ERC riega con una lluvia de millones a sus municipios clave en el pacto presupuestario con Sánchez

Inversiones como la de cinco millones en Santa Coloma de Gramenet, donde Rufián es candidato, dibujan la estrategia del partido para las elecciones

El diputado de ERC, Gabriel Rufián (der) conversa con el diputado del PSOE, Patxi López (izq.). en el pleno de aprobación de los Presupuestos Generales.Kiko Huesca (EFE)

El gran pacto a 10 con que el Gobierno ha logrado aprobar los Presupuestos Generales para 2023 tiene muchos protagonistas. Uno de ellos, incorpóreo pero fundamental, es la convocatoria electoral de mayo del próximo año. Las elecciones municipales marcan fuertemente la lista de inversiones aprobadas y en Cataluña, ERC y PDeCAT, las dos formaciones que dieron el a las Cuentas se han empleado a fondo para exprimir hasta el último cé...

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El gran pacto a 10 con que el Gobierno ha logrado aprobar los Presupuestos Generales para 2023 tiene muchos protagonistas. Uno de ellos, incorpóreo pero fundamental, es la convocatoria electoral de mayo del próximo año. Las elecciones municipales marcan fuertemente la lista de inversiones aprobadas y en Cataluña, ERC y PDeCAT, las dos formaciones que dieron el a las Cuentas se han empleado a fondo para exprimir hasta el último céntimo. Más allá de los grandes proyectos que dan titulares, cada formación busca cómo mimar a los suyos. Una mirada a los acuerdos revelan el mapa de la gran batalla electoral. Los republicanos apuntan claramente a regar con suculentas inversiones los municipios donde necesita apuntalar su liderazgo o donde sueña alcanzarlo, como en Santa Coloma de Gramenet (119.289 habitantes, Barcelona), a donde hay comprometidos cinco millones de euros en equipamientos. Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso, es el candidato de los republicanos en esa población del cinturón industrial de Barcelona, donde Esquerra obtuvo el 9% de los votos en 2015 y el PSC gobierna con mayoría absoluta.

“En política eres lo que dices, lo que haces, lo que defiendes y sobre todo lo que consigues. Esto es lo que ha conseguido ERC en estos Presupuestos a cambio de sus 13 votos”, defendió el pasado jueves el portavoz de los republicanos en el Congreso al presentar el acuerdo. Este se divide en dos grandes bloques, que suman actuaciones por 1.092 millones de euros. El primero es el gran acuerdo de inversiones por 900 millones, presentado el pasado martes, pero es en el segundo, del miércoles, donde se puede entrever la composición mental del partido que lidera Oriol Junqueras, de cara a las próximas elecciones municipales.

Se trata de un total de 29 iniciativas (varias localizadas en Baleares o la Comunidad Valenciana, donde ERC tiene presencia) y las que específicamente atañen a Cataluña están cifradas en 192 millones. Si se divide por provincias, Barcelona es la mejor parada, con 23 millones. Le sigue Lleida, cuyos 11 millones de euros irán destinados íntegramente a un plan de mejora de carreteras. Se mima especialmente a la N-260, el Eje Pirenaico en el tramo Malpàs-Pont de Suert y Port del Cantó, que tiene su partida propia. Después están en la lista Tarragona (siete millones) y Girona (1,5 millones).

Solo dos poblaciones donde no gobierna ERC reciben inversiones: Vilafranca del Penedès y Santa Coloma de Gramenet, ambas en Barcelona. En el resto, o bien ostenta la alcaldía o bien está dentro del Ejecutivo. De ahí que sea tan llamativo que una de las partidas comparativamente más generosas sean los cinco millones de euros para ese segundo municipio. Se trata del feudo socialista donde Rufián debuta en la política municipal como cabeza de cartel en mayo. La agrupación del partido en el municipio celebró en Twitter que la “fuerza negociadora” que encabeza por Rufián fuera “puesta al servicio de los colomenses” para tener más equipamientos en el parque de Can Zam. En Santa Coloma, el PSC tiene mayoría absoluta, con 17 concejales. ERC, tres.

La Seu de Urgell y Figueres, dos municipios con alcaldes republicanos y de competencia electoral con Junts, salen especialmente beneficiados. El primero, donde de hecho ambas formaciones conviven en el Ejecutivo y se han dividido en dos el tiempo en la alcaldía, tiene una partida de un millón de euros asegurada para una residencia de ancianos. En la población de Girona, donde los republicanos desbancaron a los de Laura Borràs tras un gran pacto en 2019, cuenta ahora con 500.000 euros para suprimir los pasos a niveles ferroviarios. Sant Cugat del Vallès es otro sitio en que los republicanos pusieron fin a la hegemonía convergente en las pasadas elecciones y una de las obras garantizadas les implica de pleno: trabajos de insonorización de la B-30 a su paso por Mirasol y Valldoreix.

Estrategia quirúrgica

El PDeCAT, que también ha votado a favor de las cuentas de Sánchez ha logrado además regar a los suyos, aunque con una estrategia más quirúrgica. Su acuerdo es más austero, el valor conjunto de las obras asciende a 40 millones, pero la lista es mucho más larga, unas 50. Incluso aunque la más cuantiosa (18 millones), sea para la cita náutica Copa del América, decenas de municipios logran asignaciones. Para una población como Gandesa, con poco más de 3.000 habitantes (y con alcalde neoconvergente), 400.000 euros en mejoras es un gran premio.

Concretamente, un total de 25 ayuntamientos se ven beneficiados de manera directa, descontando las ayudas a fundaciones, instituciones o eventos concretos. De esos, 17 son gobernados actualmente por Junts per Catalunya (muchos de ellos aún fieles al PDeCAT). En otros seis, como Barberà del Vallès o Sant Joan de Vilatorrada, los neoconvergentes no están en los gobiernos municipales. En dos casos, comparten el Ejecutivo local con ERC. El portavoz en el Congreso, Ferran Bel, y las primeras espadas del partido (Marc Solsona y Marc Castells) no han descuidado a sus feudos: Tortosa, Igualada y Mollerusa suman 3,3 millones en proyectos presupuestados.

La nueva fórmula para las infraestructuras atrasadas

Obviamente no todo ha sido velar por la propia parroquia. Los grandes titulares del acuerdo de ERC con el Gobierno están en el primer bloque anunciado. En una decisión que va más allá de lo económico, el pacto da a la Generalitat la potestad para asumir el planeamiento y ejecución directo de obras que corresponden al Ejecutivo, pero que llevan años de retrasos. Implica el desembolso de 900 millones de euros, aunque un 30% abonará actuaciones ya sufragadas por el Ejecutivo catalán (las de la N-II).

Dentro de las nuevas están mejoras en la conectividad en la AP2 y AP7 (250 millones), el impulso del llamado Eje Pirenaico la N-260 (250 millones) y las obras en estaciones multimodales de Rodalies y Ferrocarriles de la Generalitat. Un dato que pone en contexto estas cifras: Para este año la previsión del gasto en inversiones en Cataluña giraba en torno a 1.700 millones de euros.

El Gobierno que lidera Pere Aragonès tiene ahora sobre su escritorio todo el proceso, desde la licitación hasta la puesta en marcha de las infraestructuras, poniendo así a prueba su propio argumento de que sabe gestionar mejor que los ministerios. Y El Ejecutivo central una posibilidad de, al menos, poder compartir las culpas cuando se le critique por estar muy lejos de ejecutar lo que proyecta en los Presupuestos. La ejecución presupuestaria del Estado en el primer semestre del 2022 fue de cerca del 16%. El año pasado solo alcanzó el 36%.

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