Alberto Garzón anuncia que no irá en las listas de Sumar para las elecciones del 23-J

El líder de IU seguirá al frente del partido y argumenta que su decisión busca “promover la renovación de las caras públicas” en la coalición que encabezará Yolanda Díaz

Madrid -
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, en declaraciones a los medios, en mayo.EFE

Las incógnitas en el espacio a la izquierda del PSOE empiezan a despejarse. En plenas negociaciones para la configuración de Sumar, el líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, da un paso atrás y no concurrirá como candidato en las elecciones del 23 de julio para que sean “nuevos perfiles” los que representen a la coalición en esta etapa, según fuentes de su entorno. El coordinador federal del ...

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Las incógnitas en el espacio a la izquierda del PSOE empiezan a despejarse. En plenas negociaciones para la configuración de Sumar, el líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, da un paso atrás y no concurrirá como candidato en las elecciones del 23 de julio para que sean “nuevos perfiles” los que representen a la coalición en esta etapa, según fuentes de su entorno. El coordinador federal del partido, diputado desde 2011, seguirá, sin embargo, al frente de la formación y apoyará la candidatura que encabezará Yolanda Díaz. El dirigente comunicó la decisión a la vicepresidenta el pasado martes, tan solo 24 horas después de que Pedro Sánchez anunciase el adelanto electoral y tras el batacazo de las izquierdas en los comicios autonómicos y municipales. La titular de Trabajo ha reconocido la “generosidad” y el “saber estar” del ministro, y rechaza pronunciarse sobre si la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, y su número dos, Irene Montero, deberían seguir el mismo camino: “Estas preguntas hay que formulárselas a cada una de las personas”.

Garzón reúne este viernes a la dirección de Izquierda Unida para informarles y convocará el domingo a su coordinadora federal, el máximo órgano ejecutivo y de decisión del partido, en la que habrá un primer discurso en abierto del dirigente. En un comunicado difundido minutos después de conocerse la noticia, el ministro explica que se trata de una decisión “muy meditada que aspira a promover la renovación de las caras públicas” que representan al “necesario” proyecto de Sumar. “Como republicano, siempre he creído en la renovación de los representantes: es sano para los proyectos políticos y también para la democracia. Ahora que entramos en una fase nueva, creo que es un momento estupendo para dejar que otros compañeros y compañeras puedan aportar sus energías y conocimientos. Yo he estado doce años en la primera línea. Pasé de las plazas del 15-M al Congreso, y de allí al Gobierno de España”, repasa Garzón (Logroño, 37 años) en un mensaje muy claro sobre sus motivaciones.

“Como insistió Julio Anguita, la política está en todos los rincones de nuestra vida cotidiana, y seguiré ayudando a construir una España más justa desde otros sitios también políticos: en mi organización, Izquierda Unida, y también en Sumar”, añade. En la carta difundida en redes sociales, Garzón expresa su deseo de que la gente recuerde estos 12 años de trabajo como una “contribución positiva” y esgrime razones también personales para dar un paso atrás. “A partir de ahora quiero cuidar más y mejor a la gente a la que quiero: a mis hijas, a mi compañera, a mi familia. Y lo quiero hacer combinando dos aspectos: dedicándoles más tiempo y manteniendo mi compromiso político por construir una vida mejor”.

“Hoy no puedo más que darle las gracias por su buen hacer, su saber estar y su enorme generosidad. Alberto siempre supo estar en los sitios, desde que fue el diputado más joven”, ha reconocido públicamente Díaz en rueda de prensa este viernes. “La buena noticia es que forma parte del equipo de Sumar de economistas y está trabajando. Alberto no se va, Alberto se queda”, ha puntualizado la vicepresidenta.

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La decisión de Garzón se hace pública en medio de las intensas negociaciones para definir el peso de cada partido en la confluencia que liderará Díaz el 23-J. Queda tan solo una semana para que se cierre el plazo de registro de coaliciones —10 días desde la convocatoria de los comicios— y todas las formaciones tratan de blindar esas conversaciones en las que deberán concretarse, fundamentalmente, las listas o el reparto económico de cada uno. Entre las organizaciones implicadas están Podemos, IU, Catalunya en Comú, Más Madrid, Más País, Compromís, Chunta Aragonesista, Verdes Equo o Alianza Verde.

La vicepresidenta Yolanda Díaz, este viernes durante una rueda de prensa en el Ministerio de Trabajo. Claudio Alvarez

Preguntada por estas reuniones y sin entrar en ningún tipo de detalle, la titular de Trabajo ha querido trasladar un mensaje de tranquilidad. “Soy una mujer optimista y habrá acuerdo porque nuestro país nos está esperando”. La ministra tampoco ha querido pronunciarse sobre si el paso dado por Garzón marca el camino hacia otras posibles renuncias, en este caso de Belarra y Montero, pero ha querido trasladarles a ellas la cuestión. “Yo sí les doy las gracias a Ada Colau [que ha anunciado ya que no dará el salto a la política nacional] y a Alberto Garzón. Estas pregunta hay que formulárselas a cada una de las personas”, ha apostillado.

Tras el batacazo del 28-M han crecido las voces dentro de Podemos que abogan por un pacto con Sumar. La última, este mismo viernes formulada por Jesús Santos, coordinador autonómico en Madrid, donde el partido quedó fuera de la Asamblea el domingo pasado. “Primero el país y no los partidos. Nos jugamos una década y cada voto puede decantar la balanza. De nosotras/os dependerá el rumbo de España a partir del próximo 23 de julio. Seamos responsables, sumemos y salgamos a ganar. Juntas y juntos, con Yolanda Díaz”, ha escrito en redes el político, que recibió el respaldo la ministra durante la campaña.

En los últimos meses, conforme se intensificaba el enfrentamiento entre Podemos y el resto de actores del espacio que han respaldado a Díaz, el exvicepresidente Pablo Iglesias fue uno de los perfiles que criticó en público el tiempo que Garzón llevaba en la política institucional. “Tenemos que ser serios y no decir que no te importan las listas cuando llevas más de diez años siendo cargo público”, arremetió en una tertulia el pasado marzo, menos de una semana antes de la presentación de la candidatura de Díaz con Sumar. Precisamente ellos dos, Iglesias y Garzón, fueron los artífices del pacto entre Podemos e IU para las generales de 2016 que dio lugar a la marca Unidos Podemos (después Unidas Podemos).

El hoy coordinador federal de Izquierda Unida entró por primera vez en el Congreso tras las elecciones de noviembre de 2011, que dieron la victoria al PP de Mariano Rajoy, y bajo la dirección en el partido de Cayo Lara. Fue entonces el diputado más joven del hemiciclo, tan solo meses después de que su figura emergiera como uno de los referentes en las protestas del 15-M. En junio de 2016 accedió al liderazgo de IU, pero ya antes, el entonces máximo responsable de IU se hizo a un lado y dejó que Garzón se presentara como candidato a la Presidencia del Gobierno en las generales de 2015. El partido obtuvo en aquellos comicios dos diputados frente a los 69 de Podemos, por lo que tras un intenso debate interno, decidieron unir fuerzas en las siguientes elecciones. En el Gobierno de coalición ha dirigido el Ministerio de Consumo y pese a sus modestas atribuciones ha protagonizado algunos de los debates más mediáticos estos años: las polémicas por el consumo de carne, el modelo de producción de las macrogranjas o la publicidad en torno a los juguetes. Desde que Díaz explicitó sus intenciones con Sumar, Garzón siempre ha respaldado sus planes, siendo Izquierda Unida (partido del que procede la vicepresidenta) uno de los aliados fundamentales de su plataforma.

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