La temperatura media en Cataluña aumenta más de dos grados y roza la barrera fijada por la ONU

El promedio de los últimos 20 años se sitúa en 1,3 grados , muy cerca de los 1,5 grados establecidos en el Acuerdo de París de 2015

El río Muga a su paso por Peralada (Girona) el pasado mes de agosto.David Borrat (EFE)

Cataluña es cada vez más cálida y seca. El aumento de las temperaturas es constante desde mediados del siglo XX en esta zona del Mediterráneo, que en 2023 ha registrado un exceso térmico de 2,2 grados con respecto al periodo de referencia (1961-1990), según el Servicio Meteorológico de Cataluña (SMC) ha publicado este jueves. Es un grado superior al valor medio del conjunto de la Tierra. “Solo el Polo Norte se está calentando más rápido que la costa mediterránea”, cuenta por teléfono Iñaki Gili, investigador del SMC, a este periódico.

Aunque este récord supera la franja de los 1,5 grados acordados en el Acuerdo de París de 2015, que se podría rebasar en cinco años a escala mundial, no determina que la comunidad haya roto esta barrera para frenar el calentamiento global en la que se deben tener en cuenta los últimos 20 años. En este periodo, Cataluña ha registrado un aumento de 1,3 grados, muy cerca del límite de la ONU. Los datos del SMC reflejan que la temperatura aumenta 0,26 grados por decenio. Se trata de un ritmo muy similar al del planeta, que podría superar el umbral de la ONU en cinco años. “Es difícil de predecir porque hay muchas variables como las lluvias, pero es una velocidad altísima”, explica Gili, quien destaca que los 10 años más cálidos y con menos precipitaciones en Cataluña se han registrado entre 2006 y 2023.

Las anomalías térmicas se han replicado en todas las estaciones del año en Cataluña. En 70 años, las noches tropicales anuales en la comunidad, en las que se registran más de 20 grados, han aumentado a 36, mientras que los días de heladas con temperaturas por debajo de los cero grados se han reducido a 30. Además de continuar la tendencia al alza de las temperaturas, el 2023 ha sido el más seco para el conjunto de la comunidad catalana. Ha llovido un 40,4% menos que en el periodo de 1961-1990. Aunque desde el SMC recalcan que la previsión de las precipitaciones es menos clara que la térmica y que la tendencia podría cambiar. Los datos climáticos sustentan que la intensidad y la duración de las sequías en Cataluña también ha aumentado, mientras que los periodos húmedos son menos extensos y abundantes. De hecho, la comunidad vive la crisis hídrica más larga desde que hay registros, en la que 239 municipios acatan restricciones más o menos rígidas desde 2021.

La irregularidad climática también se ha hecho patente en el mar o en las horas de sol. Según el SMC, el nivel del Mediterráneo ha aumentado 10 centímetros y ha revalidado los 18,3 grados, que registró en 2022, y que ha sido la temperatura más alta desde 1974. Las consecuencias de este exceso térmico las sufren unas 50 especies marinas, como corales, esponjas, algas o moluscos, que durante el año pasado un incendio forestal bajo el agua. En cuanto a la insolación, Cataluña recibe 254 horas más de sol cada año, lo que aumenta el estrés hídrico del suelo, la mortalidad de la masa forestal y la exposición a incendios forestales.

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