Los institutos madrileños reabren con carencias para un 3º y 4º de la ESO y Bachillerato semipresenciales

Con falta de profesores y de medios técnicos, problemas de espacio y mucho miedo al contagio, los institutos de Madrid han afrontado este miércoles su reapertura con el regreso de una parte de sus alumnos, los de 3º y 4º de la ESO y de 1º y 2º de Bachillerato. Son 243.769 estudiantes, que abordarán...

Con falta de profesores y de medios técnicos, problemas de espacio y mucho miedo al contagio, los institutos de Madrid han afrontado este miércoles su reapertura con el regreso de una parte de sus alumnos, los de 3º y 4º de la ESO y de 1º y 2º de Bachillerato. Son 243.769 estudiantes, que abordarán el inicio de curso en un régimen semipresencial sin recetas ni precedentes. Así, estos estudiantes ―además de los de FP y Educación para Adultos, que llegarán más tarde― tendrán que asistir al centro “entre un tercio y la mitad del horario semanal”, bien en días alternos a clase o en franjas horarias de tres horas cada día, según las instrucciones dadas por la Consejería de Educación. Cada instituto se ha organizado lo mejor que ha podido dentro de estas pautas y dependiendo de sus circunstancias, de su tamaño y de sus medios.

¿Y cómo será la semipresencialidad? De momento, no habrá educación online en la gran mayoría de los centros. “No han llegado ni las 6.100 cámaras anunciadas ni los 70.000 dispositivos, imaginamos que tablets, prometidos” para que la mitad de los alumnos siga la clase in situ y la mitad en casa, lamenta Esteban Álvarez, presidente de la asociación de directores de secundaria de la región (Adimad). Es más, cuando lleguen, que no hay una fecha, se necesitará una inversión “muy fuerte”, de unos 10.000 euros, para adecuar los centros. “Hay que ampliar la red para que soporte el tener a 500 alumnos en caso de centros grandes conectados a clase desde casa. Se requiere una instalación muy potente y vídeoproyectores para que desde casa se vean la pizarra y los powerpoints y las proyecciones”, detalla Álvarez.

Todavía hay un tercer problema para que el sueño de la enseñanza online sea una realidad: durante la pandemia se hizo muy patente la brecha digital “y no se ha resuelto”, denuncia Isabel Galvín, secretaria de Educación de CC OO Madrid, el sindicato mayoritario en el sector. Según sus cálculos, hay unos 287.000 alumnos de enseñanzas no universitarias que no pueden conectarse a la plataforma de EducaMadrid para recibir las clases porque no tienen ordenador o no tienen wifi.

Al margen de los medios técnicos, ¿están listos los institutos para acoger a los alumnos? “No”, responde, rotunda, Galvín. Para empezar, faltan parte de los profesores prometidos por el Gobierno regional para asumir la bajada de la ratio en 1º y 2º de la ESO de 30 a 23 alumnos. “Los centros han abierto sin todos los profesores necesarios porque los están contratando ahora y están en trámites de formalización de contratos y de hacerse test serológico o porque no se han sustituido las bajas o porque están en cuarentena preventiva mientras se confirma el resultado de sus PCR, que han llegado muy tarde”, explica Galvín.

Según Álvarez, cada centro ha pedido una media de entre tres y cuatro, aunque los hay que necesitan al menos seis. De momento, no han podido cuantificar cuántos les faltan, pero CC OO contabiliza casi 700 vacantes. Álvarez, que confiesa que la tensión en los institutos ha sido “de locura, tremenda" para abrir en las mejores condiciones, alaba “a los técnicos” de la Consejería de Educación, que “están asumiendo en una semana procesos para los que se necesitaría mes y medio”.

“Hemos empezado agotados física y psicológicamente y tenemos el curso todavía por definir porque no se puede cambiar la organización en una semana”, critica Álvarez, que llevaba alertando de la situación a la Comunidad desde mayo. “Estamos muy molestos porque sabíamos que esto iba a ocurrir y, en contra de lo que se dice y se difunde, esto no es el escenario II previsto en junio, aunque la Comunidad afirmaba que empezaríamos en el I. En el II se hablaba de semipresencialidad para toda la ESO, Bachillerato y FP, y ahora es solo de 3º en adelante, hay una gran diferencia. Tampoco nadie nos dijo que íbamos a tener que reducir ratios, nadie”.

Mientas tanto, la responsable sindical apunta a que “no está suficientemente regulado el protocolo de actuación” ante posibles contagios y “falta que Recursos Humanos ordene las sustituciones inmediatas de bajas” entre el personal docente y no docente, un aspecto en el que también pone el acento Álvarez, ya que las bajas “van a ser muchas y continuas y el curso tiene que seguir”. Tampoco está definida “la actividad del profesorado de especial vulnerabilidad ante la covid”, prosigue Gavín. También preocupa mucho a sindicatos y directores que “no se haya generalizado la figura de la enfermera” ―solo disponen de ella 30 institutos de los 300 existentes y se prometió la contratación de 150 más para colegios e institutos, que siguen a la espera de que lleguen― y que "la coordinación covid se le imponga a un miembro del equipo directivo”, que no tiene conocimientos para ello.

Otro problema grave que tiene en vilo a los centros son los espacios, que CC OO tilda de “insuficientes”. “No se sabe cuándo llegarán los barracones prometidos”, critica Galvín, quien asegura que el Gobierno regional está diciendo a los centros que “con suerte antes de las lluvias” y que busquen alternativas por si acaso. Tampoco hay, según el sindicato, "material de protección para los docentes ni para el alumnado porque no han llegado mascarillas, epis, termómetros suficientes... ". Álvarez, por su parte, apunta a que, por encima de todos estos problemas, sobrevuela el muy palpable miedo de las familias. “Vienen los chavales y sus padres con intranquilidad y preocupación”, confiesa.

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