“Abrir por la noche nos da un respiro”

La restauración confía iniciar al fin una etapa de recuperación económica tras más de cuatro meses sin servicio nocturno en Cataluña

Primera jornada con servicio de noche en un restaurante del puerto de Barcelona.Carles Ribas (EL PAÍS)

Las mesas de la terraza del restaurante Gurleen Barbacoa del barrio de Sants ya están llenas. Faltan pocos minutos para las ocho de la tarde, y Saib va y viene sirviendo cervezas y tapas. “Abrir por las noches nos permite respirar”, asegura. Se hizo cargo del negocio en enero del 2020, lo restauró, lo adaptó y abrió la persiana, explica, a principios de marzo. ...

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Las mesas de la terraza del restaurante Gurleen Barbacoa del barrio de Sants ya están llenas. Faltan pocos minutos para las ocho de la tarde, y Saib va y viene sirviendo cervezas y tapas. “Abrir por las noches nos permite respirar”, asegura. Se hizo cargo del negocio en enero del 2020, lo restauró, lo adaptó y abrió la persiana, explica, a principios de marzo. La pandemia se la cerró de golpe en el peor momento.

“Tengo dos hijos, un alquiler del piso y el alquiler del negocio”, cuenta para reflejar el sufrimiento que ha vivido durante los últimos meses por las restricciones. Espera que el fin del toque de queda, ayer, sea el inicio de la recuperación económica. Cataluña vivió ayer el primer día con los restaurantes y los bares abiertos en turno de noche hasta las 23.00 horas. El sector no estaba habilitado a servir cenas desde el pasado 20 de diciembre, cuando el servicio acababa a las 21.30. En todo este tiempo, Saib se planteó traspasar el local, pero le asaltaron las dudas: “¿Y qué haría entonces? ¿Adónde iría?”, se pregunta. Pactó con el propietario del local una reducción en el alquiler, y ahora confía en recuperar por la noche la clientela del mediodía. “La gente quiere venir por la tarde y por las noches. Me lo dicen a menudo”, explica, mientras vuelve a sentarse en la mesa con un cliente.

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Cerca, la pizzería Piccola Italia empieza a servir cenas. Su negocio ganó espacio cuando el Ayuntamiento habilitó un espacio exterior para una terraza en detrimento de los coches y alternan el servicio a domicilio con las pizzas en el local. “Ha sido muy duro”, admite la camarera. “Los restaurantes hemos sufrido mucho, y esperamos que no nos vuelvan a cerrar otra vez”.

La apertura de la restauración es un paso más hacia la desescalada. Los comercios pueden estar abiertos hasta las 22 horas, una hora más que hasta ahora, los parques de atracciones recuperan la actividad y el aforo de las actividades para ancianos en los centros cívicos pasa de un máximo de seis personas al 50%.

El sector del ocio nocturno, en cambio, aún no tiene el aval del Govern para recuperar su actividad, algo que volvió a pedir ayer. La Federación Catalana de Asociaciones de Actividades de Restauración y Musicales (Fecasarm) reclamó que se amplíe la oferta del ocio nocturno con la apertura de locales para evitar “que el descontrol de la madrugada de ayer se repita”, cuando la policía desalojó a unas 6.500 personas de las calles de Barcelona en la primera noche sin restricciones de movilidad. En un comunicado, Fecasarm señaló que “se han cumplido los pronósticos” que había adelantado en el sentido de que “el caos y el descontrol” imperaría en varios puntos de Cataluña con la celebración de botellones y fiestas ilegales. La federación asegura que ello se debe a que no hay una oferta de ocio legal, situación, puntualiza, “que no se solucionará con la ampliación horaria de las actividades de la restauración hasta las 23:00 horas”.

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