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Las nuevas Zonas de Bajas Emisiones de Cataluña y la Comunidad de Madrid entran en vigor a medio gas o sin multas

Las asociaciones de afectados por el veto a los vehículos más contaminantes retoman las protestas

La renqueante implantación de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), las áreas urbanas que vetan la entrada a los vehículos más contaminantes (los que no tienen etiqueta de la DGT), tiene un nuevo capítulo a partir del 1 de enero de 2026. Si la Ley de Cambio Climático de 2021 obligaba a los 153 municipios de más de 50.000 habitantes a poner en marcha las áreas de veto a los coches más contaminantes en 2023, pero más de la mitad no ha cumplido y algunos de los que la tienen no multan; el 1 de enero de 2026 deberían implantarla los de más de 20.000 ciudadanos que superan los límites de contaminación oficiales. Mientras, más allá de las capitales, Barcelona y Madrid, muchos de los ayuntamientos de estas ciudades que las han implantado o están a punto, lo hacen de forma laxa o sin sancionar, y si se endurecen, es a partir de 2028, cuando el actual mandato de los alcaldes habrá terminado.

El fiasco es tan grande que la Unidad de Medio Ambiente de la Fiscalía General del Estado está solicitando a las administraciones competentes documentación para ver el grado de cumplimiento de las ZBE. La idea es estudiar si adopta medidas contra los municipios que incumplen. Además, el ministerio de Transición Ecológica e Interior ultiman un decreto para obligar a los ayuntamientos a multar. Pese a estos incumplimientos, las asociaciones contrarias al veto han convocado protestas este fin de semana. En Barcelona las capitanea ASOPARC, la plataforma de Afectados por las Restricciones Circulatorias. Y en Madrid, AVARM, la Asociación de Vehículos Afectados por las Restricciones de Movilidad. Las entidades aseguran que entre sus convocantes no figuran partidos políticos, pero Vox, que rechaza las ZBE, apoya en las redes algunas de las protestas.

En Barcelona, Mònica Xufré, de ASOPARC, explica que el principal motivo de la movilización es que “en 2026 entran en vigor muchas ZBE o se endurecen las existentes”. En Madrid, la vicepresidenta de AVARM, Miriam Cubero, afirma: “Nos manifestamos a favor de la libertad de circulación”. Piensa que las ZBE son discriminatorias para los ciudadanos con menor poder adquisitivo. “¿Cómo van a comprar un vehículo, que necesitan para ir a trabajar, de esas características y con esos precios?”, se pregunta. Asegura estar a favor de la iniciativa de la Unión Europea que establece valores límite para contaminantes atmosféricos, pero considera que España debe optar por medidas alternativas. “En otros lugares el foco se ha puesto en las grandes empresas y flotas de vehículos, no en los particulares”, protesta pese a la existencia de ZBE por toda Europa.

“Exijo que se cumplan las sentencias contra las ZBE en España”, dice Cubero. En Barcelona sí existen fallos firmes que anularon la ordenanza original de 2019, pero el Ayuntamiento aprobó una nueva versión en 2023, por lo que la ZBE sigue activa. En Madrid, las sentencias que cuestionan la ZBE todavía no son definitivas, ya que se han recurrido, y la normativa y las multas continúan aplicándose. En ambos casos, los ajustes de las ordenanzas permiten mantener las restricciones.

Las que siguen son las principales ciudades con ZBE en Cataluña y Madrid.

Barcelona. Fue pionera en 2020 y (tras algunas moratorias por la pandemia) funciona a pleno rendimiento y opera en el área más grande de las ciudades españolas, casi 100 kilómetros cuadrados. En el entorno de la capital catalana, en los últimos meses o en 2026 se habrán activado ZBE en municipios que tienen más de 20.000 habitantes como Gavà, Barberà del Vallès, Ripollet o Montcada i Reixac. La situación de las otras tres capitales de provincia va muchos años por detrás.

Lleida. La implantó el pasado 1 de julio y solo restringe la entrada a vehículos de fuera del municipio, los que pagan el Impuesto de Circulación en la ciudad pueden acceder a la ZBE sin restricciones, tengan la etiqueta que tengan. Los coches de fuera pueden ser multados con 200 euros si no tienen etiqueta, pero pueden también tramitar exenciones en un amplio abanico de situaciones y para entre 12 y 52 días al año. También hay permisos para vehículos comerciales e industriales, usuarios de garajes privados, vehículos históricos, mudanzas, eventos u hoteles.

Girona. Opera desde el pasado 15 de septiembre. Se revisará antes de 2028 y también es laxa con los vehículos registrados en la ciudad: si tienen permiso de circulación desde antes de 2024, no tienen restricciones, sean cuales sean sus emisiones. Los vehículos sin etiqueta de fuera de la ciudad pueden seguir entrando sin restricciones hasta 24 días al año. Además, hay autorizaciones temporales para vehículos de servicios. Las multas se tramitan cuando entran vehículos no autorizados 24 veces en un año natural, son de 200 euros, pero se pueden reducir a la mitad si se pagan antes de 20 días.

Tarragona. La entrada en vigor de esta ZBE está prevista para el 31 de diciembre. Los vecinos de la ciudad tendrán una autorización temporal para acceder sin etiqueta y los que viven en el recinto de la ZBE, podrán entrar dos años. La revisión de las autorizaciones está prevista para enero de 2028 y está previsto que sea entonces cuando dejen de tener acceso libre los vehículos con etiqueta B. Los que no tienen distintivo pueden solicitar autorización si se trata la casuística habitual. Los vehículos más contaminantes y sin autorización que entren en la ZBE y sean de vecinos no empadronados serán multados con 200 euros.

Madrid. Bajo el mandato de la alcaldesa Manuela Carmena, en 2018 se inauguró Madrid Central, la primera zona de acceso restringido en el centro de la ciudad. Los vehículos más contaminantes solo podían circular con excepciones. Con la llegada de José Luis Martínez-Almeida, en 2019 se presentó el plan Madrid 360, que flexibilizó las restricciones, aunque mantenía la previsión de prohibiciones más estrictas para el futuro. Esta transición sentó las bases de la ZBE municipal, que entró en vigor el 1 de enero de 2022. Las multas, inicialmente leves (90 euros), pasaron a ser graves (200 euros) tras la reforma de la Ley de Tráfico.

La restricción al tráfico para vehículos sin distintivo (“etiqueta A”) se aplica en todo el término municipal desde el 1 de enero de 2025, pero el Ayuntamiento estableció un periodo de aviso durante este año. Las sanciones de 200 euros se aplicarán a partir del 1 de enero. En las Zonas de Especial Protección —Centro y Plaza Elíptica— siguen las multas. La Ley de Cambio Climático obliga a 24 municipios de la región a tener una zona de acceso restringido para los coches contaminantes, pero la mayoría todavía no la han activado.

Rivas Vaciamadrid fue una de las primeras, ya que desarrolló su ZBE en 2021 y comenzó a multar en abril de 2024, siendo además una de las más restrictivas de la comunidad, con varias zonas vedadas, entre ellas los entornos escolares por los que no pueden pasar ni coches eléctricos en horario lectivo.

Boadilla del Monte. En marzo empezó a sancionar a los vehículos que accedían a la ZBE, pero el Ayuntamiento en su cuenta de X presumió de que es “la más light del país” para evitar inconvenientes a los vecinos.

Arganda del Rey. Su alcalde, Alberto Escribano, afirmó en una entrevista con EL PAÍS en julio de 2024: “No vamos a implantar una Zona de Bajas Emisiones”, más de un año después la situación sigue igual. Ayuntamientos como el de Alcalá de Henares, que la activó en enero, y Las Rozas, a finales de 2024, han seguido una estrategia diferente para ponerla en marcha: activarla solo cuando se notifique que hay contaminación.

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