Los barones del PP no respaldan la apuesta de Díaz Ayuso por mantener la hostelería abierta
El presidente Feijóo afirma que no se sentiría “responsable” si aplicara las mismas medidas
Los barones del PP que gobiernan en Galicia, Castilla y León, Murcia y Andalucía no respaldan ni con sus decisiones ni con sus palabras la apuesta de Isabel Díaz Ayuso por mantener abiertos los comercios y la hostelería durante la pandemia. Tras ver cómo la presidenta de la Comunidad de Madrid ordenaba que estos negocios cerraran a las 21.00, dejándolos trabajar el resto de la jornada, y tener hasta cuatro comensales por mesa, Alberto Núñez Feijóo expresó su sorpresa el domingo en una entrevista en La Voz de Galicia: “Madrid ha optado por una decisión por la que yo no me sentiría respon...
Los barones del PP que gobiernan en Galicia, Castilla y León, Murcia y Andalucía no respaldan ni con sus decisiones ni con sus palabras la apuesta de Isabel Díaz Ayuso por mantener abiertos los comercios y la hostelería durante la pandemia. Tras ver cómo la presidenta de la Comunidad de Madrid ordenaba que estos negocios cerraran a las 21.00, dejándolos trabajar el resto de la jornada, y tener hasta cuatro comensales por mesa, Alberto Núñez Feijóo expresó su sorpresa el domingo en una entrevista en La Voz de Galicia: “Madrid ha optado por una decisión por la que yo no me sentiría responsable si la tuviese que aplicar en Galicia y, por tanto, he optado por otra”. El resto de barones no necesita verbalizarlo, como recalca una fuente del Gobierno de Castilla y León, basta con acudir a los hechos: Andalucía, Castilla y León, Galicia y Murcia han adoptado medidas más duras que las de Madrid.
“Lo de Madrid llama un poquito la atención. ¡Ya nos gustaría tener la hostelería abierta!”, afirma una fuente del Gobierno de Castilla y León. “Madrid arriesga un poco porque juega con una ventaja: en lo que sería una provincia concentra a seis millones de habitantes y a muchos hospitales, lo que le da flexibilidad”. Y continúa: “Nosotros, en la segunda ola, cerramos las grandes superficies, el sector del juego y la hostelería, a la que dimos ayudas para que mantuviera en funcionamiento las terrazas. Nos funcionó muy bien. Son medidas eficaces. Hemos bajado la incidencia acumulada a marchas forzadas”.
Así, Castilla y León, donde gobierna Alfonso Fernández-Mañueco, acaba de ordenar el cierre de la hostelería en Palencia y otros 52 municipios. En Galicia, la hostelería está cerrada totalmente en toda la región, el comercio no esencial echa la persiana a las 18.00 y los centros comerciales no abren durante los fines de semana. En Andalucía, donde gobierna Juan Manuel Moreno Bonilla, se ha actuado “en función de los casos”, según recuerdan fuentes gubernamentales: los comercios no esenciales y la hostelería cierran sus puertas a las 18.00, salvo en aquellos municipios que registren una incidencia acumulada en los 14 días previos superior a los 1.000 casos, donde los cierres son totales.
Y en Murcia, finalmente, la actividad de la hostelería está limitada a la recogida en local y servicios a domicilio. “No podemos normalizar la muerte. Nos duele, pero sin vida no hay economía posible”, dijo en noviembre el presidente de la región, Fernando López Miras. Ahora, fuentes del Ejecutivo regional defienden que los cierres son “una medida difícil, pero necesaria y, lo más importante, eficaz”, aunque expresan su “respeto absoluto por la fórmula adoptada por los expertos y técnicos de la Comunidad de Madrid”.
La región gobernada por Díaz Ayuso ha optado por imponer las menos limitaciones posibles, lo que ha originado críticas también en el PSOE: ”Otros en España van presumiendo de ser menos restrictivos, de modo que cuando se abra la barrera nos volvemos otra vez todos a complicar la vida”, ha dicho este lunes el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.
Durante meses, el Gobierno de Díaz Ayuso quiso hacer de la región un oasis de actividad en el desierto de los cierres de España. Sin apenas restricciones tras el primer estado de alarma, hosteleros y comerciantes trabajaron con relativa normalidad hasta el pasado lunes, cuando se limitó su horario de apertura (hasta las 21.00) y se rebajaron aún más los aforos (de seis a cuatro comensales).
Ahora, la obsesión confesa del Ejecutivo regional es no prorrogar esas restricciones el 8 de febrero, si así lo permite la situación sanitaria. Ese es el mensaje que le han trasladado este lunes Díaz Ayuso y su vicepresidente, Ignacio Aguado, a hosteleros y comerciantes, en dos reuniones separadas. El equipo de la presidenta de la Comunidad de Madrid ha diseñado un protocolo de buenas prácticas para los locales con el que espera acelerar la reapertura a pleno rendimiento. Y mientras tanto, argumenta que el cierre de la hostelería solo sirve para arruinar negocios y aumentar el paro, porque las regiones que han apostado por las restricciones no han logrado controlar la expansión del virus.
Esto es lo que dicen los datos. Según el último informe del ministerio de Sanidad, publicado este lunes, Madrid tiene una incidencia acumulada en los últimos 14 días de 978,20 casos diagnosticados por cada 100.000 habitantes. Estaban peor Murcia (1.098,87) y Castilla y León (1.330,63). Por el contrario, Galicia (780,48) y Andalucía (959,28) mejoraban los datos madrileños. El contraste entre las distintas formas de afrontar la pandemia de los barones del PP ha puesto este lunes en un aprieto al líder nacional de la formación conservadora, Pablo Casado.
―¿Usted cómo gestionaría la pandemia? ¿Cómo Feijóo, o como Díaz Ayuso?, le han preguntado durante una entrevista en la cadena SER.
―Lo están haciendo exactamente igual, los criterios son los de la Organización Mundial de la Salud, ha contestado Casado.
―¿Quién es más responsable? ¿Feijóo o Díaz Ayuso?
―Son todos responsables.
En la misma línea se ha expresado el alcalde de Madrid y portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida, que ha tratado de nadar y guardar la ropa, informa Luis de Vega. Por un lado, ha dicho, comprende que las palabras de Núñez Feijoó “son adecuadas al hecho de que es presidente de Galicia y del escenario que hay en Galicia, que es distinto del que hay en Madrid”. Al mismo tiempo, Martínez Almeida ha reconocido que no le gustaría estar en la piel de un presidente autonómico que ha de afrontar “solo” la pandemia. En cuanto a apoyar las medidas de Ayuso para liberar cuanto antes de las restricciones al sector de la hostelería, el regidor de la capital ha afirmado que coincide “palabra por palabra”, porque el sector tiene que “recuperar en cuanto pueda el terreno perdido”. “Olvidar la economía es un error, pero priorizar la pandemia es inexcusable”, ha añadido Almeida.
Todos los gestores regionales recuerdan que cada comunidad es un mundo, con su idiosincrasia, sus problemas particulares y sus soluciones a medida. Por eso, cada vez que Casado pone a Madrid como ejemplo de gestión frente a un virus que ya ha causado más de 20.000 muertos en la región, hay dirigentes del PP que se quedan sorprendidos: entre los modelos de Díaz Ayuso y de Feijóo, por ejemplo, media una importante distancia. Y no solo en lo que toca a la lucha contra el virus.
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