datos desde 2018. Tan llenos están los pantanos madrileños que se están realizando desembalses en cuatro de las 13 presas, según han indicado a este diario fuentes del Canal.

Se trata de El Vado ―que regula el río Jarama―, Pedrezuela ―el Guadalix―, Manzanares El Real ―el Aulencia-Guadarrama― y El Villar ―la cuarta de las cinco presas que regulan el río Lozoya―. Solo en esta última el agua desembalsada se aprovecha para el consumo, ya que va a parar a El Atazar.

El Canal recuerda que los desembalses se realizan por seguridad. Además de para almacenar agua de abastecimiento, “las presas regulan los ríos, laminando las avenidas y ayudando a prevenir inundaciones por aumentos bruscos de caudal”. Así, los pantanos deben tener libre un volumen útil (el llamado nivel de resguardo) para asumir “las posibles avenidas con seguridad tanto para la propia presa como para el cauce aguas abajo de ella”.

La medida se tomó en primer lugar en El Vado, que lleva soltando agua desde el 8 de febrero, al que se sumaron El Villar el 22 del mismo mes, Pedrezuela el 26 y Manzanares el Real el 12 de marzo. “No podemos concretar una fecha de fin ni el volumen diario y total de agua desembalsada, porque depende del caudal que entre en el embalse y también del volumen derivado para consumo”, añade una portavoz. A día de hoy, El Villar se encuentra a un envidiable 101% de su capacidad, El Vado al 91% y Pedrezuela al 90%.

La razón es que el año hidrológico 2023-2024, que comenzó el 1 de octubre y acabará el 30 de septiembre, está siendo muy generoso con la zona centro, que se está beneficiando de continuas situaciones de borrascas atlánticas, que riegan esta vertiente en detrimento de la mediterránea. Solo en Semana Santa, en la que quien de verdad salió en procesión fue la borrasca Nelson, cayeron unos 40 litros en Madrid Retiro, el doble de lo habitual para todo el mes de marzo. En comparación con la media histórica, las reservas madrileñas se encuentran a 1 de abril hasta 12,8 puntos por encima de los valores medios para esta fecha (75,7%), destaca en una nota el Canal de Isabel II, la empresa pública que gestiona el agua en la región.

Presa del embalse de El Atazar desde el mirador, el 19 de marzo de 2024.Rafael Bastante (Europa Press)

En el conjunto del país, Nelson ha provocado la mayor subida semanal de agua desde diciembre de 2022. La reserva hídrica de España está al 63,1%, con 35.375 hm³, según ha informado este martes el Ministerio para la Transición Ecológica. La cuenca más llena es la del Cantábrico Oriental, al 93,2%, mientras que la de Madrid, la del Tajo, está al 76,6%. Las más vacías son las cuencas internas de Cataluña, con apenas un 16,4%.

En los primeros seis meses de año hidrológico, las precipitaciones en Madrid han sido un 13,2% superiores al promedio. Y, en marzo, ha llovido hasta un 74% más de lo esperable. En los pantanos de la sierra se han recogido hasta 93,3 litros. En consecuencia, las aportaciones a los embalses volvieron a ser copiosas en comparación con el dato medio.

En total, recibieron 156,9 hm³ en marzo, un 32,2 % por encima de la media del mes (118,7 hm³). Hasta la fecha, este año hidrológico es el segundo con más aportaciones de los últimos 20 años, un maná de 653 hm³. De los 13 embalses, el que más agua acumula es El Atazar, la presa más grande de la comunidad, con 378,8 hm³ y a un 89% de su capacidad total; seguido de Valmayor, con 104,253 hm (84%); y Santillana, con 87,046 hm (95%).

A pesar de su boyante situación, en noviembre Madrid se sumó a la guerra del agua en la que llevan años enfrascadas otras regiones, al demandar al Gobierno de la nación ante el Tribunal Supremo por el diseño del plan hidrológico del Tajo, calificado por la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, de “mezquino e inhumano”. Según Ayuso, el plan “pone en riesgo el abastecimiento de agua de casi siete millones de personas” al estar diseñado en contra de los intereses de Madrid. “La obsesión de [el presidente del Gobierno, Pedro] Sánchez con Madrid no tiene límites. Ahora pretende que esta región se rinda por sed”, le acusó Ayuso.

El nuevo plan, aprobado en enero del año pasado y que estará en vigor hasta 2027, fija por primera vez un caudal mínimo para el Tajo, como exigían cinco sentencias del Tribunal Supremo, la normativa europea y la Ley de Aguas desde hace 22 años. En el caso de Madrid, el conflicto está en el embalse de Valmayor, donde la nueva regulación condiciona a una autorización previa del Estado que pueda recibir agua del río Alberche, a través del trasvase San Juan-Valmayor.

En Madrid, con el agua se da la paradoja perfecta, ya que, al tiempo que crecen las reservas, baja el consumo de agua. El gasto en marzo fue un 9% más bajo que el del mismo mes de 2023, un descenso que el Canal achaca en buena parte a la abundante cantidad de lluvia recogida y a los días festivos. Así, los madrileños consumieron 35,5 hm³ de agua frente a los 39 del año anterior.

En conjunto, el consumo acumulado en la primera mitad del año hidrológico es un 2% menor al del mismo periodo del año anterior. Y esta tendencia tiene una larga tradición. Según cifras del Canal, el consumo de agua per cápita en Madrid se ha reducido en más de un 30% desde la última gran sequía que afectó a la región, la de 2005. Ese año, con los embalses en un peligroso 37%, se decretó la alerta 1 por sequía severa por segunda vez en la historia de la comunidad. Se prohibió el baldeo de calles, se limitó el riego de parques y jardines públicos a entre las 21.00 y las 9.00 horas, y se vetó el llenado de piscinas y el uso de fuentes ornamentales o aparatos de refrigeración sin circuitos cerrados.

Embalse de El Villar, en Madrid, el 31 de marzo, a tope tras el paso de la borrasca 'Nelson'. EUROPA PRESS (EUROPA PRESS)

La anterior ocasión en la que se llegó a alerta 1 fue en 1992, cuando los embalses estaban en un 42%. “En ningún caso se ha restringido el abastecimiento a la población”, destaca el Canal. Así, Madrid nunca ha entrado en fase 2, que supondría una bajada de presión en los grifos y cortes de suministro. A pesar de que ahora hay más del doble de agua que en 1992, el organismo llama a los madrileños a no bajar la guardia y a continuar colaborando en el uso eficiente y responsable del agua, recordando que el ahorro “tiene que ser un hábito constante” y no solo cuando falta.

El Canal está preparando la primera actualización de las tarifas en una década, al considerar que el crecimiento de la población estresará la red y que se han agotado todas las vías de acopio. En un proyecto de decreto, la empresa pública explica que estudia cobrar más a consumidores con grandes jardines para reducir el consumo y “no comprometer el suministro”. El objetivo es penalizar “los consumos ineficientes o suntuosos” además de “no esenciales”, como riegos y piscinas. Actualmente, la tarifa que pagan los madrileños está entre las tres más bajas del país: 1,47 euros el metro cúbico. ¿Cuándo subirá? Según fuentes del organismo, que no da una fecha, la “propuesta de adaptación tarifaria está en tramitación: ya finalizó el periodo de consulta pública del proyecto de decreto y está en fase de redacción e informes previos”.

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