Barcelona se llena de chocolate por Navidad
Las aperturas de Caua, Kina Chocolate o Simón Coll se suman a las tiendas efímeras de Casa Cacao o Eukarya, además de que Torrons Vicens abre el Museo del Turrón y el Chocolate
Con el frío apetece el chocolate, y la Navidad es la época de máximo consumo, ya sea en tableta, caliente o como complemento de un sinfín de dulces. Anticipándose a la alta demanda de las fiestas, varios proyectos que tienen como base el cacao han abierto en Barcelona en las últimas semanas. Caua es una cafetería que sirve chocolate caliente con cacao de diferente...
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Con el frío apetece el chocolate, y la Navidad es la época de máximo consumo, ya sea en tableta, caliente o como complemento de un sinfín de dulces. Anticipándose a la alta demanda de las fiestas, varios proyectos que tienen como base el cacao han abierto en Barcelona en las últimas semanas. Caua es una cafetería que sirve chocolate caliente con cacao de diferentes orígenes y acompañado de nubes de caramelo; Kina Chocolate es un espacio dedicado al chocolate bean to bar, donde se ofrecen catas y talleres para descubrir todos los secretos del cacao; la histórica Simón Coll ha abierto una tienda en el centro con todos sus productos, mientras que Casa Cacao ha vuelto a abrir su tienda efímera en hotel Mandarin Oriental y la nueva Eukarya de Lluc Crusellas también tiene una pop up en el hotel Yurbann Trafalgar.
En una calle peatonal que va a parar al mercado de la Llibertat de Gràcia, abrió hace pocos días la tienda Kina Chocolates (calle Santa Eugènia, 29), una chocolatería artesanal que elabora su propio producto, tabletas hechas en su obrador con cacao seleccionado de Perú y Ecuador. La particularidad de este chocolate es que está elaborado de principio a fin por Oscar García, un amante del chocolate que pudo conocer bien este manjar durante los cinco años que vivió en Perú. Allí, trabajó en el Museo del Chocolate de Lima, que llegó a dirigir, y ha vuelto a Barcelona con el propósito de hacer pedagogía del buen chocolate y del fruto que lo hace posible, el cacao. Un gran desconocido a pesar de lo extendido que está el chocolate.
Para darlo a conocer, García organiza talleres donde cuenta la historia del cacao, cómo son las plantaciones, la importancia de los agricultores y la elaboración tradicional del chocolate. Además, también ofrece catas que permiten a los participantes descubrir por qué el chocolate hecho artesanalmente y con cacao de buena calidad sabe tan distinto de las tabletas industriales, que llevan mucho más azúcar y aromatizantes. En estas degustaciones, se enseña a detectar los diferentes matices del chocolate en función del origen y el tipo de cacao. Su chocolate solo tiene tres ingredientes: cacao, manteca y azúcar. También tiene dos tabletas diferentes, a una le añade café y a la otra, mucílago.
Chocolate para beber
Diferentes orígenes también tienen los chocolates para beber, calientes o fríos, que preparan en Caua, una nueva cafetería con café y chocolate de especialidad en la calle Consell de Cent, 279. Los chocolates bean to bar con los que trabajan los elabora Iván Pascual en su obrador de Lleida. Además de tener la marca Origen, con la cual vende sus propias tabletas hechas con granos de cacao de diferentes orígenes, también suministra el chocolate a esta nueva tienda de chocolate, donde se puede tomar café para llevar. Pascual cuenta que los dos elementos principales con los que juega son el origen y el porcentaje de azúcar para elaborar el chocolate.
En Caua, el cliente se hace la bebida a su gusto. Primero escoge el tipo de chocolate que quiere entre variedades como Tanzania, Ecuador o Filipinas, decide si lo quiere disuelto en agua o con algún tipo de leche, y luego le puede añadir marshmallows de diferentes sabores, como avellana y café, crema catalana, chocolate, y chocolate blanco con vainilla de Madagascar -productos que también elabora Pascual. Para los más golosos, hay propuestas de batidos que mezclan el chocolate con otros sabores como una crema de avellana o una de fresa, y alguna pieza de bollería para acompañarlo todo.
Chocolate en hoteles
Siguiendo la senda del bean to bar estas Navidades se ofrece, igual que el año pasado, una selección de productos de Casa Cacao en el hotel Mandarin Oriental, situado en el paseo de Gràcia. Dentro del mercado navideño del hotel y bajo reserva, se pueden encontrar algunos productos de Jordi Roca como el panetone con chocolate de la Hacienda Victoria de Ecuador, gianduja y orejones; turrones como Anarkia y más clásicos como el de yema; además de otras creaciones como un tió o una casita de chocolate. Una de las novedades de esta casa de chocolates es el Tour Casa Cacao Fanáticos del Chocolate, un recorrido por su obrador de Girona bajo reserva previa.
Quién también ha puesto un pie en Barcelona con una tienda efímera es Lluc Crusellas, el ganador del título de mejor chocolatero del mundo 2022 que acaba de abrir su propio local de chocolates en Vic, llamado Eukarya, como su recién creada marca. Sus productos, que elabora a partir de una pasta de Cacao Barry creada en exclusiva para su firma, se exponen en la recepción del hotel Yurbban Trafalgar. Se pueden encontrar diferentes tipos de tabletas donde mezcla el chocolate de diferentes orígenes con té matcha o café, y turrones con base de chocolate y otros ingredientes como neulas, praliné, kikos, arroz hinchado o speculoos.
Más aperturas han coincido este otoño para llenar las fiestas de chocolate. Es el caso de Simón Coll, la histórica marca catalana, que también tiene Chocolate Amatller. Chocolateros desde 1840 con un espacio de divulgación en Sant Sadurní d’Anoia, han inaugurado una tienda con todas sus elaboraciones en el centro de la ciudad, en la calle Mallorca esquina con Rambla Catalunya. Una ubicación inmejorable para llegar a mucho más público, según el propósito de Maria Coll, sexta generación al frente de la compañía.
También en una ubicación privilegiada ha abierto hace pocos días el Muso del Turrón y el Chocolate, creado por Torrons Vicens. En este espacio, situado en la planta baja de la tienda de la Rambla, se puede hacer un recorrido inmersivo para conocer como se elabora el chocolate y el turrón y la historia de la empresa, creada en 1775 en Agramunt, lugar de referencia del turrón y el chocolate a la piedra. Ya hace años que Ángel Velasco se propuso desestacionalizar el turrón y lo está consiguiendo, al menos con los turistas, que lo compran todo el año. El recorrido termina en una cafetería decorada con mobiliario de principios del siglo XX, recreando una vuelta al pasado para que los visitantes puedan sentirse ciudadanos de otra época. Allí se les ofrece una degustación. La mejor manera de comprender el fervor por el chocolate.
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