Las conexiones del candidato chileno Kast con la derecha antiabortista española
El líder del Partido Republicano fue presidente de Red Política de Valores, una organización fundada por Mayor Oreja, y ha colaborado con Hazte Oír
José Antonio Kast no quiere parecer un extremista. En su tercer intento de llegar al Palacio de la Moneda, sede de la presidencia de Chile, el líder del Partido Republicano ha tratado de quitarse la etiqueta de “ultraderechista”. Con una campaña centrada en la mano dura que ha soslayado su admiración por el dictador ...
José Antonio Kast no quiere parecer un extremista. En su tercer intento de llegar al Palacio de la Moneda, sede de la presidencia de Chile, el líder del Partido Republicano ha tratado de quitarse la etiqueta de “ultraderechista”. Con una campaña centrada en la mano dura que ha soslayado su admiración por el dictador Augusto Pinochet y sus visiones tradicionalistas sobre familia, diversidad sexual y aborto, Kast ha pasado a la segunda vuelta y se disputará el cargo con la comunista Jeannette Jara. Ahora bien, si quiere seguir presentándose como un aspirante más moderado de lo que era hace cuatro años, tendrá que continuar esmerándose en borrar huellas de una trayectoria marcada por el radicalismo. Algunas de esas huellas conducen a España, concretamente a su movimiento antiabortista.
Kast fue entre marzo de 2022 y diciembre de 2024 presidente de Red Política de Valores (PNfV), una organización internacional de políticos autoproclamados “provida” fundada en 2014 por el exministro del Interior del PP Jaime Mayor Oreja y su estrecha colaboradora Lola Velarde, también española. Una evidencia de la relación trabada es que NEOS, la fundación que actualmente preside Mayor Oreja, ha publicado en la antesala de las elecciones chilenas un mensaje en X de “respaldo” a su “gran amigo” Kast. “Confiamos en que los principios de la familia, la patria y la fe vuelvan a brillar”, decía el tuit.
Punto de encuentro de políticos y activistas de Europa, América y África, el principal anclaje de PNfV es español. Hasta 2022, la organización compartió CIF con la Fundación Valores y Sociedad, otra iniciativa de Mayor Oreja, y solo en 2022 se constituyó como una asociación independiente. Su sede está en la la calle Federico Agustí, en Madrid, y está inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones del Ministerio del Interior.
Mayor Oreja ocupó la máxima responsabilidad en Red Política de Valores hasta 2019. Con posterioridad, lo hizo Katalin Novák, ministra de Hungría, que acabó siendo presidenta del país magiar y una prometedora figura del régimen de Viktor Orbán, pero que vio truncada su carrera en 2024 al tener que dimitir por el escándalo que provocó un indulto a un condenado por encubrir al director de un centro de menores que abusó de niños.
Tras Novák, tomó el mando en PNfV Kast, cuyo radical rechazo al aborto —apoyado en sus convicciones católicas— era conocido. En un plató televisivo en 2017, había mostrado su oposición al aborto incluso en caso de violación. “Las violaciones son brutales todas. Pero, ¿el niño que está ahí tiene que pagar esa brutalidad con la muerte?”. Una de las entrevistadoras le preguntó qué aconsejaría él a su hija. “No le recomendaría el aborto. Yo no voy nunca a inducirlas a un aborto, nunca”, respondió Kast. Entre las ideas de PNfV está la de considerar el aborto un “asesinato de inocentes”.
En diciembre de 2024, Kast dejó la presidencia de esta organización, de la que formaba parte desde 2015. El chileno fue sustituido por el eurodiputado croata Stephen Bartulica, del partido Hogar y Reunión Nacional. En Red Política de Valores, Kast ha coincidido con los españoles Mayor Oreja, fundador y presidente de honor, Lola Velarde, directora ejecutiva, y Javier Puente, que fue senador del PP y ahora es alto cargo del Gobierno de Cantabria, además de presidente de la organización española Familia y Dignidad Humana. Durante la campaña chilena, Puente ha publicado mensajes de apoyo a Kast.
Una cumbre en el Senado
Unos días antes de abandonar el cargo de presidente de PNfV, en diciembre de 2024, esta organización celebró una cumbre antiabortista en el Senado de España, que se convirtió en una exhibición de ideas ultraconservadoras y anticieníficas. Mayor Oreja, hoy presidente de la red NEOS, defendió desde la Cámara alta la teoría de la creación divina frente a la de la evolución. Hubo voces a favor de la “continuidad étnica” de las naciones, alertas sobre las supuestas “políticas de sustitución” a través de la inmigración, reivindicaciones de la maternidad de la mujer como eje de su existencia y muchas cargas contra la “cultura de la muerte”, que se encarna en la eutanasia y sobre todo en el aborto.
Entre los ponentes había defensores de las terapias de conversión para gais. En el listado de participantes llegó a figurar George Peter Kaluma, diputado keniano defensor de la cadena perpetua para homosexuales. No obstante, tras publicar EL PAÍS sus antecedentes, su nombre desapareció de la lista. En la junta directiva de Red Política de Valores, tanto ahora como en la etapa de Kast, han figurado junto Mayor Oreja otros grandes referentes de la extrema derecha cristiana como Sharon Slater, presidenta del estadounidense Observatorio Internacional de la Familia, y Brian Brown, al frente de la Organización Internacional para la Familia, entidad también estadounidense promotora del Congreso Mundial de Familias, una cita global contra el aborto y el feminismo.
Apoyando a Hazte Oír
Brown es patrono de Citizen Go, organización presidida por el español Ignacio Arsuaga, al igual que Hazte Oír. A Kast también lo unen lazos con Arsuaga. En 2019, el líder chileno y su esposa, la abogada Pía Adriasola, con la que tiene nueve hijos, visitaron la sede de Hazte Oír en Madrid, donde se reunieron con Arsuaga y Luis Losada, otro dirigente de la organización.
Kast dio respaldo a dos campañas de Arsuaga, que a su vez son dos causas clásicas de Hazte Oír y Citizen Go: una, que defendía que “las leyes de género discriminan al hombre”, bajo el lema “No es violencia de género, es violencia doméstica”; otra, que se oponía al reconocimiento de la transexualidad, y que había alcanzado popularidad al poner a circular por las calles de diversas ciudades un autobús en cuyo lateral podía leerse: “Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. No al adoctrinamiento de género”. En 2017, Hazte Oír había llevado a Chile este autobús, recibido con protestas y enfrentamientos. Entre sus defensores estuvo Kast.
Alianza con Vox
Kast, que en 2023 expresó críticas a la invitación por parte de la Universidad de Chile del juez español Baltasar Garzón, está alineado con Vox, partido al que presta públicamente apoyo. No se trata de un líder equidistante entre el PP y Vox, sino de un miembro de la familia política latinoamericana de Santiago Abascal y los suyos.
En 2019, visitó Madrid para reunirse con el presidente de Vox y el entonces portavoz en el Congreso del partido, Iván Espinosa de los Monteros. En 2022, se fotografió junto a Abascal y escribió: “Con el futuro presidente del Gobierno de España”. Al año siguiente se significó a su favor de Vox en la campaña de las generales de julio. Y en mayo de 2024 acudió como orador al festival del partido en Madrid llamado Viva 24, donde exhibió un megáfono para homenajear los inicios de Vox, cuando Abascal se dirigió a una escueta concurrencia a través de uno similar en un banco del barrio de Los Remedios, en Sevilla. El megáfono, proclamó Kast, es un símbolo de la “rebeldía” y el “liderazgo” de Abascal, que sonreía en primera fila. Kast insistió en una idea: cuando pocos creían en él, Abascal sí lo hizo, un reconocimiento similar la que suele dedicarle Javier Milei, hoy presidente de Argentina.
La mayor ovación se la llevó Kast cuando se refirió a Chile y los países de su entorno como “Hispanoamérica”, reivindicando así el legado español. “Nuestros éxitos, siéntanlo ustedes así, son sus éxitos”, afirmó ante el auditorio madrileño Kast, que cargó contra el “desastroso” Gobierno de Pedro Sánchez. “Ya iremos por él”, prometió. Y añadió que, en su país, el izquierdista Gabriel Boric, un “travesti político” que encabeza un gabinete tan “fracasado” como el “nefasto Gobierno de Salvador Allende", encabeza un ejecutivo integrado por “socios de Pablo Iglesias e Irene Montero y discípulos de Íñigo Errejón". La sola mención de aquellos nombres suscitó una pitada.