El Museo de Lleida recibe siete obras románicas y góticas del MNAC
La consejera Àngels Ponsa presenta, al final de su mandato, un plan de impulso del centro tras la salida de 155 obras desde 2017
Había prisa. El mandato de la consejera de Cultura, Àngels Ponsa, toca a su fin y con el nuevo gobierno que saldrá en unos días en la Generalitat no sabe si continuará. Por eso, tenía interés en presentar un Plan de Impulso 2021 para el Museo de Lleida (22.588 visitantes en 2019, 12 trabajadores y 1,8 millones de presupuesto) tras la entrega desde diciembre de 2017 de 155 obras de sus fondos. Lo quiso presentar hace unos día...
Había prisa. El mandato de la consejera de Cultura, Àngels Ponsa, toca a su fin y con el nuevo gobierno que saldrá en unos días en la Generalitat no sabe si continuará. Por eso, tenía interés en presentar un Plan de Impulso 2021 para el Museo de Lleida (22.588 visitantes en 2019, 12 trabajadores y 1,8 millones de presupuesto) tras la entrega desde diciembre de 2017 de 155 obras de sus fondos. Lo quiso presentar hace unos días, pero desde el Cercle d’Amics del Museu de Lleida le dijeron que todavía no era el momento, porque estaban de “duelo” tras la entrega de 111 obras al Museo de Barbastro en cumplimiento de la ejecución de la sentencia del juez de primera instancia que determinó que esas obras pertenecían a las parroquias de Huesca. Pero si lo ha presentado este jueves, el día antes de que Pere Aragonés salga posiblemente escogido presidente de la Generalitat y empiece el baile de candidatos para ocupar su puesto en Cultura.
En la mañana de este jueves, en presencia de los representantes del consorcio que presiden el museo leridano, Ponsa anunció que en los próximos días viajarán hasta el museo siete obras del MNAC, entre ellos un frontal de altar de Rigatell (Huesca) que ya está en el centro, además de un conjunto de 13 piezas cerámicas de los siglos XIV y XV proveniente del Museo del Diseño de Barcelona. El Plan de Impulso 2021 forma parte del Plan Estratégico 2021-2025, que comenzó a trabajarse en 2019, en tiempos de la consejera Mariàngela Vilallonga, con el fin de conseguir que el museo se convierta en una referencia para la presentación de la historia y la cultura de Lleida y las tierras de Ponent.
“Esto no quiere decir que no seguiremos luchando por las obras que han marchado, hemos de agotar el recorrido judicial español para continuar a todas las instancias que sean posibles”, ha afirmado la consejera tras esa reunión del plenario formado por la Generalitat, la Diputación, el Ayuntamiento y el Obispado de Lleida y el Consell Comarcal del Segrià.
Las obras que quedarán en depósito que provienen del MNAC son tres románicas: el frontal de altar de Rigatell, proveniente del santuario de la Virgen de Rigatell, una pieza de gran calidad creada en el mismo taller que una de las obras estrellas que se entregó el día 10: el frontal de San Vicente Treserra. También se podrán ver en Lleida los frontales de Sant Climent y el de los Apóstoles de la localidad de Estel. Los tres son de la segunda mitad del siglo XIII. Además, viajarán cuatro piezas góticas: una escultura de San Nicolás, de la mitad del siglo XV, proveniente de Bellpuig; dos tablas del retablo mayor de la iglesia de Peralta de la Sal (Llitera) de mitad del siglo XV, un Calvario de Jaume Ferrer y la Dormición de la Virgen de Pere García de Benabarre (que estaba expuesta en las salas de gótico del MNAC y pasa por ser una de las mejores obras atribuidas a este pintor) y un retablo de Miguel Ximénez en 1494 del monasterio de Santa Maria de Sijena en la que se representa a San Juan, San Fabiano y San Sebastián. Estas obras se suman a las siete que ya depositó en 2017 en el periodo en el que Laura Borràs era la consejera de Cultura. Durante el acto de este jueves, Pepe Serra, director del MNAC, ha dicho que estas piezas “están vinculadas territorialmente con Lleida. Y si es necesario serán más”.
El plan también contará con el depósito del Museo del Diseño de Barcelona formado por 13 piezas de cerámica de reflejo dorado y baldosas pintadas en azul de los siglos XIV y XV provenientes de los talleres valencianos de Manises, que sumadas a una adquisición que se realizó en 2017 de otras 24 piezas de pisa leridana de los siglos XVII hacen del centro un referente en las artes decorativas en Cataluña.
Las pinturas formarán parte de la nueva presentación de las salas del museo dedicadas a la baja Edad Media. Comenzó a realizarse el 1 de febrero. Son 220 metros cuadrados que comprende el área que explica la segunda mitad del siglo XIV hasta finales del siglo XV. Desde los retablos de piedad de la Escuela de Lleida hasta el Renacimiento; unos trabajos que tienen un coste de 208.000 euros y que están previstos finalizar a finales del mes próximo. En la nueva presentación se incorporarán otras adquisiciones recientes como son el Sant Antoni Abad del maestro de Albesa (siglo XIV) comprada en diciembre por la Generalitat por 64.000 euros al anticuario londinense Sam Fogg y el retablo de San Bartolomé de Capella (Huesca) depositado por el coleccionista leridano Tatxo Benet tras comprarlo en 2019 en una subasta y Aragón no ejercer el derecho de retracto.
En ese mismo acto también se anunció que se incorporarán al Museo de Lleida el rico fondo del Archivo Arqueológico de Lleida con miles de piezas del periodo romano, medieval y moderno de la ciudad.