Millet y Osàcar entran en la cárcel para cumplir la sentencia por el saqueo del Palau, 11 años después
Los dos condenados, de 84 años, habían intentado por todos los medios esquivar la prisión
El expresidente del Palau de la Música Fèlix Milet y el extesorero de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) Daniel Osàcar, ambos de 84 años, han ingresado esta tarde en la cárcel barcelonesa de Brians 2 para cumplir las penas impuestas por el saqueo de la institución musical, cuando se van a cumplir 11 años del inicio del proceso judicial. El encarcelamiento pone fin a un largo proceso que se inició con una instrucción muy lenta del juez Juli Solaz y que ha finalizado con la decisión determinante de la Audiencia de Bar...
El expresidente del Palau de la Música Fèlix Milet y el extesorero de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) Daniel Osàcar, ambos de 84 años, han ingresado esta tarde en la cárcel barcelonesa de Brians 2 para cumplir las penas impuestas por el saqueo de la institución musical, cuando se van a cumplir 11 años del inicio del proceso judicial. El encarcelamiento pone fin a un largo proceso que se inició con una instrucción muy lenta del juez Juli Solaz y que ha finalizado con la decisión determinante de la Audiencia de Barcelona de que nada justificaba que siguiesen en libertad.
Millet llegó en ambulancia a la cárcel sobre las 18,45 horas, para evitar a los fotógrafos, del mismo modo que en su día ya acudió en silla de ruedas a la Audiencia de Barcelona. Semanas antes había esgrimido su estado de salud para lograr la suspensión de la pena, pero la Sección Décima de la Audiencia de Barcelona presidida por Montserrat Comas desestimó los recursos y recordó que no estaba ingresado en ningún hospital ni en un geriátrico, sino que vivía en su domicilio y en la cárcel podría recibir tratamiento médico si fuese necesario.
Osàcar entró un poco antes que Millet, por su propio pie, acompañado de su abogado, Javier Melero, horas después de que la Audiencia de Barcelona rechazara el último intento de evitar la cárcel con el argumento de que se está tramitando su indulto. Millet también había probado por todos los medios legales evitar su encarcelamiento, pero el mismo tribunal desestimó los motivos esgrimidos por las defensas. El otro saqueador confeso del Palau de la Música, Jordi Montull, de 77 años y condenado a siete años y medio, ya ingresó en la misma prisión el pasado día 22.
Estos tres encarcelamientos ponen fin a un proceso judicial que se inició en julio de 2009 con la entrada de los Mossos d’Esquadra en las oficinas de la institución musical tras una denuncia de la Agencia Tributaria por la retirada masiva de billetes de 500 euros de las cuentas de la entidad musical.
La sentencia definitiva del Supremo se conoció a finales de abril, en pleno estado de alarma y los jueces acordaron el encarcelamiento de Millet, Montull y Osàcar, pero les dieron de plazo hasta el 25 de junio ante la situación de confinamiento que se estaba viviendo entonces. Y ese día llegó ayer.
El Tribunal Supremo confirmó la sentencia de la Audiencia de Barcelona, que también acreditó la financiación irregular de CDC. Los jueces consideraron probado que Convergència cobró 6,6 millones de euros en comisiones ilegales de la constructora Ferrovial a cambio de adjudicarle obras públicas y sentenciaron que debía devolver el dinero. El partido asegura que no puede pagar y ha presentado concurso de acreedores.
El expresidente de la Generalitat y líder de CDC cuando ocurrieron los hechos, Artur Mas, ha sido citado por el Parlament para dar explicaciones por esa condena. Los saqueadores confesos y el extesorero fueron condenados por malversación, apropiación indebida, tráfico de influencias, falsificación en documento mercantil, falsedad contable y blanqueo de capitales.
A partir de ahora se inicia una nueva batalla judicial de sus abogados para intentar la excarcelación de los clientes lo más pronto posible. La decisión dependerá de lo que diga el juzgado de vigilancia penitenciaria y la Audiencia de Barcelona si se presenta recurso contra la primera decisión judicial. Como en el caso de cualquier otro preso habrá que esperar primero a la clasificación penitenciaria que les otorgan la junta de tratamiento de la cárcel y después vendrán las peticiones de permisos y del tercer grado para pasar el día fuera de la prisión y regresar solo a dormir.