Ayuso se cita en Jerusalén con el presidente de Israel y explota su actividad internacional camino del 28-M
Quince días después de visitar Lisboa, y tras desplazarse a Italia, Francia, Bélgica y EE UU en el último año, la presidenta de Madrid vuelve a subirse al avión
A las puertas de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid, acelera su actividad internacional: si hace 15 días se desplazó a Lisboa para firmar un acuerdo de colaboració...
A las puertas de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid, acelera su actividad internacional: si hace 15 días se desplazó a Lisboa para firmar un acuerdo de colaboración con Carlos Moedas, alcalde de la capital de Portugal, el próximo fin de semana volará a Jerusalén, donde se ha citado con Isaac Herzog, presidente del país, un cargo protocolario aunque con función arbitral en las crisis políticas. Ninguno de los rivales con los que se medirá en las urnas la líder conservadora puede protagonizar una actividad exterior de este nivel. Y Ayuso está explotando los viajes internacionales, que por ahora no han dejado inversiones conocidas para Madrid, pero sí han servido para publicitar la imagen de la presidenta: en el último año, se ha desplazado a Italia, Francia, Bélgica y Estados Unidos.
“El viaje de Ayuso se desarrollará durante los próximos días 12 y 13 de febrero e incluirá reuniones con dirigentes políticos y empresarios del país, con el objetivo de intensificar relaciones con Israel y mostrar la gran capacidad de la Comunidad de Madrid para atraer inversiones y proyectos”, resume el equipo de Ayuso a través de un comunicado. En 2021, Madrid fue la región española que atrajo mayor inversión de Israel, con el 60% del capital llegado hasta España desde ese país, según datos del Gobierno autonómico.
Desde que es presidenta, Ayuso ha realizado múltiples guiños a Israel y el pueblo judío, lo que ha facilitado que se estrecharan los lazos entre las dos partes que reúne este viaje. Como hizo la semana pasada, la líder conservadora siempre asiste al acto anual que recuerda en la Asamblea de Madrid a las víctimas del Holocausto. Su Ejecutivo ha apostado por impulsar la cooperación con Israel en digitalización, ciberseguridad y emprendimiento. Y el PP autonómico ha llevado hasta el Congreso de los Diputados una proposición de ley para impedir por norma que empresas o asociaciones sospechosas de ser antisemitas reciban dinero público.
Esos ejemplos muestran cómo la líder conservadora es la presidenta regional que está explotando con más intensidad la política exterior como parte nuclear de su mandato. Desde que llegó al poder, en 2019, Ayuso ha recibido a los presidentes de Colombia o Ecuador; se ha citado con decenas de embajadores; y ha viajado a Estados Unidos, Francia, Portugal o Italia.
Estos desplazamientos, que han supuesto un gasto de 60.000 euros al erario público, no han cristalizado aún en grandes inversiones conocidas para Madrid. De hecho, apenas se conoce la firma de acuerdos de colaboración con gobiernos como el de Ille de France (París), Lisboa (Portugal) o Miami (Estados Unidos). Sin embargo, los viajes sí han servido para promocionar a Ayuso, acompañada casi siempre por una cámara de la televisión pública regional, Telemadrid; y para abrir nuevos frentes en su confrontación constante con el Gobierno de España.
El primer choque claro se produjo ya en febrero de 2020. Entonces, Carmen Calvo, que en aquel momento era vicepresidenta primera del Gobierno de España, explotó. “La política exterior es asunto del Gobierno de España y es intolerable que el PP quiera utilizar instituciones como el Ayuntamiento de Madrid o la Comunidad autónoma para eso”, dijo en una entrevista con EL PAÍS, en la que apeló a la lealtad institucional. “Están haciendo política exterior donde no corresponde”, recalcó. “Y exigimos que se respeten las instituciones”.
¿Qué había ocurrido? Que Ayuso había recibido con todos los honores a Juan Guaidó, presidente encargado de Venezuela, mientras el Gobierno central optaba por un perfil bajo: una cita en la Casa de América con la ministra de Exteriores, y sin el presidente del Gobierno. Desde entonces, Ayuso se ha desplazado en dos ocasiones a Estados Unidos, donde criticó a Sánchez. Ha abogado por exportar su imagen, para convertirse en referente internacional del liberalismo. Y se ha reunido con decenas de embajadores en la Real Casa de Correos, sede del Ejecutivo autonómico. Toda esa actividad ha dejado imágenes muy potentes desde el punto de vista publicitario y propagandístico, pero no siempre reales.
Por ejemplo, en 2021, Ayuso visitó el Capitolio, uno de los grandes símbolos de poder del planeta, pero de los 38 congresistas convocados a la cita solo se presentaron cinco. Y este verano, Ayuso celebró que en Miami se bautizara una rotonda con el nombre “Comunidad de Madrid”, y que se decorara con un inmenso oso de dos metros con los colores y estrellas de la bandera autonómica. La obra, firmada por el escultor Eladio de Mora, fue empleada como símbolo del éxito del viaje. En su balance final, así lo destacó Ayuso: “La Comunidad Madrid tiene un reconocimiento a través de una rotonda que próximamente se construirá dedicada a la región y donde estará ubicado la escultura de un osito que nos han dejado aquí en recuerdo a la hostelería, a los comercios y a todos los madrileños”.
Sin embargo, más de seis meses después, el gigantesco oso no está en ese sitio, según De Mora. “Fue para darle a ella una sorpresa”, cuenta el artista. “Me lo pidieron unos empresarios de la hostelería y, como tenía allí las piezas, y la peana, se la quedaron ellos”, explica. “Se hizo como una presentación, y ya luego está guardada. La tienen ellos. Está en buenas manos. Seguro. Y enseguida me van a decir de ir allí a instalarla [definitivamente], porque están con la aprobación de los trámites. Pero seguro que va a tener todos los beneplácitos”. Desde aquel desplazamiento, en julio de 2022, Ayuso había viajado a países europeos, pero no había emprendido una nueva aventura transcontinental. Ahora sí. Próximo destino, Israel.
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