Educación se abre a retrasar el calendario escolar para reconciliarse con el profesorado
El Departamento asegura, no obstante, que no se iniciará el curso después de la Diada. Los alumnos catalanes han vuelto este miércoles a las clases en una jornada de huelga que ha fracasado, con tal solo el 1% de seguimiento
El año próximo, el curso escolar podría no empezar tan pronto como los dos últimos. Tras las quejas y oposiciones frontales de la comunidad educativa y, especialmente, tras la entrada de Anna Simó como consejera de Educación, el Departamento se ha abierto a revisar el calendario escolar. Simó ha asegurado que se reunirá con toda la comunidad educativa -direcciones, ...
El año próximo, el curso escolar podría no empezar tan pronto como los dos últimos. Tras las quejas y oposiciones frontales de la comunidad educativa y, especialmente, tras la entrada de Anna Simó como consejera de Educación, el Departamento se ha abierto a revisar el calendario escolar. Simó ha asegurado que se reunirá con toda la comunidad educativa -direcciones, consejo escolar y sindicatos- para debatir la mejor fecha para el año próximo. Pero también ha dejado claro que no será después de la Diada, como era tradicional. “Hablaremos con todos los estamentos, pero empezar antes del 12 de septiembre es un punto de no retorno”, ha aseverado la consejera en un acto de inauguración de curso en la escuela Mercè Rodoreda de Barcelona. Un curso que arranca este miércoles con menos alumnos y más profesores y con una convocatoria de huelga que ha fracasado estrepitosamente tras lograr un 0,99% de seguimiento. Y un curso en que Educación -y especialmente el Govern, y por eso nombró alguien con el perfil conciliador de Simó- espera recuperar la paz con los docentes -aunque sea a costa de revisar el calendario-, un importante colectivo de más de 80.000 personas, tradicionales votantes de ERC y que al partido le conviene tener contentos ante la proximidad de las próximas elecciones autonómicas.
Cataluña ha pasado de ser la comunidad autónoma que más tarde comenzaba las clases a ser la primera, junto con Madrid. Pero a principio de 2022, el entonces consejero, Josep Gonzàlez-Cambray, anunciaba un adelanto del curso, que generó una fuerte protesta de las escuelas. Las quejas no han cesado este septiembre -el segundo curso que aplica el adelanto-, ya que los docentes han contado con tres días para preparar las clases. Para cerrar el debate, Cambray fijó que el curso empezaría siempre el cuarto día laborable de septiembre. Pero su sucesora, de talante más dialogante, se ha mostrado dispuesta a revisar ese calendario. Ello permitiría iniciar las clases el próximo año, por ejemplo, el 9 de septiembre, dejando una semana entera para preparar las clases, algo que aplacaría las críticas de los docentes.
Pero a falta de lo que pase de aquí un año, este curso ha arrancado este miércoles para 1,6 millones de alumnos catalanes. Hoy ha sido el turno del millón de estudiantes de infantil, primaria y ESO, mientras que los de Bachillerato y FP lo harán el 12 de septiembre, y las enseñanzas no regladas y de idiomas lo harán antes de final de mes. El curso empieza con una reducción de alumnos y de ratios en las aulas, además de una plantilla récord de profesorado y la consolidación de las novedades implantadas el pasado curso.
Se mantiene la tendencia de reducción de alumnos: en todo el sistema habrá 8.500 menos, pero el descenso es especialmente dramático en infantil, primaria y ESO, donde se pierden 20.400 alumnos. Por el contrario, aumentan en FP y en las enseñanzas no regladas, idiomas o adultos. La reducción se explica por el descenso de la natalidad, pero también por alumnos que dejan el sistema porque sus familias se marchan de Cataluña. Para evitar tener que cerrar grupos, líneas o incluso centros enteros, Educación optó el pasado curso por empezar a reducir las ratios en Infantil3 de 25 alumnos por aula a 20. Este curso, el 86% de clases de la pública y el 66% de la concertada tendrá como máximo 20 alumnos.
Por el contrario, crece la plantilla de docentes hasta las 81.335 dotaciones, 1.190 más. Gran parte corresponde al crecimiento de la FP (698 profesores), mientras que 297 son docentes de la escuela inclusiva y 145 por otras necesidades y la incorporación de la plantilla de los cuatro centros concertados que han pasado a la red pública. También crece en 468 dotaciones la plantilla de personal administrativo y de apoyo educativo. Con todo, la consejera ha admitido que todavía no están completas las plantillas de los centros y que hay 275 vacantes, de un total de 81.000 plazas, por cubrir.
Este curso también crece la dotación destinada a cubrir los gastos de escolarización de los alumnos con menos recursos. En total, 80 millones. Este año se han detectado 26.978 alumnos vulnerables en Infantil3 y 1º de ESO, 6.000 más que el año pasado. Todos ellos se beneficiarán de una asignación de 384,66 euros para cubrir los gastos de escolarización en la pública y 988 en la la concertada.
Pero probablemente una de las novedades más relevantes es que dos escuelas del Opus Dei han pasado de ser concertadas a privadas, después de que Educación les retirara la financiación pública en la ESO -unos 2,7 millones de euros- por mantener la separación de niños y niñas en las aulas. En concreto, los centros afectados son Viaró en Sant Cugat del Vallès y Camp Joliu en L’Arboç (Tarragona). Sobre la otra docena de centros del Opus que sí accedieron a mezclar alumnos, Educación ha avisado que enviará a la inspección para revisar que cumplen el compromiso y para ayudarlas en la transición en vistas a que en 2026 debe renovarse los conciertos de primaria.
Pincha la huelga
El curso arranca con una convocatoria de huelga por parte del sindicato mayoritario Ustec, además de CGT y la Intersindical. Días atrás, Ustec ya admitía que esperaba poco impacto. Y las cifras le han dado la razón: solo ha sido secundada por el 0,99% de la plantilla. “No hemos mirado el seguimiento, pero tampoco es lo que más nos importa. Nuestra huelga es más simbólica y mediáticamente ha tenido mucha fuerza”, ha admitido Iolanda Segura, portavoz de Ustec, durante la manifestación que este mediodía ha recorrido el centro de Barcelona, desde la plaza Urquinaona a la de Sant Jaume, y en el que han participado varios centenares de personas, informa Amparo Pérez.
Con la huelga, los tres sindicatos buscaban presionar a la nueva consejera de Educación para seguir negociando los recortes de hace una década que todavía siguen vigentes, como el reconocimiento de la deuda de los complementos salariales no pagados en los últimos años, la reducción de dos horas lectivas para los docentes mayores de 55 años o la equiparación salarial de los profesores de FP con los de secundaria. Simó ya ha respondido que su intención es acabar con los recortes, pero que de momento no se puede comprometer a establecer un calendario hasta conocer con qué presupuesto va a contar el año próximo. El presidente Pere Aragonès, que acompañaba a Simó en el acto de inicio de curso, ha avanzado que el próximo año Educación contará con más presupuesto, sin concretar la cifra. Los sindicatos no aceptan el argumento económico y consideran una excusa para dilatar las negociaciones.
Por su parte, la CGT también ha incidido en los problemas actuales, como el calor en las aulas o la falta de profesores. “Hoy empieza el curso escolar con mucho calor, un cambio de calendario absurdo teniendo en cuenta el cambio climático. Y hoy las escuelas amanecen en obras, llenas de polvo y sin las instalaciones necesarias para la aclimatación. Damos la bienvenida a las criaturas en pésimas condiciones. Además, el año pasado el curso se cerró con 23.000 plazas de sustitución vacantes porque las bolsas están vacías, lo que significa que ser docente ya no es atractivo”, ha abundado su portavoz Ingrid Chavarría.
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