TV3 no está para bromas

A diferencia de los canales privados, la televisión pública catalana siguió las intervenciones parlamentarias durante el debate de investidura de Illa

Instalaciones de TV3 en Sant Joan Despí (Barcelona).Foto: M. MINOCRI | Vídeo: EPV

Mientras se sucedieron las intervenciones parlamentarias en el debate de investidura de Salvador Illa del jueves, TV3 no las abandonó. Algo similar hizo en Cataluña el Canal 24 horas de TVE, cuyas principales cabeceras (el primer y segundo canal) se mantuvieron en la pasión olímpica. “Seguimos la señal institucional”, dijo ...

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Mientras se sucedieron las intervenciones parlamentarias en el debate de investidura de Salvador Illa del jueves, TV3 no las abandonó. Algo similar hizo en Cataluña el Canal 24 horas de TVE, cuyas principales cabeceras (el primer y segundo canal) se mantuvieron en la pasión olímpica. “Seguimos la señal institucional”, dijo Toni Cruanyes, el presentador matinal del programa informativo que la emisora catalana empezó a las ocho de la mañana y mantuvo todo el día. Esto marcó la gran diferencia con los canales privados que, a medida que sucedían los episodios inesperados, impensables o chuscos de la jornada, se olvidaron casi totalmente de la celebración del pleno parlamentario. ¿TV3 quiso respetar la innegable importancia de una noticia con muchos ángulos o costaba administrar la confusión sobre lo que estaba pasando en la calle?

Otra diferencia de fácil exégesis: mientras Antena 3 y Telecinco titulaban que “Puigdemont regresa a España”, en TV3 hablaban de su “retorno a Cataluña”. Además, salvo periodistas de su redacción, TV3 apenas acudió a tertulianos externos. Un control absoluto del relato. Se iba con el freno puesto. No hubo, por ejemplo, valoración sobre la cifra de asistentes al mitin de Puigdemont (3.500 según la Guardia Urbana; 10.500 según los organizadores). ¿Les parecía mucho o casi nada?. “Poca gente”, dijeron en Antena 3. Este viernes, mientras Antena 3 o Telecinco se poblaban de tertulianos hablando de la fuga, TV3 conectaba con el 3/24, su canal informativo en sesión continua, sin abrir ninguna mesa de discusión con voces externas. Eso sí, hubo alguna entrevista pertinente. La conexión en directo con la rueda de prensa de las autoridades (salientes) de los Mossos y su larga duración salvó a TV3 de una cruel casualidad. El concurso programado y que no pudo emitirse se titula Atrapa’m si pots (”Atrápame si puedes”). El Telenotícies del mediodía abría con un “Los Mossos en el ojo del huracán” y destacaba las críticas del consejero de Interior al “comportamiento impropio” de Puigdemont.

La prioridad informativa sobre la sesión de investidura se invirtió el jueves en el Telenotícies del mediodía. La fuga, la inútil y molesta Operación Jaula, la detención de un mosso, supuesto cómplice en la evaporación del líder de Junts, o el empleo de gas pimienta por la policía catalana eclipsaron en el sumario al pleno parlamentario, del que no empezó a hablarse hasta el minuto 17 del TN migdia. Obviamente, la edición de noche se abrió con la proclamación de Illa como nuevo presidente de la Generalitat. Un buen minutaje se dedicó también a describir la situación crítica y el desprestigio que causaron los episodios del día al cuerpo policial catalán. En X había la habitual exhibición de antipatía hacia periodistas de TV3 por parte de un sector del independentismo. ¿Por qué? Pues porque, episódicamente, emplearon el término “huir” para describir la esfumación de Puigdemont o porque no lo presentaban como “molt honorable president”, que para ellos es algo más que un trato para ocasiones protocolarias. Designa una legitimidad que sobrevive por encima de cualquier otra, que niegan.

“No vemos a Puigdemont”, “hemos perdido a Puigdemont” son frases que mostraban la incertidumbre informativa que vivía el programa de TV3 en la mañana del jueves. Lo pudieron decir porque los cámaras barrían el itinerario teóricamente previsto sin encontrar rastro del personaje. Luego llegaron los rumores de que los mossos planeaban la detención de Jordi Turull (Junts); que había una orden de detención... Algo que Junts usó para intentar la suspensión del pleno de investidura. Un Cruanyes con un hastío apenas disimulado ya había criticado horas antes las maniobras de intoxicación y que “los grupos parlamentarios utilicen la información en beneficio propio”. Antes de que empezaran a ocurrir las cosas que ocurrieron, la hipótesis más defendida por TV3 era que los Mossos preveían una “detención discreta”. Luego, que no estaba detenido pero perfectamente localizado.

Poco a poco, hacia el mediodía del jueves, cadenas como Telecinco o Antena 3 dejaban de estar atentas monográficamente a los sucesos de Barcelona. La Sexta fue la emisora privada que más se mantuvo en el seguimiento del tema tanto el jueves como el viernes. La tarde del jueves propició piezas supuestamente humorísticas. En Todo es Mentira (Cuatro) se inventaron un neologismo, Puighoudini, para hablar del “show”. Pilar Rahola, una de sus invitadas, discutió que lo de Puigdemont lo fuera. En MVT de la Sexta, hablaban de “sainete” y el insuficiente aire condicionado del Parlament les permitía usar conceptos como “ambiente caldeado” o “bochorno” en lindantes territorios informativos. En TV3... no estaban para bromas.

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