La lucha de la Revuelta Escolar por peatonalizar las calles que rodean los colegios cumple dos años ante la “frustración” de los padres
El movimiento iniciado en Barcelona y extendido 17 ciudades, entre ellas Madrid, cierran un viernes más el acceso a las calles cercanas a los centros escolares en diferentes puntos
Al ritmo de los tambores de la batucada, los padres y madres de los colegios públicos Emilia Pardo Bazán y Santa María reivindican el uso de la calle del Casino, en el distrito Centro de Madrid, a favor de los alumnos que acuden diariamente a sus aulas. El pasado marzo se cumplieron dos años de la primera Revuelta Escolar celebrada en Madrid para luchar por...
Al ritmo de los tambores de la batucada, los padres y madres de los colegios públicos Emilia Pardo Bazán y Santa María reivindican el uso de la calle del Casino, en el distrito Centro de Madrid, a favor de los alumnos que acuden diariamente a sus aulas. El pasado marzo se cumplieron dos años de la primera Revuelta Escolar celebrada en Madrid para luchar por entornos escolares seguros y saludables, libres de coches, con menos contaminación y menos ruido. Penélope López González, madre de dos niños de uno de los colegios, explica que “en esta calle, a pesar de que está prohibido que los vehículos circulen, salvo el acceso a garaje y Emergencias, la normativa no se cumple”. Añade que además de esto, los coches no circulan a los 20 kilómetros por hora estipulados, por lo que “los niños van con miedo y pegados a la pared” para evitar accidentes, aclara. La Revuelta Escolar nació en diciembre de 2020 en Barcelona y desde entonces están ya presentes en 17 ciudades de toda la geografía española. Normalmente, las acciones se llevan a cabo el primer viernes de mes, sin embargo, López aclara que en esta ocasión se ha realizado el 14 de abril “porque la fecha coincidió con Semana Santa”.
Durante dos horas, de 16.00 a 18.00, las aceras y calzadas colindantes a decenas de colegios de la capital se han llenado de niños que juegan, meriendan y bailan al ritmo de la música. En la calle del Casino han aprovechado la coyuntura para plantar flores en los alcorques de los árboles. “En una de las revueltas hicimos una encuesta para ver qué es lo que querían ver y la respuesta mayoritaria fue más verde, más plantas”, explica López.
La frustración de las diferentes asociaciones que participan en el movimiento es que el Ayuntamiento “se ha limitado a pintar la calzada, colocar señales y poner vallas, pero no está actuando sobre el verdadero foco del problema, que es la presencia de coches en estos espacios, ni tampoco está velando por el cumplimiento de la velocidad máxima de 20 kilómetros hora, recogida en la Ordenanza de Movilidad”, aclara Yetta Aguado, portavoz del movimiento, en una llamada telefónica con este diario.
Ya que no se ha celebrado el primer viernes del mes, no han participado todos los colegios afiliados a la revuelta, no obstante Aguado está contenta con el resultado, ya que hay centros que se han sumado este mes de abril por primera vez, como el CEIP Isabel la Católica en la zona de Tribunal. Desde la plataforma reivindican la necesidad de que en colegios como el Asunción Rincón en Chamberí o el San Viator en Plaza Elíptica, que se encuentran “junto a verdaderas autopistas urbanas” se garantice el cumplimiento de las medidas recogidas en la Ordenanza de Movilidad. De acuerdo con Aguado, habría que hacerlo incluyendo las medidas necesarias “ya sean radares o pasos de peatones elevados”.
Durante los dos años de reivindicaciones, el Ayuntamiento ha colocado señales de calle peatonal en los entornos escolares de los CEIP Santa María y Palacio Valdés, ambos en el distrito Centro. Aun así, desde Revuelta Escolar denuncian que esto se incumple de manera sistemática por parte de los conductores, que “han llegado incluso a enfrentarse con las familias en alguna ocasión, provocando un atropello”.
Madrid se sumó al movimiento que comenzó en el barrio del Eixample en Barcelona a principios del 2021 y en junio de ese mismo año se juntaron casi 50 colegios, explica Aguado. “La primera reivindicación es la calidad del aire, luego se añade que los espacios sean más habitables”. Los padres no pierden el tiempo y quieren que también se atienda a las altas temperaturas en las aulas, que han estado en algunos momentos a 30 grados centígrados, asegura Aguado. Desde Revueltas Escolares apremian a los responsables a “adaptar de manera urgente los centros educativos ante la emergencia climática, tanto en los espacios interiores como en los exteriores, con instalación de fuentes, vegetación, arbolado y otros elementos de sombra de manera inmediata”.
“La emergencia climática es un tema recurrente y con el calor excepcional que ha hecho en marzo han saltado las alarmas”, asegura Aguado. E incluye que las diferentes Ampas solicitan desde el año pasado la colocación de toldos en los patios, pero que las Juntas de Distrito han denegado la petición porque no existen “elementos homologados para ello”.
Además de estas reivindicaciones, Revuelta Escolar organizará una convocatoria conjunta con música y juegos en Cibeles el próximo 5 de mayo por la tarde, en la que recogerán peticiones de niños y niñas para trasladarlas a las distintas candidaturas a la Alcaldía de Madrid, en el marco de la campaña europea Streets for kids.
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