El coordinador del hospital Isabel Zendal: “El traslado de profesionales tiene un componente político y criterios técnicos. Me los pidieron y los di”
Fernando Prados defiende que en medio de la pandemia el personal debe trabajar donde se le necesita
Fernando Prados acumula en el currículum media decena de puestos en menos de dos años. Hasta septiembre de 2019 fue viceconsejero de Sanidad. Después, consejero técnico del Ayuntamiento de Madrid, pero solo unos meses porque el coronavirus llegó y se puso al frente del hospital de campaña que la Comunidad abrió en el recinto ferial de Ifema. En agosto, se marchó a un despacho cerca de la Casa de Campo, como subdirector de ...
Fernando Prados acumula en el currículum media decena de puestos en menos de dos años. Hasta septiembre de 2019 fue viceconsejero de Sanidad. Después, consejero técnico del Ayuntamiento de Madrid, pero solo unos meses porque el coronavirus llegó y se puso al frente del hospital de campaña que la Comunidad abrió en el recinto ferial de Ifema. En agosto, se marchó a un despacho cerca de la Casa de Campo, como subdirector de coordinación de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de la capital. También fue solo por unos meses. En mitad de la segunda ola de covid, la presidenta Isabel Díaz Ayuso eligió a este médico especialista en emergencias, con dos décadas de experiencia en el Samur, para que coordinara el Isabel Zendal. Y allí, este pasado jueves, este madrileño de 54 años habló, entre otras cuestiones, —y en un recorrido de más de tres horas por ese centro de emergencias—, del ruido mediático, de la politización de esa instalación y de los traslados forzosos de los profesionales desde sus hospitales hasta Valdebebas. “El quinto infierno”, reconoce.
Pregunta. ¿Cómo ha evolucionado el Zendal desde que se inauguró el 1 de diciembre?
Respuesta. Ha seguido la misma curva de ingresos que el resto de hospitales de Madrid. Nosotros nos abastecemos del resto de centros, por lo que nuestra curva es la misma que la de los demás.
P. En pacientes y en personal, también. ¿Cómo ve lo ocurrido con los profesionales?
R. Hay un problema, sí. Y un problema de base, no cabe duda. Y está claro que va a generar problemas con los servicios, pero el sistema profesional sanitario es muy complejo, más o menos necesitas 11 años para empezar a trabajar, con lo cual, si te viene una pandemia y no te avisan 11 años antes, no vas a tener médicos suficientes para atenderla.
P. La cuestión es la decisión de trasladar a personal de otros hospitales hasta aquí de forma forzosa.
R. Si tú vives en una casa de 20x20 con seis personas y te llevas la mitad de la comida y la mitad de la gente a otro sitio, repartes. Hay problemas con los servicios porque faltan profesionales, y aquí también. Ellos tienen los mismos problemas que tengo yo y yo estoy tratando pacientes como tratan ellos.
P. La falta de personal en esos servicios se ha visto agravada por la apertura del Zendal. Es decir, el nuevo hospital ha provocado esos problemas de más en el resto.
R. Los pacientes van a ser los mismos, yo hago el sitio más grande para que entren más: lo que estoy dándoles es más espacio. En los hospitales no tienen sitio para meterlos, ya lo tienen lleno y no se puede trabajar, porque está hecho con las camas que tiene. Si le metes una cama más, ya empiezan los problemas. Yo lo que he hecho es cogerme el excedente de profesionales que había, que es mucho, porque se ha contratado a más de 11.000 nuevos.
P. No todos son nuevos, alrededor de 3.000 son gente que ya trabajaba en los hospitales.
R. No.
P. Son datos mensuales de la plantilla del sistema madrileño de salud de la Consejería de Sanidad.
R. 10.000, 9.000, 8.000, los que sean. La única solución es que pasen 11 años, pero ahora mismo no me puedo inventar los médicos.
P. Con esa falta de especialistas, ¿Por qué la orden de no volver a contratar a los profesionales que rechazaran ser trasladados de forma forzosa al Zendal? ¿Lo vio como un castigo?
R. Yo que castiguen a nadie no lo voy a ver nunca bien por principios. Estábamos viendo que había profesionales que si renunciaban a venir, como no hay más en la bolsa, podían ser contratados de nuevo en otro hospital y se libraban de venir al Zendal, por decirlo así. Mientras que otros que no hacían eso, sí estaban viniendo. Viendo que eso pasaba, se quitó esa fórmula para que no afecte a otros. Esos están desfavoreciendo al que no le tocaba venir, que tampoco quiere venir, pero por profesionalidad no va a dejar de venir. Pero lo que me importan son los pacientes y necesito personal para los pacientes, me encantaría que se hubieran puesto de acuerdo Recursos Humanos y los sindicatos y esto hubiese sido una balsa de aceite, pero era absolutamente esencial para tener aquí gente.
En vez de ir a la Casa de Campo, donde tengo mi despacho que tardo diez minutos escasos, me vengo aquí al quinto infierno, porque es mi profesión.
P. ¿Por qué cree que los profesionales no querían abandonar sus servicios?
R. Eso es comodidad. Pero estamos en pandemia. ¿Sabes dónde estaba yo? En el Ayuntamiento. Y puedes mirar lo que ganaba, aquí pierdo un tercio de lo que gano allí y evidentemente me he venido porque estamos en una pandemia. En vez de ir a la Casa de Campo, donde tengo mi despacho que tardo diez minutos escasos, me vengo aquí al quinto infierno, porque es mi profesión.
P. ¿Cree que es solo por eso?
R. O no, por lo que sea. Porque viviera cerca o le gustara más el trabajo. Hay personas que prefieren trabajar en otro sitio, a mí también me gustaría trabajar en otro sitio, pero las necesidades de la pandemia es que vengan a trabajar aquí. Esto pasará y dejaremos de atender pacientes covid y, además de haber trabajado en un monográfico de covid, podrán trabajar en cualquier otro centro. Donde se hace falta es aquí. Esto es una mierda, puedes decir, pero el que ha decidido que esto se tiene que poner en marcha, lo decidió. Y quien no crea, no le queda más remedio que apechugar con que este es el sistema que se ha decidido.
P. ¿Fue una decisión con componente político?
R. Es verdad que lo tiene, pero también con criterios técnicos, a mí me los pidieron y los di.
P. ¿Y ahora la puntuación adicional que se va a otorgar en la carrera profesional de quienes vengan, le parece un agravio comparativo con el resto de profesionales del resto de centros?
R. Sí, exactamente el mismo que se da a servicios de Intensivos y no a Anestesia, o se le da a Urgencias y no a Interna.
P. ¿Por qué ocurre esto?
R. Se ha puesto un monográfico para covid como política dentro de la consejería y están apoyando una iniciativa que se ha hecho desde la propia consejería. Pasa en otros centros, hay veces que se premia porque la Comunidad tiene especial interés en hacer una campaña de prevención de algo y los profesionales que atienden ese tipo de situación pueden ser premiados. Es una puntuación para su vida laboral y nada más, eso es lo de más que están obteniendo. Estás premiando algo que la consejería necesita que se haga.
En la sanidad no es malo que intervenga la política, lo malo es politizar la sanidad. Hay que tomar medidas y estas tienen criterios políticos, obviamente basados en técnicos. Eso pasa en sanidad, justicia, cultura o educación
P. Vuelve a entrar la política.
R. Absolutamente todo tiene que ver con política. En la sanidad no es malo que intervenga la política, lo malo es politizar la sanidad. Hay que tomar medidas y las medidas tienen criterios políticos, obviamente basados en técnicos, pero al final criterios técnicos hay de todas las tendencias y, evidentemente, el criterio político es al final el que decide por dónde vamos. Eso pasa en sanidad, justicia, cultura o educación. Las normas hay que hacerlas y se hacen con criterios políticos.
P. ¿Ha habido demasiada política alrededor del Zendal? ¿Si la presidenta Isabel Díaz Ayuso hubiese tratado el centro de forma distinta hubiese habido otra reacción?
R. Ella es así. Pero tanta respuesta tan salvaje sobre si iba a funcionar o no, que fue algo que predijo ella y dos más.
P. Las críticas iniciales de los expertos no iban sobre si iba a funcionar, sino sobre si esto era lo más óptimo que podía hacer la Comunidad con los recursos que tenía.
R. Sí, eso es verdad, lo que pasa es que la política está desmadrada. Y eso está afectando mucho al trabajo de la gente.
Las reticencias también de los pacientes
Esta pasada semana, la cadena SER reveló un audio en el que la gerente del hospital Príncipe de Asturias, en Alcalá de Henares, en una reunión con otros cargos del hospital, aludía a la necesidad de trasladar pacientes al Isabel Zendal por la falta de profesionales provocada precisamente por las derivaciones a ese mismo centro de emergencias. Culpaba a las familias de los enfermos por influirles en la decisión, apuntaba hacia la plantilla por una especie de contubernio para convencer a los pacientes de negarse a ir y pedía que se les quitara el móvil para que no pudieran llamar a sus familiares.
Reconoce también que están teniendo “problemas” en las urgencias: “Vemos que pacientes con un perfil ideal para curarse aquí no quieren venir y de algunos hospitales no están viniendo el número de pacientes que tienen que venir”. También asegura que cuando los enfermos llegan allí, “ven que el servicio es el mismo y que no hay ningún problema”.
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