Materiales inflamables y una trampa en altura: las similitudes entre el incendio de Valencia y la torre Grenfell de Londres
El siniestro de la capital británica, que tuvo lugar en 2017, resultó mortífero para 72 vecinos a causa del revestimiento exterior del edificio
Las imágenes del incendio que el jueves devoró un edificio con un ala de 14 plantas y otra de 10 en Valencia, y por el que han pedido la vida al menos 10 personas, han impactado por la virulencia del fuego y la velocidad a la que se engulló todo el inmueble, de 138 viviendas. Los primeros indicios apuntan a que la causa reside en el ...
Las imágenes del incendio que el jueves devoró un edificio con un ala de 14 plantas y otra de 10 en Valencia, y por el que han pedido la vida al menos 10 personas, han impactado por la virulencia del fuego y la velocidad a la que se engulló todo el inmueble, de 138 viviendas. Los primeros indicios apuntan a que la causa reside en el material sintético que cubre la fachada: se trata de unas placas dobles de aluminio separadas por una resina, que se conoce con el nombre de composite, que actúa como de aislante de frío y calor, pero que al mismo tiempo es altamente combustible. Una circunstancia que recuerda el incendio que se produjo en la Torre Grenfell de Londres, en 2017, durante el que murieron 72 personas.
“Lo que ha pasado en Valencia es la copia exacta de lo que pasó en Londres hace seis años”, explica Iván Cabrera, director de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Valencia. “El hecho de que se trate de edificios altos solo dificulta los trabajos de los bomberos. Lo que sí tiene implicaciones sobre la propagación del fuego es no solamente el tipo de material de la fachada, sino la forma en la que ha sido colocado”. A diferencia de las construcciones tradicionales, donde la presencia de cámaras con materiales combustibles entre dos hojas de ladrillo no suponía una amenaza gracias a las interrupciones a la altura de cada piso, la práctica de instalar aislamiento térmico de manera expuesta facilita la propagación del fuego.
Londres, Torre Grenfell
La Torre Grenfell era un bloque de 120 apartamentos de protección oficial y ubicado en el barrio de North Kensington, en el oeste de la capital británica, donde vivían cerca de 600 personas. Las investigaciones policiales pudieron confirmar que el incendio se inició la madrugada del 14 de julio de 2017, a causa de una nevera defectuosa que explotó en un piso de la cuarta planta del edificio. Sin embargo, la causa de que el accidente resultara tan mortífero fue el revestimiento exterior del edificio, formado por unas planchas de aluminio y un material aislante de polietileno. Los materiales, que habían sido colocados en la fachada durante una reforma de la torre llevada a cabo solamente un año antes del siniestro, no superaron las pruebas de seguridad a las que fueron sometidos durante la investigación.
A raíz de la tragedia, la policía presentó cargos por homicidio involuntario contra las empresas que reformaron la Torre Grenfell, y la entonces primera ministra, Theresa May, ordenó hacer pruebas en todos los revestimientos de edificios altos del país. Más de 1.700 inmuebles pasaron a ser considerados de “alto riesgo” por las autoridades, abriendo una verdadera crisis del sector inmobiliario por ser valorado en cero libras a causa de su inseguridad.
Las respuestas a la catástrofe no terminaron allí. El proveedor estadounidense del revestimiento, Arconic, dejó de vender el mismo material que cubría la Torre Grenfell para edificios de gran altura tras reconocer que representaba un riesgo para estos inmuebles. Un año después, el Gobierno británico anunció planes para prohibir los revestimientos inflamables en edificios de nueva construcción de más de 18 metros de altura, así como en escuelas, residencias de ancianos y viviendas para estudiantes.
Milán, Torre dei Moro
El 29 de agosto de 2021 se originó un incendio en un edificio de 20 plantas en la periferia de Milán, conocido como Torre dei Moro. El fuego, que afectó a las viviendas de 70 familias, se originó en una de las plantas altas. Afortunadamente, la respuesta de los vecinos fue rápida: consiguieron evacuar el edificio antes de que fuera demasiado tarde y no se registraron víctimas mortales. Además, los daños materiales fueron menos graves, y de hecho algunos inquilinos pudieron volver a sus hogares en los meses siguientes para recuperar sus pertenencias. De 84 pisos, 17 fueron completamente arrasados y otros 17 gravemente dañados. Actualmente, el inmueble está siendo reformado para volver a ser habitable.
También en este caso, como pasó en Londres, el incendio se propagó a través de la fachada. Según el informe técnico de los bomberos que investigaron el siniestro, las llamas fueron presumiblemente provocadas por una colilla de cigarrillo que cayó accidentalmente en el balcón de un apartamento en la planta 15, y que había sido arrojada por uno de los inquilinos de las plantas superiores. Sin embargo, lo que provocó que el edificio se convirtiera rápidamente en una antorcha gigante fueron los materiales de revestimiento de la fachada: unos paneles altamente inflamables con los que la constructora se ahorró los 95 céntimos de euro por metro cuadrado más que costaban los que resistían al fuego.
Móstoles, Comunidad de Madrid
Los materiales de la fachada fueron la causa de otro incendio mortal en España, que tuvo lugar en Móstoles, municipio al sur oeste de Madrid. El 7 de julio de 1992, un total de 12 personas —nueve polacos y tres españoles— perdieron la vida al quemarse un edificio de la calle de los Hermanos Pinzón que estaba cubierto con placas de una fibra plástica altamente inflamable. El inmueble, de 10 plantas, tenía ya 18 años cuando ocurrió del accidente. Entonces, se trataba de un edificio moderno, tanto que cuando fue construido recibió el Premio Nacional de Arquitectura.
El origen del siniestro, en el que también hubo 17 heridos, fue un cigarrillo que prendió uno de los colchones de gomaespuma que se encontraban en una vivienda ocupada por ciudadanos de nacionalidad polaca, según las investigaciones. Al intentar apagar el colchón en la terraza, las llamas se propagaron por la fachada recubierta en fibras de poliéster. Entre las víctimas hubo tres niños.