Un diálogo sobre las angustias creativas de ‘Quadern’
Carles Geli y Jordi Amat comparten sus librillos sobre cómo hacer el suplemento cultural en un primer acto de su 40º aniversario en La Setmana del Llibre en Català
Los periodistas Carles Geli y Jordi Amat, ansiosos confesos por el goce de la cultura, cumplieron ayer su condición para ofrecer un distendido diálogo sobre cómo se escribe un suplemento cultural en catalán. En un escenario de La Setmana del Llibre en Català, en el Moll de la Fusta de Barcelona, compartieron sus librillos con periodistas, escritores, editores, lectores y colaborador...
Los periodistas Carles Geli y Jordi Amat, ansiosos confesos por el goce de la cultura, cumplieron ayer su condición para ofrecer un distendido diálogo sobre cómo se escribe un suplemento cultural en catalán. En un escenario de La Setmana del Llibre en Català, en el Moll de la Fusta de Barcelona, compartieron sus librillos con periodistas, escritores, editores, lectores y colaboradores de Quadern, el suplemento cultural de EL PAÍS en catalán, que este octubre cumple 40 años convertido en el decano de los suplementos en esta lengua. La efeméride coincide, además, con el aniversario de La Setmana, que también llega a los 40 en plena forma, según contaba el presidente del evento, Joan Carles Girbés, tras finalizar el acto.
EL PAÍS quiso reunir a los dos últimos coordinadores de Quadern. Geli, que ha estado al frente casi 20 años, y Amat, su actual responsable, en una conversación moderada por Ana Pantaleoni, la redactora jefa en Cataluña. Pantaleoni los presentó como “dos monstruos de las letras”. Y no defraudaron. Con datos en la mano, Geli puso sobre la mesa una de las principales dificultades a la hora de acertar con los contenidos de cada semana. Solo en materia literaria, se publican alrededor de 27 libros en catalán al día, una cifra que ha subido exponencialmente desde el año de inicio del suplemento, cuando las novedades se limitaban a seis diarias. Otrosí, lo mismo pasa en los demás ámbitos de la cultura. “Solo por eso es muy fácil descabalgarse y eso crea angustia”, admitió.
Con un proceder parecido, Amat contó que su reto es conseguir artículos más ambiciosos de lo que permite la vorágine diaria teniendo en cuenta que el público potencial de “consumidores activos de cultura en catalán debe ser de unas 250.000 personas”. Un círculo reducido pero muy fiel, según convinieron los dos. “Son gente muy fiel y constante que demandan una exigencia de la cual a veces los medios no son conscientes”, añadió Geli, haciendo hincapié en que es una “cultura sin estado”.
Y otra vez se verbalizó la angustia. Pero esta vez la de distanciarse de los jóvenes. Fue uno de los rompecabezas que expuso Geli: “grupos que ya no conoces, podcasts...”. A lo que Amat respondió que el reto es publicar un reportaje de la cantante Rosalía y que sea un acelerón para la audiencia y que sirva para que los lectores recién llegados también se detengan en una crítica sobre la reciente traducción de la escritora Virgina Woolf, por ejemplo.
Si La Setmana del Llibre en Català se ha convertido en un faro de la cultura catalana, Quadern, el suplemento en catalán que se encarta cada domingo con EL PAÍS, sigue siendo uno de sus principales altavoces.
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