Una familia denuncia a la sanidad extremeña por la muerte de su bebé en un hospital sin UCI pediátrica

Los padres consideran que su hijo murió por la tardanza en asistirlo y el defensor del paciente asegura que son ya reiteradas las resoluciones y sentencias en ese sentido en Extremadura

Entrada al hospital Tierra de Barros en Almendralejo (Badajoz). Foto Google MapsGoogle Maps

El Servicio Extremeño de Salud (SES) ha sido denunciado por unos padres que perdieron a su bebé de tres meses en marzo de 2024. Los progenitores consideran que la pérdida de su hijo se debe a la demora que se produjo desde que alertaron de la emergencia hasta que se pusieron en marcha los recursos necesarios para trasladar al menor de Almendralejo a Badajoz, lo cual conllevó más de tres horas, lo cual, consideran, le costó la vida. Desde el Defensor del Paciente, los padres del niño han presentado una denuncia por responsabilidad patrimonial contra el SES por la muerte de este bebé, que nació prematuro y que necesitaba en su domicilio una máquina para poder respirar, un aparato que comenzó a fallar la mañana del 14 de marzo de 2024.

Ese día, según refleja el informe del 112 de Extremadura, a las 12.02 se recibe una llamada en el centro coordinador por parte de la abuela del bebé, donde traslada: “Está con una máquina de oxígeno y me está desaturando, no consigo hacerlo reaccionar”. A partir de ese momento, se traslada la llamada al técnico del 112, a la que la familiar del niño manifiesta que, “el niño ha venido del hospital con una máquina de oxígeno, está al máximo, pero no acaba de reaccionar”.

Los técnicos comunican a la familia que lo más sensato hubiese sido llevar al niño de inmediato al hospital Tierra de Barros, cercano a la localidad de Almendralejo, en la provincia de Badajoz. La abuela les dice que no se atreven a moverlo, por lo que desde emergencias se pone en contacto con el pediatra del centro de salud de San José de Almendralejo para que se traslade al domicilio. Esto ocurre a las 12.04 horas.

Diez minutos más tarde, el pediatra traslada al 112 que creen que falla el equipo de oxígeno, pero que en enviar al técnico se tarda más que en la llegada de una ambulancia para trasladarlo al hospital comarcal. A las 12.19 se pasa el aviso al Soporte Vital Básico de Hornachos por estar el de Almendralejo ocupado, pero la ambulancia no queda disponible hasta las 12.34, y media hora después llega al Hospital Tierra de Barros, donde ingresa el niño de tres meses.

Una vez analizada la situación de emergencias, según los informes a los que ha tenido acceso este periódico, se decide trasladar al bebé desde este centro hospitalario hasta el Materno Infantil de Badajoz, ya que en el primero no hay UCI pediátrica. El centro coordinador de emergencias activa un helicóptero sanitario con base en Don Benito (Badajoz) y, según se ve en el informe, a las 13.27 horas el piloto da el visto bueno para volar. Cinco minutos después el médico del helicóptero informa al 112 que tiene discrepancias sobre la viabilidad de efectuar el servicio debido a las condiciones climatológicas, por lo que finalmente se decide que el traslado se hará por Unidad Medicalizada Terrestre y para ello se intenta movilizar una unidad de Mérida, que se encuentra ocupada. Han pasado casi dos horas desde la primera llamada.

A las 14.06, desde el Hospital no saben cómo trasladar al menor. No es hasta las 14.49 horas cuando el 112 informa, mientras se está activando la Unidad de Cuidados Intensivos, que el helicóptero finalmente sí puede volar para llevar al niño a Badajoz. El vuelo comienza a las 15.15 horas, aunque a las 15.29 se informa desde el Hospital Tierra de Barros de que se interrumpa el servicio porque el menor ha muerto.

El abogado de la familia, Carlos Sardinero, considera que el bebé falleció tras un cúmulo de despropósitos, como la falta de organización. “Los padres, tras recobrar las fuerzas y superar el shock por lo ocurrido, han decidido interponer una reclamación por responsabilidad patrimonial frente al Servicio Extremeño de Salud, al que van a pedir una reclamación de 226.958,74 euros de indemnización por los perjuicios sufridos”, contaba a EL PAÍS el letrado, que asegura que esto se debe a la falta de medios por parte de la sanidad extremeña que se viene denunciando en la zona desde hace tiempo. “Lo que está sucediendo en esta región desborda lo tolerable, ya son muchas las resoluciones y sentencias dictadas por asistencia médica inadecuada, falta de organización, que han llevado a la administración a varias condenas”. Es una situación de falta de medios que, asegura el abogado, se ha venido intensificando desde el pasado 2024.

El mismo gabinete de abogados señala que entre las sentencias que han llevado en Extremadura se encuentran, el año pasado, una torsión testicular en un menor, el cual perdió finalmente un testículo, y otro caso que tuvo que ver con un infarto de miocardio que se produjo en una ambulancia sin facultativo, que no estaba preparada para ello. Sardinero también informa de un caso de diagnóstico de cáncer y el fallecimiento de un bebé por error de diagnóstico, sucesos que consideran que se podían haber evitado si se hubieran destinado los medios suficientes. “No entendemos cómo no puede haber una UCI pediátrica en Mérida, pasaron tres horas desde que se avisó de la emergencia, con un helicóptero posado en tierra”, dice el abogado.

Sardinero incide en que uno de los objetivos de los padres es generar conciencia en el SES para que casos como el suyo no se vuelvan a producir. “Hemos pensado en iniciar un procedimiento penal, pero los padres buscan que se genere conciencia por lo ocurrido y no cortar cabezas de responsables”, contaba el letrado. Desde el SES trasladan a EL PAÍS que este caso se encuentra en procedimiento de responsabilidad patrimonial siguiendo su curso habitual, con las acciones propias que realiza el SES.

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