La puerta al ‘Universo Berlanga’ está en el Cine Doré

La fachada inconfundible del cine más antiguo de la ciudad alberga estos días un pequeño milagro. Al traspasar la puerta del Cine Doré, el cineasta Luis García Berlanga (1921-2010) vuelve a latir por momentos. Habría cumplido 100 años ayer y, para conmemorarlo, la Filmoteca Española ha organizado un programa...

La fachada inconfundible del cine más antiguo de la ciudad alberga estos días un pequeño milagro. Al traspasar la puerta del Cine Doré, el cineasta Luis García Berlanga (1921-2010) vuelve a latir por momentos. Habría cumplido 100 años ayer y, para conmemorarlo, la Filmoteca Española ha organizado un programa especial que repasa su obra, sus gustos y la influencia en el mundo cinematográfico posterior. Lo han llamado, acordemente, Universo Berlanga.

Las celebraciones se extenderán a lo largo del año, aunque el grueso de los eventos son en junio. Allí se reproduce, por un lado, la filmografía completa del director; se explora su lugar entre cineastas internacionales; se rescata su interés en el erotismo a través de un ciclo de cine queer que él mismo diseñó en 1978; y, por último, se ha presentado Furia española. Vida, obra, opiniones y milagros de Luis García Berlanga (1921-2010), cineasta, una publicación de Filmoteca Española y el Institut Valenciá de Cultura y un “retrato lo más completo posible del hombre y su obra”.

La variedad es producto de que para los programadores estaba claro que una retrospectiva de Berlanga debía ser amplia, pues su legado no se limita a sus propias creaciones. “Abarcar lo que significó para el cine español y mundial no consiste en volver a proyectar sus películas. Por eso más que un ciclo, lo concebimos como un programa que no solo da cuenta de su filmografía cinematográfica, sino que intenta presentar una imagen de todo lo que rodeó su trabajo”, explica Carlos Reviriego, director adjunto de la Filmoteca Española.

Un objetivo secundario del programa es acercar al público a una definición del adjetivo “berlanguiano”, aceptado por la Real Academia Española a finales del año pasado. Reviriego ofrece su informada acepción de un término esquivo, esperando que se concrete un poco a lo largo del programa de Universo Berlanga. “Es un espejo, algo deformado, del carácter de la genética cultural y social española; una especie de antropólogo que rueda a sus personajes y los humaniza desde su propia mirada cómica”, intenta resumir. A través de su estilo de humor que se texturiza con lo grotesco, lo sainetesco, lo caricaturesco, lo esperpéntico o lo ridículo, Berlanga retrata su tiempo y su espacio.

El primer lugar donde buscar todos estos elementos, está claro, es su obra. Precisamente, el ciclo del Cine Doré que recorre la filmografía del director valenciano entre 1951 y 1999, con la icónica colaboración con Juan Antonio Bardem, Esa Pareja Feliz, por un lado, y París-Tombuctú, por el otro, le da el nombre a toda la programación. Sin embargo, esto es lo más previsible del programa, y para el iniciado, lo menos sorprendente, pues las películas de Berlanga suelen figurar año tras años en los programas de la Filmoteca.

Pero Berlanga no vivió aislado, bebió de muchas fuentes y muchos otros bebieron de la suya, aunque en ocasiones se haya puesto en duda su papel y alcance en la escena cinematográfica mundial. Para reflejar la idea de un director en diálogo constante con sus pares, otro de los ciclos es Espejos para Berlanga, que presenta nueve películas de cineastas internacionales como Rene Clair, Robert Altman o Pier Paolo Pasolini.

Las películas, que están fechadas entre 1930 y 1987, comparten sensibilidades con las diferentes etapas de la carrera del cineasta valenciano y, aunque no siempre de manera explícita, demuestran la sintonía de Berlanga con las tendencias mundiales. Además, otro objetivo de esta sección es romper el “lugar común que ha convertido a uno de los mejores cineastas españoles en un creador difícil de exportar, como si afrontar la miseria y el absurdo de la condición humana con humor fuera algo incomprensible”.

Finalmente, la otra faceta importante que se explora en Universo Berlanga es la de su interés en el erotismo. Se da fe de su espíritu transgresor a través de la recuperación de Pink Films, un ciclo de cine queer que el director comisarió cuando fue presidente de la Filmoteca Española en 1978, para poner a prueba la transición a la democracia de la institución. Se reproducirá casi íntegro, pero en este caso, la intención ya no es la de escandalizar, sino retratar y celebrar el elemento erótico en lo berlanguiano. Además, al enmarcarse en el mes del Orgullo, también forma parte de esa celebración.

La Filmoteca Española, con Universo Berlanga, no será la primera, ni la última, que celebre el Año Berlanga. Ha habido y habrá muchas proyecciones, ciclos, libros, coloquios, exposiciones, artículos, reportajes, publicaciones especiales de revistas y suplementos culturales. Sin embargo, gracias al acceso único que tienen al archivo del cineasta, ofrecen tal vez la mirada más completa de su obra, para quien guste de anotarse a un maratón.

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